¿QUE ES EL KARMA?

De acuerdo con varias religiones dhármicas, el karma (en sánscrito: कर्म) sería una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores. Es una creencia central en las doctrinas del budismo, el hinduismo, el yainismo, el ayyavazhi y el espiritismo. Aunque estas religiones expresan diferencias en el significado mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación. Generalmente el karma se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de causa y efecto. Se refiere al concepto de "acción" o "acto" entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto. El karma está en contraposición con las doctrinas abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo).
Que es el Karma?


El karma explica los dramas humanos como la reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos inmediato. Según el hinduismo, la reacción correspondiente es generada por el dios Iama, en cambio en el budismo y el yainismo —donde no existe ningún dios controlador— esa reacción es generada como una ley de la Naturaleza (como la gravedad, que no tiene ningún dios asociado). En las creencias indias, los efectos del karma de todos los hechos son vistos como experiencias activamente cambiantes en el pasado, presente y futuro.

Según esta doctrina, las personas tienen la libertad para elegir entre hacer el bien y el mal, pero tienen que asumir las consecuencias derivadas.

budismo

El karma es una de las bases de la filosofía oriental, y su influencia se hace notar en el código del samurái, el bushido.

Etimología


Proviene de la raíz kri: ‘hacer’ (según el Unādi Sūtra 4.144). Es errónea la etimología karaṇa: ‘causa’ y manas: ‘mente’, en boga en Occidente. La letra n final de karman (que no es una ṇ) indica que se trata de un sustantivo neutro. Para analizar sus raíces habría que usar sólo el término kar-ma (no kar-maṇ).
En pali se dice kamma y en birmano kan. Sus origines se remontan a la época de los filisteos, donde su etimología se traduce al sustantivo "Abykhamma".

Karma: no sólo acciones físicas



Tanto para el hinduismo como para el budismo, el karma no implica solamente las acciones físicas, sino habría tres factores que generan reacciones:

■los actos
■las palabras
■los pensamientos.

Tanto el budismo como el hinduismo creen que mediante la práctica de esas respectivas religiones, las personas pueden escapar del condicionamiento del karma y así liberarse de los cuatro sufrimientos (que se enumeran igual en ambas religiones):

■nacimiento
■enfermedad
■vejez
■muerte.

Karma y reencarnación

Bushido


Usualmente se asocia el karma con la reencarnación, ya que una sola vida humana no alcanzaría para experimentar todos los efectos de las acciones realizadas («cobrar» todo el bien que se ha hecho o «pagar» todo el mal que se ha realizado en vida).

En religiones teístas (como el hinduismo o el cristianismo) existe el concepto de alma. Bajo el punto de vista del karma, la reencarnación sería la nueva encarnación del alma en un nuevo cuerpo físico, en tiempo futuro, en el útero de una nueva madre.

En el hinduismo, el concepto de alma individual, o yivá-atmán, es una chispa del Espíritu Divino (atman) que todos tenemos, a diferencia del budismo, en que el objeto de la reencarnación corresponde a un registro de la mente.
Se entiende que existe un estado de pureza y sabiduría original, latente pero dormido, en la vida de todos los seres humanos. En el concepto oriental el ser humano olvida su naturaleza superior y se identifica erróneamente con el cuerpo en cada nuevo nacimiento.

La reencarnación —o transmigración de las almas— es el paso hacia la siguiente existencia física. El karma determina las condiciones bajo las cuales el individuo vuelve a la vida. Sin embargo, el estado de pureza y sabiduría latente sigue intacto y desarrollándose lenta y progresivamente vida tras vida,en una especie de evolución espiritual del alma/cuerpo astral a través de numerosos cuerpos físicos y personajes, un largo viaje desde nuestra naturaleza inferior o animal hasta nuestra naturaleza superior o divina.

Recuerdo de vidas anteriores


Acciones


El yogui, gurú y escritor Yogananda creía que todos los seres realizados (entre quienes contaba a Jesucristo o Buda) podrían recordar sus vidas. Afirma también que él podía recordar a voluntad sus vidas anteriores. En cambio al ser humano común y corriente no le ayudaría recordarlas, debido al peso emocional que eso acarrearía. Por lo tanto el recuerdo de esas vidas está oculto, pero guardado en la «memoria del alma» o en la mente hasta que la persona esté preparada para recordarlas sin daño emocional.

