No obstante, los autores de la teoría no ocultan el hecho de que la deducción de que
los mayores impactos de meteoritos ocurren cada 35 millones de años se basa en una
evidencia estadística muy superficial basada en recientes estudios de cráteres de más
de 20 kilómetros de diámetro, que suelen proveer unas dataciones poco puntuales.
Otro problema es que la materia oscura como la conocemos no es capaz de formar
dicha membrana delgada debido a la falta de la posibilidad de interactuar. Pero sí lo
podría hacer una forma de materia oscura hipotética descrita por los físicos el año
pasado. La existencia de dicha forma de materia oscura podría ser comprobada
durante próximos estudios astronómicos.
A pesar del carácter especulativo, la nueva teoría podría volverse científica permitiendo
a los investigadores hacer predicciones basándose en esta nueva idea exótica.