AGOBIANTES PAPELES




Hoy mira al viejo escritorio, plagado de anónimas rasgaduras, los montículos desordenados de polvorientos papeles, los sellos y sus agobiantes fechas sin memoria,...

Las planillas a cuadriculas, incluso, 
parecen destinadas, unívocamente, 
a cubrir la vacante de un coeficiente fronterizo; 
tan remoto a tus adolescente quimeras de gloria, como su doliente latencia, 
ahora doblegadas y cautivas en las profundas tenebrosidades de mi tu. 

Los intrincados folios incluso, no escapan de este deterioro,...casi impalpables, en nuestros groseros dedos. Todos ellos, y en un desafinado concierto, saquean despóticamente preciosas horas de vida, con la obsesiva dedicación de un centinela invisible.

Milagrosamente, mientras el corazón late, los vacuos pormenores de la cotidianeidad, lo azuzan, en un enjambre de filosas cuestiones, manteniéndolo vivo, desatento, solemnemente insensible, en una frugal anestesia de curiosidades, preguntándose
a si mismo, cuales, de los asombros de mañana, justifican esta cruda resistencia al sin sentido: 

¿Qué absurda intrascendencia nos mantendrá todavía con vida?,...¿la entrega voluptuosa de aquella mujer que osó sonreírte alguna vez?, 
¿tal vez, aquella botella de vino que nos promete la ansiada anestesia, lejos de la culpa, cuando el sol oculta su indiscreta luminiscencia?, ¿tal vez, la sorpresa de un nombre significativo en el obituario del periódico local?, ¿un llamado que nunca llega?,...

¿Qué nos mantiene vivos?...

¿Qué insondable premisa conserva nuestra endeble razón, plagada de sin sentidos, 
a salvo de la locura, incluso, debo decir, cobardemente al margen de un heroico, pero honroso acto de locura en nuestras miserable vidas?... 

Algo inquieto, trato de pasar inadvertido. 

Hay días, donde la soledad, ese aislamiento, necesario, como la bendición que fortalece al místico, me aleja de aquellas insoportables razones que los demás, no parecen, o no les interesa dejar, de pregonar en sus espurios parloteos sobre sí mismos,...

Hoy, pequeña conciencia, hoy, es uno de esos oscuros dìas. 

Pero debo decir,...no importa, porque al fin y al cabo,
un espiral de razones, encuentra su radio menor, en una quimera, en una azarosa expresiòn de deseo.
Si es que sientes asì, no desesperes,

Porque al fin de cuentas, mañana, serà otro dìa.

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