Se desliza
intolerable y bella,
la nostálgica sombra
de la noche
prendida de la endemoniada estrella,
resurgiendo extraña
del abismo negro.
Una cruz elevada marca el duelo.
Y el rayo fulgurante ve la espada
cruzando ensangrentada por el cielo.
Abajo,
mas abajo;
las almas despintadas buscan cuerpos,
y persiguen los rastros del infierno.
Se levanta el silencio del olvido
y se escucha la voz del Anticristo.
-Mundo mio,
venid a mi adorada espera; a mi
venid, que el tiempo nos consuela.
La estrella brilla, el mundo se oscurece.
Y los demonios
inician su fiesta.
Incienso y sacrificio
esplendoroso,
marcan tres veces seis.
Y los cuerpos marcados
se ven irreverentes,
y sus almas atadas
nunca libres serán.
El demonio festeja con audacia.
Y en lo alto,
mas alto;
lo santo y lo divino se entristece...
intolerable y bella,
la nostálgica sombra
de la noche
prendida de la endemoniada estrella,
resurgiendo extraña
del abismo negro.
Una cruz elevada marca el duelo.
Y el rayo fulgurante ve la espada
cruzando ensangrentada por el cielo.
Abajo,
mas abajo;
las almas despintadas buscan cuerpos,
y persiguen los rastros del infierno.
Se levanta el silencio del olvido
y se escucha la voz del Anticristo.
-Mundo mio,
venid a mi adorada espera; a mi
venid, que el tiempo nos consuela.
La estrella brilla, el mundo se oscurece.
Y los demonios
inician su fiesta.
Incienso y sacrificio
esplendoroso,
marcan tres veces seis.
Y los cuerpos marcados
se ven irreverentes,
y sus almas atadas
nunca libres serán.
El demonio festeja con audacia.
Y en lo alto,
mas alto;
lo santo y lo divino se entristece...