Si su versión es cierta estaríamos ante una de las asesinas en serie más sanguinarias
de Estados Unidos.
Miranda Barbour, de 19 años, detenida a mediados de noviembre por el asesinato de
un empleado de un centro comercial en Pensilvania, aseguró en una entrevista desde
prisión haber matado a 22 personas en Alaska, Texas, Carolina del Norte y California.
Todo ello con ayuda de Elyette, su marido, de 22 años, con el que se había mudado
recientemente a Pensilvania.