La mayoría de las escuelas budistas enseñan que mediante la meditación se puede llegar a un estado de superconciencia llamado nirvana (samādhi en yoga), que es el fin de la existencia condicionada por el karma. Algunas, como las del budismo nichiren, entienden que no es posible escapar al ciclo de la reencarnación. Por lo tanto, la práctica budista intenta que las personas alcancen un estado de paz y felicidad absoluta en esta misma vida.

Los niños prodigio


El karma y la reencarnación serían la manera en que los orientales trataban de explicar el fenómeno de los niños prodigio, que serían resultado de muchas vidas de práctica en ese don particular. Esos niños serían almas que de alguna manera podían aprovechar el talento aprendido en vidas anteriores, que estaría almacenado en una inaccesible memoria astral o registros akáshicos (anales en el éter, sustancia mítica invisible, más sutil que el aire).

Difusión en Occidente


En Alejandría del Cáucaso (antigua ciudad de Afganistán fundada por Alejandro Magno, situada a unos 60 km al noroeste de Kabul) hubo una escuela de budismo con monjes budistas. Poco más tarde, el emperador indio Aśoka (304-232 a. C.) envió misioneros budistas a muchos países.

Durante el siglo XIX y XX, Occidente fue permeable a los conceptos religiosos provenientes de las antiguas colonias británicas y francesas en Asia. Así es como la creencia en la «ley del karma» ha tenido una importante difusión gracias a la penetración en Occidente del budismo, el hinduismo y el yoga, así como diversas escuelas de ocultismo, como la rosacruz (1614), y la teosofía (de Helena Blavatsky, 1831-1891).

A pesar de que Gandhi (1869-1948) era adepto a las doctrinas del karma y la reencarnación, sin embargo luchó contra la injusticia, aunque se desconoce si se apoyaba en algún basamento doctrinal.

Los creyentes en el karma sostienen que las injusticias sociales son simplemente la reacción de las malas acciones que habrían cometido las actuales víctimas en vidas pasadas. Cada víctima estaría sufriendo exactamente lo que hizo sufrir a otros (ni más, ni menos).

El karma en las religiones indias

hinduismo


El alma viaja a alguno de los cuatro estados en función de sus karmas


El karma en el hinduismo

Según los hindúes, el karma es una «ley» de acción y reacción: a cada acción cometida le corresponde una reacción igual y opuesta. El encargado de hacer cumplir esta ley sería el omnisciente dios invisible Iama Rash (el ‘rey de la prohibición’) y sus monstruosos sirvientes invisibles, los iama-dutas (‘mensajeros de Iama’).
Después de que una persona abandona su cuerpo al momento de la muerte, los iamadutas le arrastrarían hasta la morada de Iamarásh, donde es juzgado duramente de acuerdo con las acciones, registradas una por una en el libro de la vida, que recita Chitra Gupta, el secretario de Iamarash.

Según Yogananda, las explicaciones mitológicas serían la forma de explicar ciertas energías a personas sin educación, generalmente analfabetas, de forma que las diversas formas de energías astrales, invisibles y no registrables por los instrumentos actuales, se personalizarían y explicarían como si fueran dioses, semidioses, demonios, etc

Para el hinduismo, el castigo de las malas acciones puede recibirse en este mismo planeta, además del infierno —si la persona realizó muchísimos pecados, infierno, que en el concepto oriental no es eterno).
Igualmente, el premio por las buenas acciones puede recibirse en este mismo planeta, además del cielo (con diversos planos separados) al que va la mayoría, según Yogananda y que en el concepto oriental tampoco sería eterno, sino un periodo de descanso del alma tras cada vida física.

El karma en el budismo

La explicación del karma dentro de las doctrinas budistas es diferente de la hinduista. El karma no sería una ley de causa y efecto que implicaría la existencia de dioses invisibles encargados de hacerla cumplir, sino una inercia natural.

