La muerte de los 43 estudiantes fue confirmada en rueda de prensa por el procurador general de México, Jesús Murillo Karam.
La Procuraduría General de la República también ha confirmado la detención hace 8 días de otras 3 personas implicadas en este crimen perpetrado hace 41 días. Los tres detenidos, miembros del cártel Guerreros Unidos, confesaron el asesinato. La PGR confirmó también la implicación de policías en la ejecución de 4 personas.
Durante la rueda de prensa se mostraron fotografías de los restos calcinados hallados durante la investigación y varios extractos de los videos con las confesiones. En particular, los sicarios detenidos confesaron haber detenido a "43 o 44" personas y relataron cómo fueron quemados los cadáveres y como intentaron a deshacerse de los restos. Confesaron que quemaron los cuerpos de los estudiantes en el basurero del municipio Cocula durante más de 12 horas, arrojándoles llantas, gasolina, leñas, etcétera.
Karam resaltó que no existe evidencia alguna de que los 43 estudiantes formaran parte o auxiliaran a algún grupo criminal.
Durante una reunión mantenida previamente con los padres de los estudiantes desaparecidos, Karam reveló que fueron halladas bolsas, presuntamente con sus restos calcinados. Más tarde, explicó en rueda de prensa que debido al alto nivel de calcinación de los restos resultará muy difícil realizar análisis de ADN. Sin embargo, la investigación quedará abierta hasta que se identifiquen los restos. Hasta este momento, los estudiantes seguirán siendo considerados como desaparecidos. Por la misma razón la PGR no comprueba oficialmente que los restos hallados eran de estudiantes.
De momento, no ha sido confirmada la responsabilidad de José Luís Albarca, el alcalde de la ciudad de Iguala donde tuvo lugar el crimen, que permanece detenido por otros crímenes. Sin embargo, según PGR, algunos indicios apuntan a que fue él quién dio la orden de ejecución.