COMO PREVENIR LA GRIPE A


El riesgo de la gripe A sigue latente y no se trata de generar pánico sino ayudar a tomar conciencia respecto al valor de la prevención. Quienes pertenecen al grupo de riesgo y deben vacunarse de manera preventiva son las embarazadas, cualquiera sea el tiempo de gestación, los adultos mayores, los trabajadores de la Salud, mujeres con bebés menores de 6 meses que no hayan recibido la vacuna durante el embarazo y niños entre 6 y 24 meses inclusive
También a niños y adultos entre 2 y 64 años que sufren enfermedades crónicas (respiratorias, cardíacas, renales, diabetes, obesidad mórbida, inmunodeprimidos, oncológicos, etcétera), con receta médica y los mayores de 65 años. El resto de la población no necesita vacunarse, aunque puede hacerlo si así lo desea.
Hace cuatro años se desató en el mundo la pandemia de gripe A H1N1, nuestro país fue uno de los afectados y dejó 626 muertes la enfermedad. Cabe recordar que en 2009 no se disponía de vacuna para prevenir esta gripe, por lo que se solicitó a los organismos internacionales y a las empresas productoras acelerar los tiempos para contar con esta herramienta de prevención que ha demostrado ser eficaz y segura. La eficacia de la vacuna está basada en evidencias científicas que permiten predecir cuántas personas no enfermarán, no quedarán con grandes incapacidades o no habrá decesos en el futuro.
La gripe puede ser grave, sobre todo en los grupos vulnerables, sin olvidar lo aprendido en años anteriores. Esa experiencia permite valorar la importancia de contar con esta vacuna, gratuita para los grupos de riesgo. El peor destino de una vacuna es quedarse en la heladera. Es una oportunidad perdida para el paciente, que aumenta innecesariamente el riesgo de enfermarse y, sobre todo, de complicarse. Este pésimo destino -la oportunidad perdida- es un fracaso colectivo: la responsabilidad en la prevención no se reparte, se comparte. En este caso, los responsables son los integrantes de los equipos de salud, las sociedades científicas, los grupos de riesgo, sus familiares y las autoridades responsables para que la información a la sociedad civil llegue en forma permanente y convincente.
También es importante el papel de los medios de comunicación, que son un instrumento efectivo para que la ciudadanía se informe, participe y evite perder la oportunidad. En la medida en que los protagonistas asuman su responsabilidad, se estará cumpliendo con un deber esencial: el de brindar mejor salud a la población.



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