Planeta Azul se presenta nuevamente, esta vez, adentrándose en los orígenes de la enigmática cronología prehistórica concebida en el marco del inclasificable fenómeno Anton Parks.
El autor francés auto-educado, Anton Parks, produjo en Le Secret des Etoiles Sombres una épica saga de ciencia ficción y una fantasía heroica….o un libro de “historia”? El trabajo de Parks sigue siendo inclasificable, ya que plantea las preguntas esenciales. Que Estaba sucediendo en la tierra antes de la llegada del hombre?
Que condujo y provoco el Advenimiento de las civilizaciones humanas? El autor de Le Secret des Étoiles Sombres (El Secreto de la Estrella Oscura) cautiva a miles de lectores alrededor del mundo con su reporte épico del origen de la civilización humana. Pero no nos equivoquemos: en esta forma novelesca, Parks pudiera haber restaurado para nosotros nuestro verdadero génesis, aquel que esta delineado en los textos sumerios, clarividentemente decodificado y presentado sin complejidad. Revista Nexus (Edición Francesa) No 43-44, Primavera-Verano 2006. Somos el fruto de complejas interacciones con entidades extraterrestres, las cuales durante largo tiempo hemos tomado por “Dioses”.
Lejos de los paradigmas del Darvinismo y el creacionismo, Parks propone una exogenesis de la humanidad, basada en el desciframiento de grandes mitos fundamentales, pero también en textos sumerios y bíblicos. Un fascinante viaje de nuestros orígenes finales. Karmapolis en Nexus Magazine (Edición Francesa) No. 50, Mayo-Junio 2007. A continuación para una mayor ilustración de este fenómeno es necesario esculcar los “ANALES DEL GINA’ABUL”.
El libro de Anton Parks, El Secreto de la Estrella Oscura, Le Secret des Etoiles Sombres, (Volumen Uno de la serie) pudiera ser una novela, construida para ilustrar, por medio de una cautivadora narrativa del autor, una visión humana de antecedentes prehistóricos – más bien un trasfondo histórico prehumano – obtenido a través de su profundo análisis lingüístico de las antiguas lenguas de Mesopotamia: sumeria, acadia, babilónica. Sin embargo, el mismo Parks no cree que sus libros sean trabajos de ficción.
Más bien, son una transcripción de experiencias que él tuvo – a través de una proyección impuesta de realidad virtual, o una combinación de cuentas parapsicológicas u otro proceso para el cual no podemos ni siquiera proponer un nombre – aquel introducido sobre él y que abrumo su vida diaria durante muchos años. Antes de leer sus libros, uno necesita saber lo que son.
La mejor manera de comenzar a entender es a través de la propia descripción de Parks de como adquirió el esta información. Para ello, a su vez, nos volcamos a una penetradora entrevista de Parks conducida por Alain Gossens de Karmapolis.be [K1].
Esta amplia entrevista también sirve como una síntesis de la trilogía, y como tal, fue una ayuda para organizar y comenzar a escribir esta y las siguientes publicaciones, en torno a este fenómeno, las cuales también incorporaran información de comunicados de Anton Parks y de los mismos libros, cuando sean publicados. Las experiencias de Parks comenzaron a la edad de catorce años, en 1981, con una serie de “destellos” que ocurrirían a cualquier hora del día, y completamente más allá de su control.
Esto eventualmente evoluciono a “visiones” que tuvieron lugar de una a tres veces cada día. Las visiones parecían de alguna manera estar relacionadas, o eran detonadas por las luces del ambiente en el momento de su aparición. La luz de las visiones tenía elmismo “espectro” que la luz del alrededor. Venían como “chorros de luz” desde arriba, penetrando la parte superior de su cabeza, al nivel del “séptimo chakra principal”. Esto lo desconectaría instantáneamente de su alrededor, y lo movería hacia escenas completas, incluyendo el aspecto de sonido.
Él se encontraría “dentro” de un determinado ser, y usualmente encontraría el mismo conjunto de “personajes” en torno a él. Estas experiencias de vida tomarían de dos hasta diez minutos. Sin embargo, si había gente alrededor de Parks al momento que ocurrían las visiones, no parecían notar que nada especial hubiese sucedido, lo que conduce a Parks a creer que habría estado ausente solo por unos pocos segundos, a lo sumo, en su tiempo.
Parks lucho por comprender la fuente de esas visiones y su significado. No fue sino hacia el final de los noventa y luego de mucha investigación, que el logro entender que estaban relacionadas con la civilización sumeria y con un lenguaje del cual surgió la lengua sumeria. …
Tomo algún tiempo poner orden en toda esta historia – los diversos personajes y sus caracteres, sus numerosos nombres, las diferentes razas, los planetas, las dimensiones – todo eso no había estado claro desde un principio, especialmente puesto que yo estaba recibiendo la información por medio de estos “destellos” desordenados. …Orden y comprensión vinieron naturalmente con el transcurso de los años, sin duda debido a la creciente cantidad de información que fui capaz de acumular.
Y estaba esta sensación de “deja vu”, de conocer o reconocer las personalidades de los jugadores. Es un mundo aparte, verdaderamente separado del nuestro, pero tan vivo y, a pesar de todo, tan cerca de nosotros de diversas formas… He descubierto por casualidad la literatura sumeria muy tarde, hacia finales de 1999 y principios de 2000. Sí, eso fue un shock y, ante todo, una motivación suprema para mí a escribir las Crónicas. Algunos lugares descritos en los documentos Mesopotámicos, y la mayoría de los principales personajes, son relativamente acordes con lo que he recibido, pero las tablillas carecen de muchos detalles y numerosos elementos… y, de hecho, no todo está en acorde con lo que he recibido, con mis “visiones”.
Las tramas de la historia que relato, no obstante, se encuentran en algunas tablillas de arcilla; esto es porque no tengo duda alguna de esta “capacidad” de interpretar el simbolismo de los documentos mesopotámicos. Parks también comenzó a considerar aspectos de la teoría de la reencarnación, en su afán de poder comprender lo que le estaba sucediendo a él.
El personaje cuya identidad Parks asumió en sus visiones portaba el nombre de “Sa’am”, y era el “destino” de Sa’am el que Parks estaba recreando. Sa’am pertenecía a un grupo de razas “reptiles”, conocidas como los Gina’abul, y estas son las divinidades de quien escriben en las tablillas mesopotámicas.
Sa’am tenía un cierto cristal que era llamado “Girkú”. La información que Parks estaba recibiendo estaba, de alguna forma, viniendo del cristal, lo cual lo condujo a preguntarse si la experiencia estaba siendo recreada en su mente por el cristal o si el realmente era este “Sa’am” a quien pertenecía el cristal.
Después de muchos años de vivir con estas visiones, Park encontró que le estaba tomando demasiado de su vida, y comenzó el proceso de reducirlas y bloquearlas. Esto tomo muchos meses, pero el fenómeno eventualmente desapareció, en 1991, alrededor del tiempo de la primera Guerra Persa del Golfo. Volviendo a los términos con la experiencia, Parks decidió que no era necesario saber con seguridad si el verdaderamente era el personaje se Sa’am, aunque en lo profundo de su ser él está convencido que es así. Quizás esto fue lo que lo condujo a comenzar un estudio de los antiguos textos mesopotámicos.
Él y sus asociados pronto fueron choqueados de encontrar que la historia que ellos relataban era prácticamente idéntica a lo que el había recibido – o había vivido – en sus visiones. Persiguiendo un interés en la lengua sumeria, y ayudado por sus “destellos”, Parks descubrió el “código lingüístico de los ‘dioses’”. Eventualmente lo que se volvió más importante fue la necesidad de escribir y publicar la información que estaba recopilando.
Comenzó su tarea en el periodo de 2000-2001. Su trabajo, al ser completado, consistirá de cuatro volúmenes, conteniendo estrictas transcripciones de lo que recibió durante un periodo de diez años, más la subsecuente investigación cuestionando la posible validez de las visiones.
Citamos una nota del autor al génesis de Adán: En el tiempo en que “El Secreto de las Estrellas Oscuras” fue impreso sobre mí, yo no sabía cómo revelar la fuente de toda esta historia. No parecía estarla canalizando, hablando apropiadamente. Para explicar todo aquello que me fue revelado a mí en base diaria durante una docena de años, a través de la intermediación de los incontrolables “chorros de luz” apenas me encanto. Esta situación fue tan difícil para mí que incluso ahora es difícil aun recordarla claramente.