Por ejemplo, si una persona roba un banco y tiene éxito, es muy probable que vuelva a robar, y si una persona ayuda a un anciano a cruzar la calle, entonces es muy probable que esa persona siga ayudando a otras personas. En ambos casos, si la experiencia no produjera buenos resultados, entonces la inercia se haría menor (el ladrón robaría menos y el filántropo ayudaría menos). Cuando un sujeto roba un banco, esta acción quedará registrada en su mente alterando el flujo de ésta, y provocando en él una percepción errónea de la realidad («tengo derecho a tomar sin permiso las cosas que necesito»). En realidad este proceso sería subconsciente. Estas percepciones erróneas le condicionarán a sufrir más adelante, pues crean un estado mental propenso a la infelicidad.

El karma no sería entonces una recompensa o un castigo mágico a las acciones sino simplemente el hecho de que las acciones humanas tienen consecuencias tanto externas como mentales.
Según otra interpretación del karma más bien serían las dos cosas juntas, es decir, habría castigo y premio, pero no de forma mágica, sino mediante consecuencias automáticas de las acciones, en un concepto que implica la reencarnación, siempre unida al karma.

Fundamentación

Según el budismo, al comportarse de acuerdo con el karma, la persona debería tomar conciencia de que la búsqueda de la venganza y el mal traerá graves consecuencias en la vida diaria y en las vidas futuras. Esto permitiría aprender del sufrimiento, dominarlo y sacar provecho de él en términos espirituales para llegar al desarrollo de una vida más plena.

Puesto que todo acto tiene origen en la mente, el budista debe vigilar sus pensamientos y sus palabras, ya que también pueden producir bien o mal. Cada acción y palabra, buenas o malas, sería un búmeran que a veces vuelve en la misma vida y a veces en una vida futura.

El karma puede ser explicado como un fenómeno análogo a la inercia. Según esta visión, el individuo genera tendencias a través de sus causas. Un pensamiento, palabra o acción intencional, si se repite, se convierte en costumbre y condicionará una tendencia en el mismo sentido. En el futuro, las causas no necesariamente serían intencionales, sino que estarían influidas por causas previas. En este sentido, el karma constituye una influencia inconsciente, condicionante pero no determinante, pues somos siempre libres y podemos contrarrestar nuestras influencias o tendencias negativas. Aunque sean escasos en porcentaje, tenemos numerosos ejemplos de personas que han cambiado radicalmente de vida.

El Karma en el Jainismo

En el jainismo, el karma es un principio básico de la cosmología. Para el jainismo, las acciones morales humanas son la base de la reencarnación (yivá). El alma se encuentra atrapada en un círculo de renacimiento y atada a un mundo temporal (saṃsāra), hasta que finalmente alcanza la liberación (mokṣa). Esta liberación se consigue siguiendo el camino de la purificación.

En la filosofía jainista, el karma no solo se refiere a la causalidad de la reencarnación sino que también se concibe como una materia tenue que se introduce en el alma oscureciendo sus cualidades naturales y puras. Se concibe el karma como una contaminación que tiñe el alma de diversos colores (leśyā). En base a su karma, un alma realiza su trasmigración y se reencarna en varios estados de exsitencia.

Los jainistas señalan el sufrimiento, la desigualdad o el dolor como una prueba de la existencia del karma. Los textos jainistas han clasificado los tipos de karma en función de sus efectos sobre las capacidades del alma humana. La teoría jainista busca explicar los procesos del karma especificando las causas de su influjo (āsrava) y la atadura (bandha), mostrando el mismo interés por los actos en sí como por las ontenciones detrás de los actos. La teoría jainista sobre el karma coloca toda la responsabilidad sobre las acciones individuales y elimina cualquier peso sobre una supuesta gracia divina o retribución. Además, la doctrina jaina también mantiene que es posible modificar el propio karma y también librarnos de él a través de la austeridad y la pureza de conducta.

Algunos estudiosos datan el origen de la doctrina del karma como anterior a la migración indoaria e indican que su actual forma sería el resultado del desarrollo de las enseñanazas de los Śramaṇas, después asimilada en el hinduísmo brahmánico en la época de los Upaniṣads. El concepto de karma jainista ha sido objeto de crítica por parte de las filosofías indias rivales como el hinduísmo vedanta, el Budismo o la corriente Sāṃkhya del hinduísmo.

