Intento crear sensaciones anónimas
para dar principio a un poema
terminando con ideas
perdidas en el horizonte
tan profundo de tu vista,
si por que algun día
cuando llegue el año
en donde caiga nieve roja
siendo el legado
del odio y temor a lo extraño,
podre conocer la normalidad.
Soy una amante de lo insólito
es un instinto en mi natural,
no puedo creer en la honestidad
ni tomar un poco de inocencia
tanto miedo a lo desconocido
y mírenme desangrando la tristeza
en un negro purgatorio.
Deambulando en un infierno personal
si solo soy una depredadora de lo antimoral
como negarme al ecuménico dolor,
cierta es mi incapacidad
de recuperar lo perdido
por eso pretendo pecar,
para justificar mi castigo.
Nunca me fue tan bizarro
el tiempo perdido
es muy raro pero cierto,
aunque tanta inequidad
no contemple tantas respuestas
nada exonera del cuestionamiento
de aquellos ángeles olvidados
al mismo misterio
que en cualquier momento
con la mayor benevolencia
se expone sin ser enjuiciado,
simplemente por ser nombradas
incongruencias de la vida.
Cada instante
palpitando un desconsuelo
incrustado en mi patibulario espíritu;
escurre la aberración
alejando emociones afectivas,
es lo distinto de la personalidad
en la mujer,o hombre moldeado a mis deseos
el signo que resume la soledad
anexa a la sinopsis de mi vida.
Invadiendo la privacidad
con la serenidad de un cariño
herido por las horas
en una paz tan falsa como la mentira,
me desespero acariciando
el tiempo que se fue,
entre sombras
escribiendo incoherencias
ahí en documentos
que contemplan la muerte
se desvanece la nubosidad de momentos;
y solo me queda pedirle discreción
en la enseñanza a mi destino
solo así podría nulificar
al frio que se avecina.
El fraude de mis promesas
adquiere importancia con mis pecados,
estoy tan confundida
buscando las respuestas,
que no he tenido
la dignidad para dar fuego en invierno,
si por lo menos mi ingratitud
calmara la sensación de abandono
pero solo soy una perdedora
con la habilidad del intento.
Desde la plenitud en antónimo
se ampara mi experiencia empírica,
con mi distinción tan urbana
se esquematizan
todos mis defectos,
suelo ser tan impúdica e insolente
sin embargo carezco de autoestima
no es que pueda refutar
todas mis ventajas
pero no es posible progresar
con tantos impedimentos.
Nada me prohíbe temerle
más a la vida
que a mi propia muerte
acaso el sufrimiento humano
es un estado que desemboca finalmente
una mezcolanza de influencias;
por vivir una vida
repleta de pleonasmos.
Sin averiguar el detrimento
de la falsedad que aprueba
el distanciamiento entre
personas que se aman,
miénteme, miénteme
no me excluyas
de tus malditas mentiras
si quieres atraer mi odio
deja de lastimar la inocencia
entre pecadores debemos matarnos,
jamás enviciar con nuestros engaños
a personas que se aman,
si la cobardía puede hacerte inmune
si tu poder radica en lo material
no envuelvas tus temores en los demás
solo exhibes lo patético que eres.
El tiempo transcurre más lento
aun más de lo normal,
la noche implora descanso;
así mismo reconozco
que soy una simple vaga extraviada
adicta a gastar virtudes
embargando mi vida
por un poco de inspiración,
es tan usual acomplejarme
dentro de este cuerpo imperfecto
una vez más
me asquee de tanta depresión
al probar angustia ajena
que termine ahogando mi espíritu,
no puedo devolver lo sagrado
a las señales del cielo
pues por ambiguo que sea
aun sigo viviendo tan ajena a la realidad,
con las incoherencias e inexactitudes
tan características en mi mente.