Hoy haré un recuento de los daños,
cortarée un dedo por cada pasar de mis años.
Que Dios bendiga mi estadía,
y la bestia perdone ,
mi vida impía.
Cortaré un dedo por la luz que entró en mis ojos,
cortaré otro por el conocimiento de mi gente,
cortaré otro para ser tres dedos de amor rodeado hasta el fin.
Quizás corte dos dedos de un jalón, por vivir los momentos
más unidos y más preciados a mi vida.
Mamá líbrame de mi infierno,
Mamá deseo estar siempre junto
a ti aun que me lo impidan.
Cortaré tres dedos por la angustia,
por los milagros de apariciones,
por mis materias reprobadas,
por mi degeneración interna.
Cortaré dos dedos para acabar con mis manos,
estos cansados de vivir simultáneamente, son blasfemias ante mi
me arruinaste la vida, y sin querer yo la mutilé.
Manchaste con muerte
la felicidad de su tumba,
me dejaste solo en un rato de locura.
Cortaré de mis pies, tres dedos
la sangre ya se coagula.
Estos marcan mis años de querer renacer,
de ser un niño otra vez, sin querer yo solo tropecé.
Cortaré dos dedos con ayuda quizás otra vez,
ya son quince los que he tirado
a la basura con el virgo, me he quedado solo.
Cortaré cinco dedos de amargura y de errores.
De tristezas y temores,
de creaciones y falacias.
De mamadas que pone la vida de recuerdos por
mi cima, apachurrada por meteoros
que la sangre se derrame,
Desde la punta del cielo.
Que mi llanto se seque como la de los santos.
Que al final nos aguardan
otros miles de años.
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