Escucha el canto del volcán enardecido;
sentid como tiembla la tierra,
como llueve la ceniza y cae a tu sien…
Mirad las rebeldes fluctuaciones de fuego
en el cráter de tus manos:
Donde mana lava
y arde un sentimiento a su bermejo antojo.
¡Deja la lava como tinta en la pluma!
Cuál formará los caminos
de rimas y versos con las piedras,
con las flores del costado,
con las hormigas solidarias que nos transportan,
con las huellas del hombre,
Y con el hombre mismo:
El hombre enamorado,
perdido o solitario
que se arrastra por ti
hasta el suicidio
Gritarás…Gritarás:
-“¡Sangra el volcán!”-
Sangra que sangra.
Y viajera lava hará el sendero
en las estaciones, en los climas, en los vientos,
en los puntos cardinales
En las ciudades vagarás
cantarás en los suburbios
y mundano serás
un espiritual drama acogerás...
Labrarás Baladas en los caminos que dirigen al sol
y que renacen en la luna:
Caminos que contienen a la lluvia,
a los rayos del sol y de la luna entremezclados;
caminos que cogen la cabeza y los pies del arco-iris;
caminos, también, que toman las heces de las aves,
que contienen en sus entrañas más profundas a los cadáveres;
caminos que son mapas para los cometas,
que son croquis de estrellas para las almas…
Caminos que te llevan a laberintos,
Caminos secretos que te sacan de ellos...
Hasta un todo y hasta la nada:
Alfa y omega.
Subirás al cielo aconsejando a la luz, Advirtiéndole lo satisfactorio
que resulta ser la mortecina fe
de los demonios en las sombra de los fuegos.
Descenderás al infierno y forjarás rondas
con los Ángeles perversos y exiliados,
Ellos te dirán el secreto:
Los traspiés del Paraíso.
Y no encontrarás lugar fijo,
serás por siempre un trotamundo
persiguiendo y descubriendo
la desnuda luz que se quita la virgen
y la deshabitada sombra con su careta pervertida
en las princesas incrustada:
Y beberás por ellas.
Te embriagarás hasta darte cuenta del desliz antiguo
del pecado austero de sus senos
y su vagina selvática.
Y en su salvaje dorso desnudo
inventarás caminos hacia la gloria.
La diversidad de tu pluma:
De blanca paloma,
de buitre hambriento
o de cuervo extasiado en la agonía:
¡Bogará hacia la eternidad!