La desaparición del avión de Malasia y Casos de llamadas misteriosas.

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Un grupo de pescadores ha encontrado en el mar una balsa salvavidas a unas 10 millas náuticas de Port Dickson, localidad de Malasia situada a 90 kilómetros de Kuala Lumpur, la capital del país, lo que podría dar alguna pista sobre el avión perdido el sábado con 239 personas a bordo, informa 'Asia One'. 
Tras cuatro días de búsqueda no se ha encontrado ninguna pista que lleve a encontrar la aeronave, que despegó el sábado pasado de Kuala Lumpur con destino a Pekín cuando desapareció de los radares. Varios informes parecen indicar que el avión cambió de rumbo, y este nuevo reporte podría corroborar que la aeronave se salió de la ruta establecida.



Mientras la Interpol sostiene que la desaparición no se debe a un atentado terrorista, las autoridades de Malasia y la CIA no descartan del todo esta posibilidad. No en vano, varios expertos sugieren que una bomba o un misil pudieron hacer estallar la aeronave, motivo por el que expertos nucleares están utilizando sus herramientas de infrasonido para averiguar si se produjo una explosión en el cielo. El misterio, que sigue sin tener explicación, apenas deja elementos para esclarecer la catástrofe si se tiene en cuenta que la aeronave desapareció sin dejar una señal de socorro y que los rescatistas de una decena de países no han podido encontrar ni un tornillo tras 4 días de intensa búsqueda. 


Con la tecnología de seguimiento disponible en la actualidad parece increíble que un avión que transportaba a 239 pasajeros pudiera en cuestión de minutos desaparecer en pleno vuelo. Los registradores de datos de vuelo, los transpondedores de localización y la comunicación por radio no logran explicar cómo el Malaysia Airlines Boeing 777 pudo desvanecerse el sábado pasado sin dejar rastro. 


Agujero negro aeronáutico


Según explicó Stewart John, experto aeronáutico y miembro de la Real Academia de Ingeniería, al diario británico 'Mail Online' existe la posibilidad de que el avión entrara en un "agujero negro aeronáutico", una zona misteriosa donde se apaga el sistema transpondedor y se pierde la comunicación. Si la aeronave se mantuvo en el aire después de su último registro —sostiene— entonces en la actualidad puede encontrarse a cientos de kilómetros de distancia de donde los rescatistas la están buscando. 


Sin embargo, no queda claro por qué algunos familiares aseguran que los dispositivos móviles de las víctimas tienen señal. Cabe recordar que tras el accidente de un avión de Air France en 2009 se barajó la posibilidad de que la aeronave entrara en un agujero negro del Océano Atlántico, información que nunca fue confirmada. 


El misterio de los teléfonos


La desaparición del avión se vio envuelta de un misterio aún mayor después de que los familiares de los pasajeros informaran que habían sido capaces de llamar a los teléfonos de sus seres queridos: "Hay señal, pero nadie contesta", dicen. 


Alan Spencer, experto en telecomunicaciones, explica al diario que si los teléfonos están sonando puede que realmente no se encuentren bajo el mar, ya que los teléfonos solo timbran si están encendidos y se encuentran cerca de algún servicio telefónico. De esta forma se puede concluir que si los teléfonos están sonando, el avión tiene que haber aterrizado en tierra y no en el mar, y encontrarse además en un lugar con servicio telefónico. 


Guerra electrónica


Una teoría aún más extraña plantea recurre a la guerra electrónica tras confirmarse que abordo del avión había al menos 20 pasajeros de Freescale, un fabricante estadounidense de semiconductores. Cada uno de estos pasajeros tenía conocimiento especializado sobre tecnología electrónica para aplicaciones de defensa. 


Según un informe del portal 'Before It's News', esta hipótesis, que se apoya en una tecnología de 'encubrimiento' para desviar objetos, como un avión, sugiere que los expertos pudieron hacer que el avión desapareciera de los radares, desactivando sus sistemas de seguridad. 


Cabe la posibilidad de que el vuelo MH370 del avión de Malaysia Airlines se encuentre envuelto en una guerra electrónica de alta tecnología que se utiliza en la actualidad, afirma 'Before It's News'. "De hecho, este tipo de tecnología es precisamente con la que cuenta Freescale, que contaba con 20 de sus empleados a bordo del vuelo desaparecido", reza el informe. 


Esta hipótesis cobra más valor si se tiene en cuenta que la compañía lanzó recientemente una iniciativa de gran envergadura para responder a las necesidades de energía de radiofrecuencia de la industria aeroespacial de EE.UU. y en el sector de defensa. 


Explosión en el aire


Expertos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares intentan detectar si se produjo una explosión a la altitud a la que volaba el avión desaparecido con ayuda de sensores de infrasonidos. 


De esta manera, las autoridades pretender descartar que el avión fuera objeto de un ataque con bomba o misil, así como un fallo en alguno de los dispositivos que derivase en una explosión. 


Caída catastrófica


Por su parte, el experto Martyn Thomas considera que el avión pudo sufrir una descompresión descontrolada y repentina, lo que habría desencadenado una caída catastrófica que destruyó, a su vez, todos los equipos de comunicación. 


En este escenario —explica el experto— el avión pudo volar haciendo uso del piloto automático sin ninguna influencia humana y "podría estar en cualquier lugar" en un radio superior a los 2000 kilómetros donde se lo buscan. 

El avión no está en mar, sino en la selva


El misterio de por qué no se han encontrado restos en el mar o en tierra también desconcierta a los expertos, si bien una teoría apunta a que el avión se estrelló en la selva, donde los altos árboles propios de la región podrían fácilmente cubrir el lugar del accidente. Esta posibilidad no parece tan descabellada si se tiene en cuenta que algunos informes apuntan a que el avión cambió de rumbo.

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