Años de esto habían hecho pedazos mi vida. Había optado no hablar de ello, por lo menos al principio, pensando que “aquellos que sabían” verían claramente de donde es que venía. En cuanto a la mayoría de otros lectores, aquellos que están menos “en la jugada”, yo imaginaba que estarían conformes con tomar esta información como aquella encontrada en un ensayo sobre el origen de la humanidad, o incluso como una novela, dado que la narrativa está escrita en esa forma.
Cuando uno tiene información importante para comunicar, todos esos métodos son buenos… Pero escogiendo la manera de transcribir esta serie si se presentaba como un problema para mí, durante largo tiempo. Hace varios años, cuando finalmente decidí comenzar a escribir, comencé a componer el primer volumen en la forma de un ensayo.
Pero después de unas cien páginas, note que no sería capaz de incluir todos los detalles que había recibido, por lo que abandone este acordamiento y escribí la parte central del libro – es decir, contar la historia – como una narrativa.
Esto me permitió poner la total especificación de esta historia sin “tabús”, y fui capaz de preservar la singular sensación de encontrarme a mí mismo en el cuerpo del personaje principal, tal y como lo tuve en el tiempo en que recibí todo esto. Luego preserve el contenido de mis investigaciones histórico-mitológicas y lingüísticas para las notas al pie de página y para los apéndices, como lo he hecho también con mi trabajo presente.
Esto explica porque dos diversos estilos de escritura coexisten en los volúmenes de esta serie. Haciendo una Comparación con el Trabajo de Otros Investigadores. Parks ha examinado lastraducciones de Samuel Kramer, Jean Bottero, Marie-Joseph Seux, Thorkild Jacobsen, Rene Labat y Andre Caquot. Mientras que estos difieren unos de otros, su información base es la misma, y Parks y sus asociados no pudieron menos que notar una sorprendente similitud entre sus destellos y la historia básica escrita en las antiguas tablillas de barro – ciertamente de más de 5,000 a 6,000 años de antigüedad!
Fue todo lo que Parks pudo hacer para frenarse de cavar demasiado hondo en estas traducciones, como para continuar preservando intacta la historia que el había recibido, la cual contenía numerosos elementos que estaban totalmente ausentes de las tablillas. Encontró llamativas similitudes sobre conceptos que tenían que ver con clonación, bien detalladas en las tablillas, las cuales también habían sido discutidas por los autores modernos como Zecharia Sitchin, R. Boulay, y David Icke.
Más importante fue la información relacionada con el personaje central, conocido en el primer volumen de Parks como Sa’am, quien tomo otros nombres mientras estuvo sobre la Tierra – aunque ya no se habló más de esto en la entrevista.
Muchos de los personajes presentados en Le Secret vinieron a la Tierra y persistieron en las épocas sumerias, egipcias y “bíblicas” bajo varios nombres.
Todos estos son discutidos en elGénesis de Adán. Parks escribe (Le Secret, Nota 4): ” Veremos que los primeros humanos en el continente africano fueron procurados sobre un periodo de varios milenios, para el propósito de minar oro para el “Bestiario Celestial”.
En el curso de su lectura, usted aprenderá porque era tan importante el oro para los Gina’abul. Vera que mis ideas son totalmente originales y absolutamente distinguibles de aquellas propuestas porinvestigadores independientes que afirman haber leído en las tablillas de barro (debo preguntar, .donde???) que los “dioses” sumerios habitaban un planeta llamado Nibiru (o Neberu) y que el oro les servía como un componente activo en la formación de su atmosfera, la cual ya no retenía la luz solar (sic!)
No sé de dónde vino esta información, pero muy claramente, ni una sola tablilla de arcilla afirma que Nibiru (o Neberu) es el planeta original de los “dioses” sumerios llamados Anunna [ver Razas]; por el contrario, la única morada celestial que es mencionada muy claramente es Duku de la cual hablaremos una y otra vez.
Observe también que Duku es realmente el nombre de un planeta, pero también se convirtió en el nombre de un hábitat orbitante el cual el Bestiario Celestial, una vez confinado a la tierra, construyo para poder sobrevivir. Los sumerios usaban este mismo nombre para designar capillas en las antiguas ciudades de Eridu y Nippur. Estos lugares de culto simbolizaban la manifestación terrestre de las “colinas primordiales” de los “dioses. En un segundo trabajo de esta serie, igualmente evocaremos el Dukug, del cual el sentido es estrictamente el mismo como lo era el nombre de la montaña en donde se estableció el Bestiario Celestial al borde de la llanura de Mesopotamia.
RECOPILACION INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS