Varios países de Medio Orientes sufren el viernes de una tormenta de nieve histórica. En los territorios palestinos, la ola ha sido leve, pero en Siria, ya causó la muerte de dos niños.
"Estamos lidiando con una tormenta que no vivimos nunca antes", dijo hoy el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, y añadió: "Un tsunami". La Ciudad Santa estaba tapada hasta por medio metro de nieve.
Miles de automovilistas quedaron varados hasta por diez horas en autopistas tapadas de nieve en las montañas alrededor de Jerusalén y tuvieron que ser rescatados por socorristas, informó el diario "Haaretz".
En amplias partes de Jerusalén se cortó la electricidad, en muchos hogares la única fuente de calefacción. La policía llamó en todo el país a las personas a quedarse preventivamente en sus casas, ya que conducir en las calles implica "un riesgo de vida".
Muchas escuelas en Cisjordania y en la Franja de Gaza estuvieron cerradas por segundo día consecutivo por la nieve y por las inundaciones en las zonas más bajas.
En la Franja de Gaza resultaron heridas al menos 30 personas al venirse abajo sus precarias viviendas. La nieve incluso alteró el plan de reuniones del secretario de Estado norteamericano John Kerry, que se encontraba en la zona para actuar como mediador en las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Estas masas de nieve poco habituales para la región volvieron prácticamente intransitables todas las calles de Jerusalén. La administración de la ciudad, que no está preparada para este tipo de clima, se vio sobrepasada.
Barkat pidió ayuda a los militares, que ayudaron a llegar a destino a un convoy con provisiones que se dirigía a Jerusalén.
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