Las teoría más aceptada sobre nuestra evolución dice que el Homo sapiens
se originó en África y de ahí migró al norte, hacia regiones más
templadas, para luego diseminarse por todo el mundo.
Pero, en el momento en que el H. sapiens empezaba a evolucionar, vivían
también otras especies de Homo más primitivas como el H. erectus (el que
caminaba en dos patas), el H. habilis (el que usaba herramientas) y el
H. neanderthalensis (los primeros en hacer pinturas rupestres).
Entonces, ¿es posible que nuestros primeros ancestros se mezclaron con estas poblaciones de humanos arcaicos?. Según un artículo publicado en PNAS, si.
Tras el secuenciamiento de los genomas del Neandertal y del Denisova
hemos visto que la mezcla entre poblaciones de humanos modernos con
poblaciones de humanos más antiguos ha sido un proceso importante dentro
de nuestra historia evolutiva. Los europeos y asiáticos tienen entre un 1% y 4% del genoma de los Neandertales, mientras que los Melanesios tienen entre un 4% y 6% del genoma de los Denisovas. Sin embargo, estas mezclas se dieron una vez los humanos modernos salieron del continente africano [Leer mi artículo: ¿De dónde venimos los humanos?].
Pero, ¿qué pasó antes que el H. sapiens saliera del África? y ¿qué pasó
con las poblaciones de humanos modernos que se quedaron en África?.
Hasta antes de leer este artículo
publicado por el equipo del Dr. Michael Hammer, un biólogo
evolucionista de la Universidad de Arizona, yo creía que los africanos
eran las poblaciones humanas ‘más puras’ de todas ya que no llegaron a
mezclarse con las poblaciones de Neandertales ni de Denisovas. También
creía que los humanos modernos descendieron de una población
genéticamente aislada de las otras poblaciones de humanos más arcaicos.
Sin embargo, según reportan Hammer y sus colaboradores, el 2% del genoma
de las poblaciones de africanos modernos proviene de otras especies
relacionadas más ancestrales. En otras palabras, no existe una línea
pura de H. sapiens.
Hammer et al. llegaron a esta conclusión a partir del análisis de
diferentes regiones de ADN no codificante de seis poblaciones africanas
sub-saharianas —entre ellas los Aka, losSan y los Mandinga
(dos de cada grupo)— las cuales se creen que son descendientes directos
de las primeras poblaciones humanas de África. Al ser poblaciones
pequeñas, es más probable que las evidencias genéticas —si es que las
hubiera— de la mezcla con otras poblaciones de humanos arcaicos se hayan
fijado en su genoma.
Sin embargo, a pesar que se ha obtenido ADN de Neandertales y Denisovas
de más de 30,000 años de antigüedad, es imposible obtener ADN de
poblaciones de humanos más primitivas como el H. habilis o el H.
erectus, porque ellos vivieron en regiones tropicales donde la humedad y
la temperatura son sumamente altas. Bajo estas condiciones, el material
biológico no puede preservarse por mucho tiempo. Entonces, ¿de donde
sacaron que hay un 2% de ADN de especies de humanos más arcaicas?.
Para superar este ‘pequeño’ inconveniente, Hammer et al. desarrollaron
programas bioinformáticos que permitían detectar regiones inusuales en
el genoma de las poblaciones africanas. Los investigadores encontraron
secuencias que eran más divergentes de lo esperado en los cromosomas 4,
13 y 18, lo que indicarían que tienen un origen distinto a las
secuencias modernas. En base a su longitud, estas secuencias fueron
introducidas en el genoma de los humanos modernos hace unos 20,000 a
60,000 años atrás. Hammer también cree que estas secuencias pertenecen a
miembros del género Homo que divergieron de los humanos modernos hace
700,000 años, mucho antes que el H. sapiens adquiriera sus
características más peculiares, hace unos 200,000 años.
Si bien las herramientas bioinformáticas son útiles para hacer buenas
predicciones y modelamientos estadísticos, muchas veces no se ajustan a
la realidad. Hammer et al. basaron su análisis en la secuencia de 61
marcadores moleculares, los cuales no son suficientes para representar
el gran tamaño del genoma humano. Sin embargo, se presenta una buena
evidencia para seguir investigando. Si los Neandertales y Denisovas se
mezclaron con los humanos modernos después de la emigración del África,
¿por qué no pudo haber una mezcla, con otras poblaciones de humanos más
antiguas, antes de la salida del continente africano?.
Tal como menciona el experto en ADN ancestral Steve Pääbo, cuando se
habla de los Neandertales, Denisovas y otros humanos ancestrales no
podemos referirnos a ellos como especies diferentes, ya que se ha
demostrado que tuvieron la capacidad de cruzarse con los humanos
modernos y generar descendencia fértil, así que no han tenido un
aislamiento reproductivo. En otras palabras, no son más que poblaciones
diferentes de la misma especie, al final todos son H. sapiens. Tal vez
el H. habilis o el H. erectus, pudo mezclarse con los H. sapiens más
primitivos, otorgando características que nos han permitido evolucionar
de la manera como lo hemos hecho.
Que los humanos arcaicos favorezcan nuestra evolución no es una idea
alocada. Según un artículo publicado el mes pasado en Science,
Abi-Rached y sus colegas sugieren que el cruce de los humanos modernos con los Neandertales y Denisovas potenciaron nuestro sistema inmunológico.
Referencia:
Hammer et al. Genetic evidence for archaic admixture in Africa. Proceedings of the National Academy of Sciences doi:10.1073/pnas.1109300108 (2011)
Datan mezcla genética entre humanos y neandertales
Investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en
Alemania, y de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, apoyan esta
teoría en la medición de fragmentos de ADN de genoma de europeos que
guardan similitud con el de los neandertales
Los humanos y neandertales se mezclaron entre hace 37 mil y 87 mil años,
después que los ancestros del ser humano moderno abandonaran Africa,
publicó la revista PLOS Genetics en su edición más reciente.
Investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en
Alemania, y de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, apoyan esta
teoría en la medición de fragmentos de ADN de genoma de europeos que
guardan similitud con el de los neandertales.
Aunque el cruce genético entre ambas especies ocurrió en esa época, se
produjo antes de que los humanos modernos extendieran su presencia en
Eurasia, indicaron los investigadores.
Un estudio difundido en el 2010 por expertos del Instituto Max Planck de
Antropología Evolutiva confirmó que entre neandertales y humanos hubo
mezcla genética.
Cuando esos científicos al mando de Svante Paavo secuenciaron el genoma
neandertal descubrieron que los no africanos comparten más variantes
genéticas con esa especie humana desaparecida que los que pertenecen al
continente.
Otras investigaciones, sin embargo, ponen en duda que humanos y
neandertales tuviesen descendencia y sugieren que la similitud genética
puede deber su origen a un ancestro común.