OSCUROS Y SEDIENTOS DE SANGRE

Tras la muerte del crepúsculo ellos renacen
Noche tras noche sedientos de sangre.
Frígidos cuerpos que el llamado de la luna acuden,
Desde sus sepulcrales lechos
Guiados por su hambriento e insaciable dios de las tinieblas.
Condenados a la eternidad, padeciendo un vicioso apetito.
Reclamando las almas.
Amparados por la oscuridad olfatean y observan
Indefensas e inocentes carnes
Inconscientes de su destino por venir.
Almas corruptas, errantes en los eones eternos.
Pena sin fin,
Alimentados de sufrimiento.
Succionando hasta el ultimo suspiro,
hasta la ultima gota de miedo.
Dependientes del exilir vital
Hambrientos cada día mas
Desvanecen conciencias, vacían los cuerpos.
Noche tras noche, en eterno tributo a su oscuro señor.
Excitados en medio de la miseria
Arrancando la esencia, desterrando al abismo.
Al caer la aurora
Bañados en sangre, pagando sus culpas,
Vuelven a sus lechos de rosas marchitas
Al sueño interrumpido, tormentoso
Apuñalados por espinas y consumidos por la rabia
Esperando el ocaso
Para otra fatídica noche,
que se repetirá hasta el amargo e inconcluso final

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