
El orden auto impuesto les trajo más dolores que alivios,
vistiendo trajes los veo, llevando maletas
repletas de papeles que antes de ser
ya estaban muertos...
Sus plumas no dibujan, perfilan matices toscos
y si de sueños se trata, los sepultan
en un jardín oscuro y siniestro,
aunque no esto último
por falta de luminosidad únicamente,
sino por falta de verdad.
La belleza se les fugó,
ni siquiera la vieron
cuando lloraba en un rincón de su alma.
El amor la acompañó,
aunque nunca pudo despegar
completamente su pie
de los despojos de ser en que se convirtieron.
¡Aún les da una chance!.
Pero su ceguera es tal
que a los aromas también ha inundado
y el perfume del amor
desapercibido pasa... como el tiempo...
Perdidos en la bruma
de lo superficial
se funden con el entorno
y ya son uno,
un objeto más...
vistiendo trajes los veo, llevando maletas
repletas de papeles que antes de ser
ya estaban muertos...
Sus plumas no dibujan, perfilan matices toscos
y si de sueños se trata, los sepultan
en un jardín oscuro y siniestro,
aunque no esto último
por falta de luminosidad únicamente,
sino por falta de verdad.
La belleza se les fugó,
ni siquiera la vieron
cuando lloraba en un rincón de su alma.
El amor la acompañó,
aunque nunca pudo despegar
completamente su pie
de los despojos de ser en que se convirtieron.
¡Aún les da una chance!.
Pero su ceguera es tal
que a los aromas también ha inundado
y el perfume del amor
desapercibido pasa... como el tiempo...
Perdidos en la bruma
de lo superficial
se funden con el entorno
y ya son uno,
un objeto más...