UN BUEN COMISARIO
Miro las aguas del rió, llevan
un cuerpo, miro mi reloj de pulsera,
terminó mi turno de
mirar las aguas
del rió.... de vigilar la salida
de las niñas del colegio.
Hoy tampoco he descubierto al asesino,
regreso a casa, me rindo, mi esposa
me besa en la frente. Mañana encontrarán
otra muerta, otra sin ropa ni nada,
me encargarán que investigue,
hasta la noche cerrada: bosques,
campos y los barrizales, los perros
sin dar con pistas. El pueblo horrorizado
quiere que dé con el culpable,
siempre fui un buen comisario, esta vez
no atrapo a ese hijo de puta
que cuando me miro al espejo
me observa desde el otro lado
porque siempre me persiguiere
a mi mismo.