Explicación teológica oriental acerca de la justicia divina


El karma sería la explicación filosófica que encontraron los orientales para entender por qué —si se supone que Dios es justo— a veces a las personas buenas les suceden cosas malas y a las personas malas les suceden cosas buenas. Cada uno estaría pagando acciones que no recuerda, porque las cometió en vidas pasadas.
Según el Vedānta sūtra las reacciones del karma no se reciben en esta misma vida.

Ante la pregunta de por qué a veces sí se ve sufrir a un criminal en esta misma vida, los hinduistas sostienen que en realidad estaría sufriendo las reacciones de una vida anterior, o bien pagando el karma de acciones realmente perversas en la misma vida, pues Yogananda dice que las acciones de extrema maldad suelen recibir el castigo en la misma vida.

Si el karma que tenemos acumulado es de muchas vidas, una sola vida no bastaría para «pagarlo» y «recogerlo» todo en una sola vida, sino que también se necesitarían varias.

Si el premio o castigo viniera automáticamente poco después (a los pocos meses/días/minutos) el karma sería evidente y no seríamos libres, o no tan libres. Por tanto castigos y premios pueden venir muchos años después o muchas vidas después, cuando las condiciones son propicias, también según Yogananda.

Según el hinduismo, Dios es neutral, y ha dejado a los semidioses la ejecución de la ley del karma, con sus premios y sus castigos. En cambio, según Yogananda, no habría ministros para ejecutar la ley del karma, sino que ésta se ejecutaría a sí misma como ley cósmica, astral o espiritual de forma automática.

Lo bueno o malo que le sucede a un ser humano no sería algo debido a la voluntad de Dios o las deidades (que es siempre amorosa), sino el resultado de los propios actos.

