Algunos autores han afirmado que los Templarios iban y venían con un cargamento completo de oro y plata procedentes de América Estas hipótesis tiene su base en que los Templarios manejaban una cantidad abrumadora de oro y plata que no existía para esa época en Europa.
Incluso luego de su disolución de la Orden el 13 de Octubre de 1307 los gobernantes de Europa se dieron cuenta que las pocas minas de oro que había eran insuficientes.
Cabe destacar entre otras cosas que la flota templaria anclada en La Rochelle, se desvaneció como si nunca hubiera existido. Hay constancia histórica de la existencia de esa flota, pero lo cierto es que Felipe el Hermoso, no encontró el tesoro de los Templarios.
Una de las teorías que señalan hacia donde pudo zarpar la flota templaria es en América. Aunque algunos lo tomaron como descabellados si los vikingos lograron hacerlo hacia el año 1000 por qué no los templarios 300 años después?.Tras la disolución de la Orden del Temple, los templarios españoles ingresaron en masa en la Orden de Calatrava, y parece seguro que fue en el convento de dicha orden donde Cristóbal Colón, que se alojó allí, halló los elementos que le dieron la certeza en cuanto a la existencia de las Indias Occidentales.
En Portugal fue creada especialmente para los templarios supervivientes la Orden de Cristo, que usaba la cruz templaria, la cruz de gules pateada. Cuando los portugueses de Enrique el Navegante se lanzaron al descubrimiento de los océanos pareciendo saber exactamente a donde iban, sus velas debían llevar obligatoriamente la cruz roja de la Orden del Temple.
Los marinos portugueses tenían prohibido navegar más allá de Cabo Mogador sino portaban dicho pabellón. Cruz, que por otra parte, también se hallaba en las tres embarcaciones colombinas. Precisamente en el país vecino estuvo el almirante genovés, no sólo para encontrar financiación para su empresa, sino con el fin de estudiar las cartas marítimas que guardaba la Orden de Cristo y que se consideraban las más completas del mundo.
Hay una similitud muy grande entre las velas que llevaban las tres carabelas y el escudo de la Orden del Temple.Cuando los españoles llegaron, los aborígenes los consideraron dioses (recibimiento de los Aztecas) y que en algunas culturas ya se hablaba de los hombres blancos,.
Una de las cosas que más asombró a los religiosos que acompañaron a Colón, fue que los indios no se extrañaban al ver la cruz ni al contemplar a los caballeros armados. Es más, incluso parecía que los estaban esperando. Algunas de sus tradiciones hablaban de que "llegará un día en el que vendrán por mar grandes hombres, vestidos de metal, que cambiarán nuestras vidas ". También los mayas adoraban a Kukulkán, un dios "blanco y barbado" y a una cruz, en la cual murió "un hombre de luz que vivirá eternamente"...... Uno de los indicios más fascinantes de la incursión templaria en tierras americanas nace de una leyenda familiar en escocia. El conde Henry Saint Clair partió en 1338 hacia América con 300 colonos y doce embarcaciones.
Su travesía condujo a la expedición hasta la costa noroeste de los Estados Unidos, concretamente donde hoy radica Massachussets. Allí pasaron la primavera de 1399 para, después, regresas algunos de ellos a su lugar de origen.Un descendiente de este nombre, Niven Sinclair, inició en 1989 una profunda investigación encaminada a demostrar la realidad de esta leyenda familiar. Las pistas le condujeron a una vieja posesión: la capilla de Rosslyn, ubicada en un promontorio al sur de Edimburgo. En una losa de esta capilla construida en 1446 los miembros del clan Sinclair descubrieron la vinculación de sus antepasados con los templarios y comprobaron como, tras la disolución de la orden, un nutrido gripo de caballeros se refugió en las propiedades escocesas de los Sinclair.
Según la tradición familiar, los templarios llevaron consigo parte de sus documentos y riquezas a la capilla de Rosslyn, entre ellos el mítico Santo grial, que quedaría oculto en la construcción. Lo verdaderamente importante es que según pudo demostrar Niven, su familia gastó, desde entonces, gran cantidad de dinero y riquezas que , al parecer, procedían de América. Éste fué su gran secreto.
