Hoy por casualidad vi. mi alma
la vi. en la penumbra de mis sueños dormidos
en el silencio callado, en lo profundo de un ser
inconforme, triste y solitario
y la vi largamente, no tenía rostro
tenía una sonrisa perdida, callada
y por un momento tuvo miedo de mi
luego, tomó confianza y también me observó
sentí un temblor escalofriante
y creo que aquellos ojos perdidos en la nada
se penetraron en los míos
pero después sentí paz y recordé
que era mi alma, mi hermana gemela
de la cual no debía temer
y nos acercamos y nos tocamos
ella estaba fría, le di mi calor
y la abrigué entre mis brazos
y le canté lindas canciones
que ella jamás había escuchado, le conté historias
y le hable sobre la vida, la muerte, la eternidad
y su relación con el infinito
de pronto lloró, lloró tanto hasta quedarse dormida
y allí tan cerca de mi pude ver
un rostro si, era pálido, pero hermoso
era puro, inocente y toda ella era tan frágil
que la estreché contra mi pecho
y prometí cuidarla, protegerla
cuando despertó me sonrió y me contó su sueño
había soñado que en un largo viaje
había encontrado a la vida charlando
con la muerte y eran tan amigas
que se parecían un poco
y ellas allí estaban en el infinito
con todo su esplendor, rebosantes de alegría
como grandes anfitrionas eternas,
bellas, jóvenes y ella, mi alma,
no quería despertar hasta que pensó en mi
y vino a contarme su sueño
e invitarme a soñar con ella
ahora somos inseparables
mi alma y yo, allá… en el evo
donde los sueños se hacen eternos
