Seres que se encuentran
en el umbral de la cordura,
y lo traspasan sin temor
dando origen a la locura,
no existe el menor daño,
no hay un instinto
contra otro distinto;
ambos saben hacerse uraños,
y recorren el pasaje sinuoso,
arido y un poco abismado,
y llegan al cielo por sus propias manos,
viendo las estrellas en el dia mas caliginoso...
y llueve en sus almas
besos de pasion justificada,
desean todo del otro
con ansias intensificadas,
porque esta vez son uno solo
y dos a la vez misma,
con pieles similares,
y ojos como prismas;
y cantaran la melodia mas cantada
y sus lechos seran frustiferos,
pese a llover como agua acida,
beben de los rios mas mortiferos...
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