Un secreto que ha quedado reflejado en un antiquísimo sello, datado en 1214, en el que puede leerse Secretum Templi al tiempo que muestra a un ¿indio? con plumas. Y no es el único. En el corazón de Francia, concretamente en el tímpano del atrio de Vézelay, fechado alrededor de 1150, se halla representado otro "indio". Éste tiene grandes pabellones auditivos, como muchos indígenas americanos.
¿Estuvieron los monjes-guerreros, entonces, en América antes que Colón?.
Las crónicas aseguran que los soldados de Hernán Cortes no salían de su asombro al comprobar que los aztecas tenían ritos tan parecidos a los católicos y sacramentos como la comunión y la confesión. Otras ceremonias y costumbres parecían procedes directamente de la tradición hebrea y así se confirmaría no tardando mucho con las pruebas abundantes e irrefutables de las expediciones judías a América.
Aprovechando la Corriente Cálida del Brasil que los ayudaba a bajar hacia el Sud costeando el litoral sudamericano hasta la latitud 35° Sud, frente al estuario del Rio de la Plata. Recordemos que el nombre de Rio de la Plata se debió a que las barcazas Templarias que bajaban desde la zona de Cerro Corá, Paraguay (Fundiciones Templarias), siguiendo el río Paraná (que en guaraní significa "hacia el agua grande") hasta el Rio de la Plata, debían allí trasbordar su carga a los buques templarios que llevarían los lingotes de Plata (Argentum) hasta La Rochelle.
Por eso los indígenas de la zona hablaban de la presencia de Plata, pues efectivamente la veían, cuando en realidad esta procedía desde el yacimiento del Cerro Rico, en Potosí, Bolivia. Luego de la latitud 35° Sud la navegación se hacía proxima a la costa hasta penetrar en la Bahía Sin Fondo (actual Golfo de San Matías) pues en ese tramo la corriente se hacía contraria por la Corriente Fría de las Malvinas que lleva rumbo Norte. Allí en el Golfo San Matías se encontraba el Puerto Templario sobre una "ínsula costera" que figuran en varios mapas.A su regreso, el cruce del Atlántico se hacía más al sud aprovechando siempre la corriente que cruza hacia el Africa y luego tomar rumbo Norte, pegado a las costas africanas hasta volver al litoral atlántico europeo. Esta misma ruta la siguieron luego Colón, Gaboto, Vespucio, Magallanes, Sarmiento de Gamboa, etc. y también todos los Corsarios Ingleses como Francis Drake, Thomas Candish, Narborough, etc. (también los Holandeses y los Franceses).
La llegada por tierra a la Patagonia desde Perú era prácticamente imposible por las dificultades y penurias del viaje. Esto hizo que fracasaran las expediciones de Juan de Garay, que solo llegó desde Buenos Aires hasta Tandil, y las tres expediciones de Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) que en la última alcanzó el Rio Negro a la altura de Choele Choel y regresó sin alcanzar su destino de la Bahía Sin Fondo donde de acuerdo a informes dados por Juan de Garay estaría una de las Ciudades de los Césares. Esta Ciudad sería justamente el Fuerte Templario objeto de expediciones.
Creemos que la flota templaria al salir de La Rochelle en 1308 cargó en el Oeste de la Gran Bretaña al Santo Grial junto con importantes reliquias y lo trajo a nuestras tierras a través del puerto fortificado que hoy se llama
El Fuerte, en el Golfo San Matías.Cuenta la leyenda que los Templarios huyeron al puerto de la Rochella durante la noche, la ultima noche para ellos, en el año 1307 cuando comenzó la persecución de Felipe el Hermoso, cargados con cuatro carretas donde entre otras cosas, como el Bafomet diabólico al que los acusaban de adorar, llevaban mapas y documentos que debían esconder a toda costa, de ahí partieron 17 barcos que jamás tocaron puerto conocido……