Mi nombre es….permíteme una pausa, lo que pasa es que me río. Eres una persona curiosa, quieres saber muchas cosas, pues ahora que me conozcas te darás cuenta que hay un mundo desconocido y que no entiendes. Te voy a dar varias pistas. Soy
femenina solo porque me pusieron así, la verdad es que no tengo sexo y no discrimino con eso. Hago el mal tanto a hombres como a mujeres, jóvenes y viejos, e incluso soy tan malvada que a veces tengo a niños. Estoy dentro de ellos pero no soy ellos, aunque cuando por lo que me conoces decir su nombre y el mío para ti son sinónimos. Me han estudiado tantas veces y todavía no me entienden. Lo que saben de mi es lo que se dice de mí, pero para que me conozcas tendrás que vivirme, y créeme, no te gustará. Soledad, rabia, melancolía, depresión y confusión son mis amigas íntimas e incondicionales. Creo que ya te puedo llamar amigo porque parece que estas entendiéndome, pero todavía te falta y mucho. Soy una enfermedad que no causa ningún orgullo, tal vez soy de lo peor que le pueda pasar al hombre. Lo tengo comiendo de mi mano, lo limito, lo hago sufrir y no sabes cuánto. Si vas a un estadio lleno van a haber por lo menos 100 personas conmigo. Si vas en un vagón de metro lleno por lo menos 1 persona me tiene. Pude haber sido tu jefe, aunque es difícil porque soy tan malvada que son pocos los que llegan a eso conmigo a sus espaldas. Pude haber sido tu amigo, pude haber sido esa persona que te quería pero nunca se atrevió a hablarte por mi culpa. Pude haber sido ese compañero retraído que tenías en el colegio, a ese que le hacían bulling, o ese que bailaba arriba de la mesa. Pude haber sido tu amigo y no te diste nunca cuenta que estaba yo ahí. Pude haber sido ese familiar extraño. Muchas veces hablaste de mí sin saber qué es lo que soy. Estás lleno de prejuicios con respecto a mi existencia, no te preocupes, eso me gusta, recuerda, soy malvada. El cielo, el infierno o el purgatorio, crees que ya has pasado por cada uno. Déjame decirte que quien me tiene ha pasado varias veces por el infierno y se ha quemado mucho más que tu. Eres iluso, acaso crees que has sufrido. No, sígueme conociendo, y realmente entenderás el sufrimiento. Si ya te parezco horrenda espera que te siga explicando quien soy, créeme que te vas a caer de la silla, se te van a abrir los ojos y la realidad te será distinta. Amo cuando prejuzgas, cuando me llamas de otra forma por no conocerme. Eso hace mejor las cosas, la sociedad entera me las facilita. Soy mental, pero afecto a la persona entera. Apago sus ganas de vivir. Muchos creen en Dios, cifran su confianza en él, a veces demasiado, puedo alterar la imagen de Dios a mi antojo, muchos de hecho los dejo hablando de el con él para toda la vida. Me encanta la discriminación, recuerda que tengo muchos sinónimos. Te daré más pistas. Soy la enfermedad más difícil de entender de todo el Mundo, eso me enorgullece. Gracias a mi ha muerto mucha gente, suicidio, asesinato. Los que me tienen, tienen que tomar medicamentos toda su vida. Eso les hace las cosas un poco más fáciles, pero no les da la felicidad porque la sociedad los hiere por dentro. Muchos genios del conocimiento se identifican con mi nombre, artistas famosos. Soy la enfermedad de los genios pero que en realidad quisieron saber tanto que cuando me conocieron entendieron que no entendían nada y que nada tenía sentido. Soy una voz que tu no escuchas, soy imágenes que tu no vez. Les digo a mis víctimas que tienen que hacer y que no, me obedecen, vieras tu cuanto me deleito con esto. Cada vez me está gustando más esta conversación, creo que ya me temes, y si, deberías hacerlo. Soy una espina en la carne, con tanto filo que el dolor que provoco es indescriptible. Estoy muy metida en la mente y en el corazón. Te voy a decir otros sinónimos: demencia y locura, tornillo zafado. Como me río. Y lo hago porque no sólo tengo a quien me tiene comiendo de mi mano, ahora te das cuenta que tu también lo has estado haciendo, tal vez sin intención pero el hecho es que también caes. Creo que llegó la hora de dar mi nombre, pero espera, sólo una condición, soy perversa, malvada y traviesa, pero si hay alguien que conoce la mente y el corazón soy yo. Espero que tu forma de ver la vida, de ver a quien escribió todo esto de mí cambie. Soy también honesta. La culpa la tengo yo, mi maldad no tiene límites y soy yo la responsable, no mis víctimas. Parece contradictorio, pero si quiero que me conozcas a mí, no a la persona. Quiero que sepas que mi nombre es tabú y espero que de ahora en adelante no lo sea. Estuve, estoy y estaré, riéndome traviesamente, matando a mis víctimas y te agradezco que me hayas escuchado. Y ya es hora, no hay nada más que decir.
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