A las ocho de la mañana del martes 7 de mayo, el volcán Mayon produjo lo que la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NDRRMC) ha descrito como un pequeño evento freático con una duración estimada de 73 segundos. Dicho evento provocó la emisión de una columna de humo entre gris y marrón que se elevó unos 500 metros sobre la cima del volcán.
En las laderas el fenómeno estuvo acompañado de emisiones de cenizas y vapor con fuerza suficiente como para levantar rocas. Esto y la ausencia de alertas sobre un posible repunte de la actividad sísmica del volcán provocó que varios escaladores que se encontraban en la zona se vieran afectados directamente por este fenómeno, con el resultado de cinco fallecidos y ocho heridos de diversa consideración.
Según la última actualización emitida por NDRRMC, los fallecidos son el guía filipino Jerome Berin, los ciudadanos alemanes Rolan Tietze, Furian Stelter y Joanne Edosa. La quinta victima es la ciudadana española, residente en Alemania, Sara Francés.
Los heridos son cuatro ciudadanos filipinos, uno de ellos guía y cuatro ciudadanos de nacionalidad thailandesa. NDRRMC añade que según Jorge Cordovilla, un guía filipino que salió ileso de la repentina explosión, hay seis personas desaparecidas, una de ellas un ciudadano thailandés.
A esta hora siguen las tareas de búsqueda y traslado de los cuerpos de las víctimas a tanatorios autorizados. La Fuerza Aérea de Filipinas está realizando estos trabajos, en coordinación con las embajadas de los países cuyos nacionales han fallecido por este fenómeno no anunciado.
El volcan Mayon se encuentra en la provincia de Albay, al sur de la isla de Luzón y a 360 kilómetros de Manila. Es el volcán más conocido dentro y fuera de Filipinas por su cono perfecto reproducido en miles de fotografías.
Pese a lo ocurrido la agencia de seguimiento de la actividad volcánica PHIVOLCS, mantiene el nivel de alerta en 0 ya que no se han producido movimientos tectónicos que hagan pensar en el inicio de una nueva erupción.
La última erupción se produjo en 2009 y provocó la evacuación de decenas de miles de personas por las emisiones de lava y ceniza.