El 14 de septiembre de 1957, Ibrahim Sued, un columnista del periódico de Río de Janeiro O Globo, publicó una carta que había recibido, en relación con un incidente con un OVNI. Acompañando a la carta habian tres pequeñas piezas de metal blanco.
El autor de la carta se describe un evento en el que un "disco volador" explotó en la playa de Ubatuba, en la Provincia de Sao Paulo. Una de las muestras se analizó y los resultados mostraron un 99,99% de magnesio puro.
"Llovieron" desde la explosión del disco volador: Algunos de los metales, que había "llovido" desde el disco de la explosión, se recogieron, y tres pequeñas piezas se incluyeron en la carta a Sued. Por desgracia, la firma de la carta era ilegible. Por otra parte, la identidad de todos los testigos que el evento original junto al mar en Ubatuba sigue siendo desconocida, a pesar de extensas búsquedas por el representante brasileño de la ORAP, el Dr. Olavo Fontes. Esta falta de testigos es una de las mayores debilidades del caso de Ubatuba.
Dos incidentes separados: Esta pieza de metal fue obtenido después de una explosión de ovnis en la playa Toninha, en Ubatuba, Sao Paula Estado, el Brasil, en 1957. Esta muestra fue analizada y los resultados mostraron un 99,99% de magnesio puro. Esta otra pieza se cayó de uno de los tres OVNI que había sobrevolado la ciudad de Caminas, Estado de Sao Paulo, Brasil, en diciembre de 1954. Los ensayos demostraron que el material era 88,91% de estaño puro.
Análisis de Fragmentos: Sr. Sued dio las tres piezas de metal con el Dr. Fontes, quien a su vez tuvo uno de ellos analizados en el Laboratorio de Producción de Minerales del Departamento de Producción Mineral del Ministerio de Agricultura de Brasil. El Dr. Fontes entregó personalmente las muestras al laboratorio principal, del Dr. Fiegl, un especialista de renombre internacional. Un ensayo cualitativo, en ácido se hizo primero en un pequeño chip, que demostró que los fragmentos eran verdaderamente metálicos.
Sólo Magnesio: Uno de los fragmentos originales, la muestra N º 1 designado por el Dr. Fontes, se subdividió en varios pedazos y dos de las piezas fueron presentadas a la Sección de espectrográfico de la Producción Minera Laboratorio de análisis semi-cuantitativo Emmission Electroquímica. Una de las piezas fue analizada por la Dra. Luisa Maria A. Barbosa. El análisis reveló sorprendentemente que la muestra contenía solamente el elemento magnesio.
Primera prueba validada: Un segundo fragmento de la muestra N º 1 se sometió a un análisis espectrográfico por separado por el Sr. Teixeira Elson del Laboratorio de Producción Mineral. Sr. Teixeira, confirmó el Dr. Barbosa conclusión de que la muestra N º 1 fue de magnesio puro. Otras pruebas se realizaron en fragmentos de la Muestra N ° 1. Estos incluyen patrón de Debye-Scherrer-Hull polvo difracción de rayos X análisis, medición de la densidad, y las pruebas de radiación.
No podía ser hecho en la Tierra: La importancia de Barbosa y las conclusiones del Sr. Teixeira es que es imposible producir cualquier elemento, terrestre, que es absolutamente espectrográficamente puro. Estos resultados, por lo tanto, son citados a menudo por los defensores de la existencia de ovnis extraterrestres como prueba de que el material de Ubatuba debe ser extraterrestre. Desafortunadamente, esta suposición no puede ser comprobada, debido a la falta de algunos adicionales de ejemplo fragmentos No.1 para el análisis de verificación.
Más testigos necesarios: El incidente de Ubatuba es, sin duda en la necesidad de la verificación que vaya más allá, especialmente los detalles del incidente con un OVNI en sí. Todo lo que tenemos es la palabra de una persona anónima que escribió la carta recibida por un periódico. El caso en sí mismo está fechado por la recepción de la carta, y no el incidente de la caída, por lo que no hay testigos de primera mano en el incidente con un OVNI en sí.
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