El karma en la cultura popular



■Según una encuesta en Internet, 27% de los estadounidenses creen en la reencarnación, 31% en la astrología y 68% en el demonio.
■El músico británico John Lennon tiene una canción titulada Instant karma, de la cual el grupo irlandés U2 y el cantante alemán Bill Kaulitz de Tokio Hotel hicieron un cover. También, en su canción Mind Games, dice: «Millions of mind guerrillas putting their soul power to the karmic wheel» (‘millones de guerrilleros mentales poniendo el poder de su alma en la rueda kármica’).
■El músico británico Boy George tiene una canción llamada Karma chamaleon (‘camaleón del karma’).
■En su canción Bow Down, Mr.!, dice: «Si no tomas el voto, puedes comer la vaca sagrada, pero también tomas el karma...».
■La banda británica Radiohead lanzó una canción y a la vez sencillo llamada Karma police (‘policía del karma’, en español) de su tercer disco OK Computer en 1997.
■La banda The Black Eyed Peas tiene una canción llamada "Karma" en su álbum Behind the Front, en el video se ve como el Karma influye en un hombre (Will.i.am) que necesita ser tratado en un hospital.
■El cantante Robbie Williams tiene una canción llamada «Karma killer» en su disco The ego has landed.
■La cantante y compositora de r&b y soul Alicia Keys tiene una canción llamada Karma en su segundo disco, The Diary of Alicia Keys.
■El rapero Eminem menciona la palabra «karma» en su canción When I'm gone.
■La cantante Britney Spears lanzó como single la canción Piece of me donde dice «I’m miss bad media karma».
■El músico argentino de rock Charly García (1951) tiene una canción llamada El karma de vivir en el Sur.
■El grupo australiano Savage Garden menciona la palabra «karma» en el estribillo de su canción Affirmation.
■El quinto disco de estudio del grupo Kamelot se llama Karma.
■La banda canadiense Silverstein lanzó una canción llamada Call it karma (‘Llámalo karma’, en español) de su segundo disco Discovering the waterfront en 2005.
■La banda italiana de metal gótico Lacuna Coil publicó en 2006 su cuarto LP, llamado Karmacode.
■La penúltima canción del disco My Arms, Your Hearse del grupo Opeth se llama Karma.
■El grupo uruguayo de rock Once Tiros en su álbum Glamour y violencia tiene un tema llamado Mal de karma.
■En el segundo tema de apertura de la serie de animé Higurashi no Naku Koro ni, titulado Naraku no Hana, se menciona el karma, al igual que en uno de los temas de personaje, titulado Bon karma.
■La cantante japonesa Kokia, creó una canción titulada Karma, la cual se utilizó para la serie animé Requiem for the Phantom.
■La banda japonesa Bump of Chicken interpretó una canción titulada Karma (カルマ), que se utilizó como introducción del juego de PS2 Tales of the Abyss. En la versión estadounidense del juego se sustituyó esa canción por una versión instrumental.
■El cantante español Krazé Negrozé hace mención al karma («Siempre encuentro guerra cuando busco el karma») en la canción Aquí fuera, del disco 995 II.
■El cantante turco, Tarkan, lanzó un álbum titulado Karma en el año 2001, con doce sencillos.
■El saxofonista Pharoah Sanders tiene un disco titulado Karma (lanzado en 1969 por el sello Impulse!).
Negative, banda de glam rock de los Países Escandinavos, tituló su último disco como Karma killer (‘asesino del karma’).
■El cantante mexicano de hip-hop Jonathan Rojas (Akil Ammar) tiene un disco titulado Melokarma.
■El rapero Lloyd Banks tiene una canción llamado Karma en su disco The Hunger For More.
■En la serie Los Simpsons, cuando el personaje hindú Apu tiene una amante, menciona el problema del karma.
■En la serie estadounidense Dr. House, el karma es el tema central del episodio 6/5) «Karma instantáneo».
■En la serie estadounidense Grey’s Anatomy, el karma es el tema central de un episodio.
■En la serie estadounidense My name is Earl (2005), el karma es el eje central de la historia. Cuenta los cambios en la vida de un delincuente de poca monta cuando empieza a creer en el karma tras ver un programa de televisión. Decide crear una lista de malas acciones que cometió para enmendar sus delitos pasados y que así la vida le vaya mejor.
■En los videojuegos de PC "Star Wars: Knights of the Old Republic" las acciones que lleve a cabo el personaje principal, como matar personas inocentes o ayudar a otros, trae consecuencias en su karma, que en este caso está representado con la afinidad a la Luz o la Oscuridad.
■En el videojuego Fallout 3, dependiendo de las acciones del jugador, éste tendrá tres niveles de karma: bueno, neutral y malo. Esto repercute en las reacciones de la gente con la que puede tratar. Un mal karma significa en mala recepción exterior, a excepción que se use la habilidad «speech» para ocultar su identidad. Se gana mal karma robando o haciendo acciones representadas con letras rojas; y se gana buen karma haciendo el bien, como perdonárle la vida a un moroso, o darle agua purificada a un herido que no puede obtenerla.
■En el videojuego "Fable II", el aspecto físico del personaje se puede cambiar (como en Fallout 3) dependiendo de las acciones realizadas durante el juego. Esto se debe al karma, en este caso, las acciones.
■En el videojuego Los Sims 3 de xbox 360, el jugador puede hacer uso del "Karma", después de satisfacer varios deseos de su personaje, teniendo en su poder el control de que sucedan cosas malas o buenas en el transcurso del juego.


Karma Esotérico. 

¿Por qué Esotérico? Porque esotérico, por definición, es aquello que es oculto, secreto, reservado a unos pocoses aquello que es impenetrable o de difícil comprensión y un conocimiento que se comunica sólo algunos discípulos, que se enseña sólo a los iniciados. Curiosamente de esta visión del Karma no se habla aunque no es nueva ni mucho menos, por eso es esotérica, oculta. 

