Con los humores en aparente tranquilidad luego de que elfin del mundo quedara en principio postergado para otra ocasión más apropiada; ha comenzado a levantarse ahora una nueva ola de literatura profética –si cabe llamarlo así- que anuncia la inminente constitución de un Nuevo Orden Mundial, que promete derrumbar todas las estructuras conocidas para entronizar en su lugar un sistema de gobierno y dominio universal.
Ésta del Nuevo Orden Mundial es una teoría que se inscribe dentro de las llamadas “ conspirativas” y según la cual estamos en los umbrales de un plan diseñado por supuestos sectores económicos y logias que van por un gobierno único, de tipo colectivista, burocrático y controlado desde las sombras.
La idea de una gobernabilidad mundial del tipo Gran Hermano, centralizada y esclavista puede a más de uno parecerle un disparate; sin embargo, hay un dato interesante de atender y es la opinión de la Iglesia Católica que ha sido la primera en pronunciarse públicamente a favor de esta cuestión.
No se trata de montarse en una crítica banal contra el supremo consejo que comanda la religión fundada porCristo, sino que por el contrario, la experiencia histórica enseña que cuando en la Santa Sede se ven cortar las barbas, hay que ponerlas las demás en remojo. Ellos saben lo que dicen y nunca arriesgan una opinión aventurada.
Ya en octubre de 2011 el Pontificio Concejo para Justicia y Paz del Vaticano, por boca de su Presidente el cardenal Peter Turkson propuso la creación de una “Autoridad Política Mundial” y un “Banco Central Mundial”para “favorecer mercados libres y estatales, disciplinados por un cuadro jurídico adecuado”.
El día 25/10/2011, la Revista Forbes –por citar una de las más conocidas- se hacía eco del documento de la Santa Sede diciendo que: “Estas medidas deben concebirse como algunos de los primeros pasos en la vista de una autoridad pública con competencia universal, como un primer paso en un esfuerzo más por la comunidad internacional para orientar sus instituciones hacia la consecución de este fin”.
La idea de un poder que se debería ejercerse “necesariamente super-partes”, según dice el documento delDicasterio Vaticano ya estaría en plena ejecución. Así, resulta sintomático que en estos días en que se anunciaba el cacareado “ fin del mundo 2012”, el Canal History , medio de toda una parafernalia de documentales proféticos de dudoso carácter científico, transmitía un documental bajo el título “Los Secretos del Vaticano” que trazaba una muy mala pincelada de la historia, secretos y tesoros vaticanos, para ser en realidad un folleto donde se exponen los acuerdos de la Santa Sede con los Estados Unidos, particularmente los alcanzados entre Benedicto XVI y Barak Obama y en el cual se deja explícitamente clara la importancia del papel de árbitro de la política mundial que le corresponde al Papa. Una vuelta atrás hacia el Medioevo, sin duda, pero que en el metamensaje era muy claro: el Nuevo Orden ya está en marcha.
Esta idea del poder mundial no es una novedad; Dante Alighieri (1265-1321) escribió un tratado de filosofía política que fue publicado recién en 1559, titulado “ De la Monarquía”, donde expone el ideal de una “monarquíatemporal” de inspiración cristiana, como clave para la felicidad de los hombres.
En el Libro del Eclesiastés se lee que “Nada hay nuevo debajo del sol” (Ec. 1,9); y es verdad, pero ahora, lo que en realidad hay que estudiar es este nuevo ciclo que se está abriendo para la humanidad, donde hay mucho ruido y pocas nueces. Para algunos, este momento histórico se resolverá mediante la manipulación conspirativa que mencionamos “ut supra”, cuyo último eslabón es la Guerra entre el Occidente cristiana y el Oriente Musulmán, algo que está como “a la vuelta de la esquina”, si se quiere.
Para otros, de concepción más espiritual, las voces de guerra, de hambrunas, las señales en los cielos y demás, son los signos que preanuncian el ingreso en una nueva dimensión, un tiempo espiritual donde el mal será vencido y se iniciará el largo periodo de paz mundial, previo a lo cual la humanidad debe atravesar dolorosas pruebas, algo que también está profetizado.
Esotérico o no, el sistema político y económico ya no responde a las necesidades de una sociedad global minada en su moral y espiritualidad. Vivimos, pues, un instante donde la fantasía se mezcla con la realidad y nada y todo puede ser posible. Para los creyentes en la conspiración mundial, lo que viene es un movimiento gestado en el seno de grupos como la Trilateral, el Club Bildenberg, el Movimiento New Age, el Club de Roma, el selecto grupo de los banqueros internacionales, hasta grupos tan pintorescos como los Caballeros de Malta y laMasonería internacional.
Lamentablemente, mientras todas estas elucubraciones se barajan dando lugar a coloridos documentales, una literatura imaginativa y al fabuloso negocio de las profecías envasadas, se está perdiendo de vista el horizonte del verdadero cambio, el que esta humanidad agobiada de tanto dolor necesita; es el cambio y la renovación hacia una espiritualidad que aleje de los anclajes y limitaciones de esta tercera dimensión. Es una opción hacia una liberación verdadera o aceptar la más apocalíptica esclavitud.
Ya en octubre de 2011 el Pontificio Concejo para Justicia y Paz del Vaticano, por boca de su Presidente el cardenal Peter Turkson propuso la creación de una “Autoridad Política Mundial” y un “Banco Central Mundial”para “favorecer mercados libres y estatales, disciplinados por un cuadro jurídico adecuado”.
El día 25/10/2011, la Revista Forbes –por citar una de las más conocidas- se hacía eco del documento de la Santa Sede diciendo que: “Estas medidas deben concebirse como algunos de los primeros pasos en la vista de una autoridad pública con competencia universal, como un primer paso en un esfuerzo más por la comunidad internacional para orientar sus instituciones hacia la consecución de este fin”.
La idea de un poder que se debería ejercerse “necesariamente super-partes”, según dice el documento delDicasterio Vaticano ya estaría en plena ejecución. Así, resulta sintomático que en estos días en que se anunciaba el cacareado “ fin del mundo 2012”, el Canal History , medio de toda una parafernalia de documentales proféticos de dudoso carácter científico, transmitía un documental bajo el título “Los Secretos del Vaticano” que trazaba una muy mala pincelada de la historia, secretos y tesoros vaticanos, para ser en realidad un folleto donde se exponen los acuerdos de la Santa Sede con los Estados Unidos, particularmente los alcanzados entre Benedicto XVI y Barak Obama y en el cual se deja explícitamente clara la importancia del papel de árbitro de la política mundial que le corresponde al Papa. Una vuelta atrás hacia el Medioevo, sin duda, pero que en el metamensaje era muy claro: el Nuevo Orden ya está en marcha.
Esta idea del poder mundial no es una novedad; Dante Alighieri (1265-1321) escribió un tratado de filosofía política que fue publicado recién en 1559, titulado “ De la Monarquía”, donde expone el ideal de una “monarquíatemporal” de inspiración cristiana, como clave para la felicidad de los hombres.
En el Libro del Eclesiastés se lee que “Nada hay nuevo debajo del sol” (Ec. 1,9); y es verdad, pero ahora, lo que en realidad hay que estudiar es este nuevo ciclo que se está abriendo para la humanidad, donde hay mucho ruido y pocas nueces. Para algunos, este momento histórico se resolverá mediante la manipulación conspirativa que mencionamos “ut supra”, cuyo último eslabón es la Guerra entre el Occidente cristiana y el Oriente Musulmán, algo que está como “a la vuelta de la esquina”, si se quiere.
Para otros, de concepción más espiritual, las voces de guerra, de hambrunas, las señales en los cielos y demás, son los signos que preanuncian el ingreso en una nueva dimensión, un tiempo espiritual donde el mal será vencido y se iniciará el largo periodo de paz mundial, previo a lo cual la humanidad debe atravesar dolorosas pruebas, algo que también está profetizado.
Esotérico o no, el sistema político y económico ya no responde a las necesidades de una sociedad global minada en su moral y espiritualidad. Vivimos, pues, un instante donde la fantasía se mezcla con la realidad y nada y todo puede ser posible. Para los creyentes en la conspiración mundial, lo que viene es un movimiento gestado en el seno de grupos como la Trilateral, el Club Bildenberg, el Movimiento New Age, el Club de Roma, el selecto grupo de los banqueros internacionales, hasta grupos tan pintorescos como los Caballeros de Malta y laMasonería internacional.
Lamentablemente, mientras todas estas elucubraciones se barajan dando lugar a coloridos documentales, una literatura imaginativa y al fabuloso negocio de las profecías envasadas, se está perdiendo de vista el horizonte del verdadero cambio, el que esta humanidad agobiada de tanto dolor necesita; es el cambio y la renovación hacia una espiritualidad que aleje de los anclajes y limitaciones de esta tercera dimensión. Es una opción hacia una liberación verdadera o aceptar la más apocalíptica esclavitud.
El que pueda entender, que entienda.-