El mejor de mis secretos
es aquel que tu y yo conocemos.
Por mucho que golpeen los retos
nunca lo revelaremos.
Yo, porque así lo quiero.
Tu, porque no puedes hacerlo.
Tu historia en mi siniestra
¡Que poco pesa tu osamenta!.
Hace mucho que no celebro
pues no hay razón para hacerlo...
aquí yace tu cráneo sin cerebro.
Fuiste mi amigo o mi enemigo
ya no lo recuerdo...
Hoy soy yo quien bebe
porque quiero y puedo hacerlo.