El director de cine y fotógrafo británico Danny Cooke ha pasado una semana en Chernóbyl para filmar un documental para la televisión estadounidense.
Cooke ha colgado en la Red solo una pequeña parte del material que grabó usando un dron y una cámara, pero lo publicado basta para asomarse a un cuadro apocalíptico.
"Este año me las he arreglado para visitar Chernóbyl, donde he trabajado en el proyecto '60 minutes' para CBS News", apunta Cooke.
"Chernóbyl es uno de los lugares más emocionantes y peligrosos que he visitado. La catástrofe nuclear que ocurrió en 1986 (un año después de mi nacimiento) influyó sobre mucha gente, incluida mi familia, que en aquel momento vivía en Italia. No me puedo imaginar lo terrible que fue para los cientos de miles de residentes locales que fueron evacuados", escribe.
"Durante mi estancia me encontré con un montón de personas increíbles, y una de ellas fue mi guía Eugene, también conocido como 'Stalker'. Pasamos una semana juntos, explorando [la planta nuclear de] Chernobyl y Pripiat, una ciudad abandonada que se encuentra cerca. Se siente algo sereno e inquietante en este lugar. El tiempo se detuvo allí y estábamos rodeados de recuerdos de eventos pasados", explica.
"Filmaba armado con una cámara y un contador [de radioactividad] Geiger".