RECIEN NACIDO



6 de la tarde. Hora del ocaso.
Pronto se vislumbran visos de oscuridad.
Una hora más y se empieza a notar.
Ligero temblor sacude mi cuerpo.
Señal inequívoca. Respiro nuevamente.
Me tiemblan los párpados, hormiguea mi piél.

Y el hambre...
o sed insaciable.
Casi siento el sabor de la sangre.

Abro los ojos. Una aparición.
Estás en mi ventana.
Densa oscuridad.
Ni siquiera la luna se refleja.
Cómo podría entrar.

Largos cabellos.
En piél tersa suavidad.
Te invade curiosidad.
Lo que has escuchado.
Lo que te han contado
del muerto viviente.
Lo sientes al pasar.

Viento contínuo, gélido como mi alma.
Olvidé qué es calor mucho tiempo atrás.

El cordero solo viene
- cómo poderme negar -
En dos segundos estoy a tu lado.
No te das cuenta, adentro ya estás.
En mi tálamo de piedra
lo último que verás.

Lo deseabas, siempre lo hiciste.

Ahora yo decidiré si puedes ser
vampiro recién nacido.
No hay poder igual.

Sin comentarios