Copio a continuación la definición que encontré investigando y que expongo en mi libroVuelo a la Libertad o el sinsentido del Karma

“-… La palabra Karma viene del sánscrito, hay varias interpretaciones pero me voy a quedar con la que considero más completa, en la cual indica que K viene a significar aplicación humana, A es sinónimo de energía y R es la fuerza de origen divino, si quieres Kar viene a significar algo así como la aplicación por el hombre de la energía del poder divino o el poder creador que es el poder de la divinidad; en cuanto a Man es el pensador o, si quieres, la acción del pensamiento o de pensar. Hay varias formas de enlazar estas letras o sílabas pero podríamos decir que es que la acción del pensamiento humano tiene el poder de crear…” 

¿Pero nos damos cuenta de la trascendencia que ello tiene en el ámbito del lo que consideramos es la reencarnación y las condiciones que rodean nuestra vida? Si el Karma tiene el poder de crear quizás no sea simplemente, como solemos creer, por el resultado consciente o inconsciente de nuestras acciones, sino que podemos crear por la acción incluso inconsciente de nuestro pensamiento, de lo que creemos que es cierto, fruto no de la verdad, sino de nuestros condicionamientos y programaciones… 

Para quien quiera saber realmente qué es el Karma la clave aquí es que la acción del pensamiento humano tiene el poder de crear, tengamos en cuenta que no habla del espíritu humano, sino del pensamiento, de la mente. Esto no es nada nuevo, es el primer principio del Kybalion, el TODO es Mente; el universo es mental, pero esto no mejora las cosas sino que lo empeora porque, como bien sabemos, la mente no es capaz de distinguir una experiencia real de una imaginaria. Es sabido que si tú empiezas a recibir un mensaje de la gente que te rodea diciéndote que tienes mala cara, aunque te sientas fantástico, al rato te sentirás peor, si alguien empieza a hablarte de un limón, de cómo lo exprime, de cómo va saliendo el jugo, etc., y si te lo hace imaginar con nitidez terminas por salivar… La mente tiene una alta capacidad para inducirnos a este tipo de errores. 

Y este es el problema, la consecuencia del poder de la mente a la que hace referencia el significado esotérico del Karma, es que las personas terminan creando su realidad, su Karma, no por lo que hace sino por cómo juzga lo que hace y esto no tiene por qué hacerlo con justicia... 

Por ejemplo, una buena persona torturada interiormente por creer que ha actuado mal se está condenado porque se siente mal y, como bien dijo alguien, la culpabilidad siempre atrae el castigo. ¿Y os dais cuenta de lo que dicen todas las religiones? Eres un pecador, no eres lo suficientemente bueno, tendrás que sacrificar, purgar, sufrir... O sea programación y condicionamiento de la peor clase.... 

El significado esotérico del Karma es este, la capacidad de la mente humana de crear su propia realidad, su propio entorno energético y sus propias circunstancias y el problema que tiene es que los juicios que puede hacer la mente humana están limitados por sus creencias, condicionamientos, circunstancias, cultura y decenas de cosas más así como por falta de información real… Para hacer un juicio justo falta lo que es clave para evaluar la bondad o la maldad de un acto, el Conocimiento Real, que en condiciones normales nos está velado. 

Y para terminar una última cosa que sé os estaréis preguntado: ¿Donde o cómo actúa ese Karma Esotérico? Pues la cuestión es que por mi trabajo como Terapeuta de Regresiones me di cuenta de que cuando querías sanar algo de la vida de una persona, lo que fuera, siempre tenías que irte al origen del problema pero que si este era en una vida pasada, además de tratar el problema según aparecía, también debías irte al momento de muerte en aquella vida y preguntarle a la persona cómo evaluaba lo que le había pasado, como evaluaba su existencia... 

Y ahí, en ese momento, empiezas siempre a oír una serie de frases que son las que han programado y condicionado los problemas de su vida presente, por ejemplo:Nunca le perdonaré lo que me hizo, nunca más abandonaré a esa persona, las alturas son siempre peligrosas (fobia a las alturas de alguien que quizás se mató en otra vida por caerse en un precipicio), etc... 

