La piedra “linga” de Shiva

Fragmento del libro de Stella Kramrisch, “Presencia de Shiva”, en el que se trata del símbolo más sagrado de la India, directamente relacionado con el Yoga

La piedra linga de Shiva ha sido colocada en el centro del santuario más interior de cada templo de Shiva en los últimos dos mil años. El linga ha si­do adorado como piedra vertical, «crecida por sí misma» del suelo (svayambhuva, «autoexistente»), y supremamente sagrada. O es un guijarro portátil cuya forma ha sido pulida por las aguas dé un río. O una forma realizada por la mano del hombre en arcilla, madera, piedra, piedra pre­ciosa o metal. El linga puede estar hecho de cualquier material. Puede ver­se y adorarse en cualquier parte: «Incluso la luminosa mancha circular que proyecta el sol sobre un espejo, y que, por su semejanza con la forma de linga, es considerado el emblema fálico de los rayos solares». Se ata un linga al cuerpo del niño recién nacido en las familias Virashaiva o Lingayat, y todo Lingayat lleva durante toda su vida un linga guardado en una funda de plata que se cuelga alrededor del cuello; este «linga representa el alma de la persona que lo lleva, que no es diferente de la divinidad Shiva». De manera menos ostensible, el linga está fijado en el corazón de los yoguis, y en el sur de la India se coloca un linga en cima del lugar de entierro de un sannyasin.

Se han encontrado en Mohenjo-daro y en Harappa figuras de arcilla con forma de linga, (figura 1) con la figura de un dios cuyo falo se muestra apuntando ha­cia arriba, en armonía con la postura yóguica (asana) del cuerpo.

Como ha señalado A. Bharati, la forma itifálica, como parte de una fi­gura representada en una postura de yoga, sería incoherente si se in­terpretara como condición «priápica». La representación itifálica de la for­ma erecta indica lo contrario en este contexto. Significa la «retención seminal» y representa a Shiva como «control completo de los sentidos y su­prema renuncia carnal». El yogui no niega el sexo, sino que transforma el impulso sexual y lo aparta de la procreación y el placer hacia la sabidu­ría intuida, hacia la libertad y la beatitud. El dios asceta, cuya simiente se eleva, cuyo linga se eleva, es uno con el dios, aunque esté en el polo opuesto, que es el portador de las semillas. Uno crea el mundo de placer y dolor, el otro libera de ellos. Su polaridad no es la de eros y tánatos, la del amor y la muerte, sino la del deseo y la liberación. Entre estos dos polos Shiva despliega la senda del yoga, de la que él es el Señor. En este diámetro de su dominio sin límites el dios actúa en to­dos los puntos. Allí, en uno de sus modos, es el Tiempo (Kala), y, siendo el Tiempo, que consume la vida, es la Muerte (Kala).

 Antiguamente, una parte de su papel se delegó en una diosa que se parecía a él. Pero el dios que se muestra como Tiempo-y-Muerte no sería Shiva si no dominara el tiempo y la muerte y superara a los dos. Una leyenda habla de Shiva escapando del linga en el que había estado in­manente. El Señor salvó de la muerte al joven Markandeya, su devoto, que estaba condenado a morir a los dieciséis años. Cuando la Muerte se apro­ximó al muchacho, que estaba adorando el litiga, Shiva apareció y desvió su amenazante figura. Shiva bendijo a Markandeya, que tuvo siempre dieciséis años y fue un joven inmortal. Y cuando el sabio Sveta, a quien había atado la Muerte, pronunció el nombre de Rudra, la Muerte le preguntó: «¿Dónde está tu Rudra [...] ¿Está en el linga?». Shiva apareció y la Muerte liberó a Sveta.

¿Es Shiva en el linga la fuente de vida que da juventud eterna? Salvaba de la muerte y tenía el poder de devolver de la muerte a la vida. En una versión de su mito, Bhargava instaló y adoró un linga para obtener el sor­tilegio de la resucitación de los muertos. Se entregó a terribles austerida­des y finalmente Shiva salió del linga. Bhargava/Sukra le ensalzó como el dios de ocho formas y el fuego y el dador de la calma en cada paso. Shiva dio a Bhargava el mrtasanjwam mantra por el que los muertos son devuel­tos a la vida. El mrtyunjaya mantra se fundió con el sortilegio Sanjivani. Igualmente, fue por la forma de linga (lingarupa) como Shiva (figura 2) resucitó a los dioses y demonios matados por el veneno Kalakuta. Por su misericordia, resucitaron como de un sueño profundo. ¿Contiene el linga al dios que es la fuente y secreto de la vida? Shiva se reveló a los dioses en el pilar linga envuelto en llamas.

El lingaes un objeto de mayor santidad y más sagrado que cualquier imagen antropomórfica. Se instala en el santuario interior de todo templo de Shiva. Las primeras esculturas que son definitivamente identificables co­mo lingas de Shiva proceden de Gudimallam, en el sur de la India, y de Mathura, y muestran una forma de pilar; la parte superior redondeada está demarcada y representa claramente el glande, de manera que el con­junto representa no sólo un pilar, sino también un falo. Por otra parte, Shiva está delante del linga, con la espalda en contacto con su forma ascendente; el falo del antropomorfo se muestra colgante en la escultura de Gudima­llam, y como urdhvalinga en la figura de Mathura. Posteriormente, a las cúspides redondeadas de los pilares se les dieron curvaturas diferentes, re­presentando diferentes secciones cónicas, con el fuste subdividido en tres secciones según proporciones geométricas. La forma total del linga se le­vanta como un volumen rígido geométricamente proporcionado.

El lingade Shiva tiene tres significados: linga como signo, linga como fa­lo y linga como substancia cósmica (prakrti o pradhana), que es el cuerpo sutil (linga sarira) de Shiva, que es la realidad absoluta, «el Purusha imperece­dero». El significado original de la palabra linga es «signo», una marca que prueba la existencia de una cosa. Así, la Svetasvatara Upanishad,donde se emplea esta palabra por vez primera en la tradición sagrada, dice que Shiva, el Señor supremo, no tiene ningún linga o marca, que­riendo decir que él es trascendente y está más allá de cualquier caracte­rística.

 Como marca distintiva, linga designa también una característica concreta y, específicamente, el signo del género o del sexo. Linga, «sig­no», no sólo significa la existencia de cosas perceptibles, sino que denota también la esencia imperceptible de una cosa antes incluso de que empie­ce a existir en su forma concreta. Así la forma del fuego, que existe en la astilla en forma latente, puede no verse, sin embargo su linga no está des­truido, sino que puede ser aprehendido por otra astilla. El fue­go en su condición latente, no encendido, el potencial del fuego, su esen­cia imperceptible, es el linga del fuego, por contraste con su forma visible (rupa) para cuya existencia es indispensable. 

La esencia imperceptible de una cosa, en su potencialidad, es su linga. La idea de la Svetasvatara Upanishad transmitida mediante la palabra linga está formulada explícitamente en las escuelas o puntos de vista (darsana) Sarnkhya y Yoga, esto es, desde el pun­to de vista de su apariencia y del de su realidad última. Linga denota aquí el «cuerpo sutil» (linga sarira) subyacente y ontológicamente anterior a to­do lo perceptible. 

El estado perceptible, en este contexto, es el cuerpo gro­sero o físico (sthula sarira), o la realidad concreta tal como aparece a los ór­ganos de los sentidos. Entre la realidad suprema y la realidad concreta está prakrti, también llamada pradhana. De esta substancia cósmica impercepti­ble proceden todas las cosas y a ella retornarán.

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