El 'Fantasma de Júpiter', como se conoce a la nebulosa planetaria NGC 3242, es un ejemplo de esto, al ser captado por la Agencia Espacial Europea (ESA), donde muestra un evento que en su día le puede ocurrir al Sol, informa el portal 'Daily Mail'.
El peculiar nombre de esta nebulosa planetaria, que se encuentra a unos 3.000 años luz de distancia de la Tierra y es visible en la constelación austral de Hydra, la serpiente de agua, se debe a que su halo de gas se extiende casi tanto como el tamaño de Júpiter.
La imagen revela cómo los potentes vientos liberados por la estrella moribunda -la estrella enana en el centro- están dando forma a la estructura de doble concha de la nebulosa. El resplandor azul que llena la burbuja interior representa laemisión de rayos X a partir de gas caliente, mientras que el brillo verde marca concentraciones más frías del gas visto en luz óptica a través de la emisión de oxígeno.
Se espera que el mismo proceso ocurra en nuestro Sol después de que consuma todo el combustible de hidrógeno en su núcleo. Los astrónomos esperan que el proceso ocurra dentro de unos 7.000 millones de años, tras lo cual se inflaría como una gigante roja para luego convertirse en una enana blanca hasta enfriarse.