OSCURA PLEGARIA
Señor … perdona mis ofensas
Mis deseos…
Mi lujuria…
Mi hambre por su cuerpo….
Así como nosotros perdonamos
a quien nos ofende
Perdona mi sangre enamorada…
La sed de mis labios
por sus vaginales labios…
Esta ansiosa lascivia
que me mantiene insomne…
No nos dejes caer en tentación
No juzgues mis pasiones…
Déjame regocijarme en
mis perversiones
que son mutuas
y carnalmente correspondidas…
Líbranos del mal
No me apartes de este
mi dolor…
De este mi martirio…
Tú no conoces las
delicias del acto carnal…
Déjame mostrarte
el camino al orgasmo
de dos seres que se aman…
Amén…
No niegues tus sentidos…
Señor…
Abre tus ojos…
para contemplar la desnudez
de la humana belleza
encarnada en Ella…
Abre tu boca…
para recibir el sacramento
de sus besos,
de la voracidad
de su deseo…
Abre tus oídos…
a los jadeos
y gemidos
del éxtasis
de dos cuerpos
enfrascados en su idilio…
Abre tu olfato…
al olor de su sexo
lubricado
listo para ser penetrado…
Abre los brazos…
para perderte
en este inmenso mar
de un impuro amar…