Es sabido que la hace más de diez años la genética se ha metido en nuestras vidas y en innumerables cadenas de ADN, sólo que, a veces, los cambios que produce son imperceptibles para el ojo humano, o para los poco entendidos en el tema.
Sin embargo, ese no es el caso de la vaca Azul Belga, de la que una malformación fue tomada para sacar provecho de su carne. Sucede que esta raza tiene una alteración en el gen de la miostatina, afección que hace que crezca en exceso, desarrollando lo que se llama una “doble musculatura”.
El defecto fue cuidadosamente tomado por la cría selectiva y pasado a las generaciones venideras. Conocida como “Super Vacas”, que llevan intencionadamente ese gen alterado, dando mayor volumen de carne.
Este ganado es susceptible a muchas complicaciones médicas. Algunos de los problemas atribuidos implican macroglosia, lo que provoca una hinchazón de la lengua, que también pueden interferir con la capacidad de un ternero para amamantar y causar la muerte prematura.
Entre otros problemas, se suma la rigidez articular congénita, una enfermedad crónica que afecta la capacidad de un ternero para ponerse de pie sobre sus patas; problemas cardiorespiratorios y distocia: complicación que hace que requieran cesáreas para parir, debiendo las madres ser sometidas a un mayor sufirmiento. ¿Hasta dónde llegaremos? Nadie sabe…