Para entender mejor esto vamos al caso práctico y tomemos nuestro niño de África del ejemplo anterior: 

Imaginemos que en una vida anterior, convencido por el religioso de turno de la religión de turno (lo llevan haciendo desde la época de los faraones hasta donde nos consta) de la bondad de ser sumiso, acepta vivir mansamente en la pobreza, obediente y esas cosas porque esas cosas ya sabemos que santifican. Ese hombre sólo se afana en trabajar, cuanto más más santo, en llevar el pan a su casa, conformarse, resignarse, etc... En una palabra en ser bueno según los estereotipos marcados... Por supuesto este hombre es lo más alejado de la violencia que uno se pueda imaginar pero, como digo siempre, por pacíficas que sean nuestras manifestaciones siempre se tropezaran con la violencia de las instituciones y un buen día, ya sea porque al señor de turno se le cruzan los cables y desea encamarse con su mujer o su hija y se rebela y lo matan, o ya sea porque los soldados invaden el lugar donde vive y lo matan también, o no lo matan pero lo dejan ya quizás sin familia ni nada por lo que vivir y muere tiempo después lleno de resentimiento, dolor y pena. Llega el momento de su muerte, repasa todo y se da cuenta, enjuicia, y quizás siente ira, siente -cree- que la culpa de todo la tuvo su debilidad, aceptar los cuentos de ser sumiso con su señor que si antes le hubiese parado los pies no se hubiese atrevido, o se siente y cree responasable por no haber tenido armas -porque tener armas es algo que el poder nunca han aprobado porque siempre las podían utilizar contra ellos- y hace una declaración fatal en base a todo ello: Si hubiese sido fuerte, si hubiese tenido armas, si hubiese... Nunca nadie me volverá a pisar, mataré a todo aquél que intente hacerme el menor daño o incluso me mire mal... 

Vamos a ver... No digo que el jucio que haya hecho esa persona sea correcto, seguramente al ser el eslabón débil de la cadena siempre hubiese sufrido, pero sé que esos juicios se hacen de esa forma por experiencia, lo he visto decenas y decenas de veces. Tampoco digo que sea el origen del problema de nuestro ejemplo, porque nunca ha venido a hacer regresiones conmigo ningún señor de la guerra, pero así es como funciona el sistema de creación que se origina en ese momento, ese es el Karma Esotérico en todo su poder, y si cogéis cualquier existencia, la que sea, podéis encontrar una o diez explicaciones muy válidas intentando imaginar qué pudo decirse a si mismo un ser humano en una vida anterior en el momento de morir que le haya llevado a vivir, a programar, la vida que está viviendo ahora, por miserable o abundante que sea... 

Una cosa importante aquí: Eso que dicen por ahí de que cuando mueres tienes una especie de iluminación es, para mí, una leyenda urbana. La gente con la que he trabajado, nada más morir y cuando evalúa su vida pasada, todavía lo sigue haciendo con los patrones mentales de aquella vida pasada, con sus creencias, con sus miedos, sus deseos, sus valoraciones morales, con todo lo que ha sido... Y, además, con toda la infelicidad o felicidad de ese momento... Sólo más tarde algunos llegan a planos más elevados y consiguen comprender, pero ya es tarde, la energía creadora del Karma Esotérico ha puesto en marcha lo que lo llamo los moldes energéticos de su próxima vida y sólo podrá hacer con ello dos cosas: Agotarlos o Trascenderlos, pero tendrá que hacerlo aquí abajo, son como ataduras que le atan a este plano, son las cadenas del Karma. 

Cuando digo algunos es porque eso es lo que yo he visto, he observado que hay gente que va de vida en vida sin apenas tocar planos superiores, como digo en otros sitios porque me acuerdo siempre de ello, Osho decía que tenéis tanta prisa por volver a encarnar que os metéis en el primer cuerpo que encontráis... Si a mí no me queréis dar la razón lo comprendo, pero por lo menos dársela a Osho... 

He intentado resumir aquí algo que me ha llevado a escribir un libro de 65.000 palabras, con lo cual si algo no queda claro sólo tenéis que ir a mi blog, leer las cosas que ahí expongo y hacer las consultas que queráis. 

Gracias por vuestra atención, espero que alguno le pueda ayudar porque no hablo sólo para los que quieran elevarse y abandonar este plano energético, sino también para los que todavía quieren volver alguna vida más y no quieren ser, en su próxima vida, víctimas de patrones, programaciones y condicionamientos inconscientes y desean vivir la mejor vida que sea posible y ser, dentro de lo que permite este plano energético, un poco más libres

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios