La lluvia de meteoros “se produce porque a estos enjambres las perturbaciones los dislocan, los fragmentos se separan, quedan distribuidos en la órbita y al nuestro mundo gravitar entorno al Sol, todos los años en la misma fecha se encuentra con ese enjambre, provocando las lluvias”.
Respecto a su visualización, Brunetto afirmó que “se puede observar en todas partes del planeta, siempre que las condiciones meteorológicas sean propicias”.
Igualmente, destacó que “en este caso en particular se puede ver mejor desde el hemisferio boreal que del austral”.
Agregó que se espera que todos los meteoros se quemen entre los 120 kilómetros de altura - en los límites superiores de nuestra atmósfera-, hasta los 80 de la superficie del planeta.
“Se incineran por la fricción con las moléculas del aire que las vuelve incandescentes y los volatiliza”, concluyó.
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