MURIO EL PASTOR DEL DIABLO



El pastor protestante András Pandy, considerado uno de los asesinos en serie más

 crueles de la historia de Bélgica, ha muerto en prisión este lunes a la edad de 86 años.

En 2002 Pandy, apodado el Pastor del diablo y el Sacerdote Barba Azul,  fue

 condenado a cadena perpetua por el asesinato de ocho familiares directos: dos

 esposas y seis de sus hijos. Los asesinatos se perpetraron entre 1986 y 1990. Quemó

 los restos con ácido y algunas partes las vendió como "carne de cerdo". Otra hija del

 pastor, Agnes, fue declarada cómplice del asesino.


Un año después la pareja se divorció cuando Pándy acusó a Ilona de infidelidad. Ella

 se fue de la casa con sus hijos, pero dejó allí a su hija Ágnes, quien pronto comenzó a

 sostener una relación incestuosa con su padre. De esa unión nacería un niño.

Ágnes Pandy

A principios de los años setenta, Pándy cortejó a otras mujeres a través de los

 periódicos, dándoles a menudo un nombre falso y mintiendo sobre su ocupación.

 Usaba la llamativa frase “Luna de Miel Europea" en sus anuncios.

A finales de la década, visitó Hungría de

 nuevo; allí conoció a quien sería su segunda 

esposa, Edith Fintor, una mujer casada con 

tres niños: Tünde, Tímea y Andrea. Pándy

 sedujo a la mujer que, según su ex marido, se 

escapó con Pándy a Bélgica, donde se

 casaron.

En 1984, Pándy empezó otra relación incestuosa con su hijastra Tímea. Ágnes, en un

 ataque de celos, intentó matar a Tímea, pero el miedo la venció y no pudo continuar

. Tímea huyó de la casa y pronto emigró a Canadá junto con Mark, el hijo que había

 concebido con András.

Las desapariciones comenzaron en

 1986: primero fue su esposa Edith. Su

 hijastra Andrea, de trece años de edad,

 señaló a Pándy como sospechoso, pero

 no le hicieron caso; este afirmó que

 Edith se había fugado con un nuevo

 amante a Alemania. En 1988, su ex esposa Ilona y sus hijos desaparecieron. Pándy

 dijo primero que se habían ido a Francia, luego que estaban en América del Sur

. Finalmente en 1990, después de enviar a Ágnes de vacaciones con el hijo producto

 del incesto, Tünde desapareció: Pándy afirmó después que lo había corrido de la casa

 debido a su mal comportamiento.

Ágnes trabajaba como bibliotecaria y era querida

 y respetada por los miembros de la comunidad. 

Su vida era aparentemente tranquila. Su padre 

efectuaba sus servicios religiosos y su feligresía 

lo estimaba y quería como a un hombre bueno, 

que los escuchaba y les daba consejos y guía espiritual para mejorar sus existencias.

Sin saber lo que realmente ocurría, sus feligreses habían bautizado al pastor como

 “Padre Barba Azul”, debido a la negrísima barba que utilizaba en esa época. Cuando

 la verdad se supo, el sobrenombre tomó un nuevo y macabro significado.

Ágnes en sus días de bibliotecaria

Ágnes explotó en noviembre de 1997: después de denunciar a su padre en 1992 por el

 abuso sexual, volvió a acudir a la policía, confesando los asesinatos de sus

 desaparecidos parientes. Según declaró, ella sabía sobra la muerte de todos, aunque

 personalmente solo era responsable por el asesinato de su madre Ilona, y había

 colaborado en el asesinato de Dániel, Zoltán y Andrea. Ágnes se negó a decir nada

 sobre la desaparición de Tünde.


El modus operandi 

fue, en dos casos, la

 utilización de un objeto contundente, con 

el que ella y su padre destrozaron el 

cráneo 

de sus víctimas. A otros dos los mataron

 de 

un tiro en la cabeza. Los cadáveres fueron desmembrados después. Algunas partes

 del cuerpo las disolvieron en un tambo con ácido que había en el sótano.

Otras partes las llevaron a un matadero local para que las picaran como carne de

 cerdo. Más restos fueron abandonados en bolsas en el basurero de Anderlecht, un

 barrio de Bruselas, cercano a los rastros.

Pándy fue detenido en octubre de 1997 acusado de asesinar a sus dos esposas (Ilona

 Sores y Edith Fintor), a dos de sus hijos naturales (Dániel y Zoltán) y a dos de sus

 hijas adoptivas (Tünde y Andrea), así como de violación contra sus hijas.

El arresto

Tras ser arrestado y acusado, el juicio contra András

 Pándy, de 75 años, y su hija Ágnes, de 44, comenzó en 

el Tribunal de Bruselas, ante una gran expectación entre

 los medios de comunicación belgas. El pastor llevada

 cuarenta y cinco años viviendo y trabajando en Bélgica.

Pándy permaneció inmutable durante el testimonio de 

su 

hija. Sobre su relación incestuosa, Ágnes declaró: “Me

 dijo que me iba a iniciar, que no debía decírselo a nadie y que sería nuestro pequeño secreto”.

El testimonio de Ágnes

Ágnes, a quien las lágrimas le impidieron en varias ocasiones seguir el relato de los

 hechos, confirmó que, tal y como había dicho a la policía, asesinó junto con su padre 

a cinco miembros de su familia. La hija del pastor protestante, fruto del primer

 matrimonio de Pandy con Ilona Soares, explicó que asesinó, instigada por su padre, a

 su madre y a su hermano Daniel de un tiro en la cabeza.

Según Agnes, fue él quien mató a su hijo Zoltan, a su


 segunda mujer (Edith Fintor) y a su hija adoptiva

 Andrea, aunque ella estuvo en todo momento al

 corriente de las intenciones de su padre e insistió

 en que cada uno de estos asesinatos fue

 premeditado.

La reconstrucción de hechos


La policía

 localizó restos

 de varios cadáveres tras indagar en las casas que

 poseía el pastor. Eso terminó de hundirlo. Pándy

 fue sentenciado de por la vida en prisión. A su hija 

Ágnes le dieron veinte años.

Asombrosamente, cuando cumplió ochenta años

, las autoridades de la prisión decidieron enviarlo a 

un asilo para ancianos jubilados, donde paso sus 

días en completa tranquilidad. Allí ha vuelto a 

predicar.

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