Por cerca de tres décadas, docenas de misiones extranjeras provistas de gran tecnología han fallado en hallar la calzada que conduce a la Gran Pirámide de Guiza. Ahora, fortuitamente y sin que nadie lo esperara, el pasaje ha sido finalmente localizado gracias a un residente local que vive en las proximidades de la maravilla del mundo antiguo.
Foto del camino subterráneo hallado que lleva a la Gran Pirámide.
El residente cavaba un túnel de manera ilegal debajo de su casa cuando dio con un túnel que lleva directo a la Pirámide de Keops, la más grande de las tres en la meseta. El portal de noticias Ahram.org reporta que la persona que realizó el hallazgo fortuito pertenece a la aldea de El Haraneya en Guiza, un área donde está prohibida la excavación.
No obstante, y haciendo caso omiso a dicha advertencia, el residente excavó un pozo a 10 metros de profundidad debajo de su hogar cuando súbitamente dio con un pasaje hecho de grandes bloques de piedra.
La Policía de Turismo y Antigüedades del Ministerio del Interior fue alertada del hallazgo e inmediatamente fuerzas de seguridad se hicieron presentes en la propiedad para acordonarla.
El Ministerio de Antigüedades también fue notificado y el arqueólogo Kamal Wahid fue designado a cargo del comité de investigación. En su reporte, el comité confirmó el descubrimiento del corredor que lleva a la Gran Pirámide.
Reconstrucción artística de las pirámides de Guiza y las calzadas que conducen a cada una.
El complejo donde se encuentra la Gran Pirámide, incluía una calzada que la conectaba al llamado Templo de Keops. El descubrimiento de pavimento de basalto y caliza sugiere que este Templo del Valle próximo al Nilo está enterrado debajo de la aldea de Nazlet el-Samman. El historiador griego Heródoto, quien visito la Gran Pirámide en el siglo 5 a.C., describió la calzada como de 1 kilómetro de largo. En su Segundo Libro de la Historia, dice que la calzada era algo tan espectacular que su construcción estaba casi al mismo nivel que la Gran Pirámide en donde terminaría: (CXXIV)
En esta fatiga ocupaba de continuo hasta 3.000 hombres, a los cuales de tres en tres meses iba relevando, y solo en construir el camino para conducir dicha piedra de sillería, hizo penar y afanar a su pueblo durante diez años enteros; lo que no debe extrañarse, pues este camino, si no me engaño, es obra poco o nada inferior a la pirámide misma que preparaba de cinco estadios de largo, diez orgias de ancho y ocho de alto en su mayor elevación, y construido de piedra, no sólo labrada, sino esculpida además con figuras de varios animales.
Y en los diez años de fatiga empleados en la construcción del camino, no se incluye el tiempo invertido en preparar el terreno del collado donde las pirámides debían levantarse, y en fabricar un edificio subterráneo que sirviese para sepulcro real, situado en una isla formada por una acequia que del Nilo se deriva. La calzada de la segunda pirámide de Guiza, la de Kefrén, ha sobrevivido en cierto grado; sin embargo, en Saqqara es dónde podemos tener una mejor perspectiva de cómo lucieron en la antigüedad estos caminos.
Allí la calzada de la pirámide de Unas aún conserva una pequeña sección de un techo y en la actualidad es la mejor conservada en todo Egipto. Calzada de la Pirámide de Unas. Por ahora, se ha liberado muy poca información sobre el descubrimiento de este ancestral camino que conduce a la Gran Pirámide de Guiza.
Esto seguramente cambiará a medida que el Ministerio de Antigüedades progrese en las excavaciones.