Tambores y saxofones han sido alimento de las llamas yihadistas por el simple hecho de no ser 'instrumentos islámicos'. El Estado Islámico ha difundido fotografías para mostrar su decisión.
Los instrumentos fueron incautados por la 'brigada antivicio' del grupo terrorista y luego los destrozaron cerca de la ciudad porteña de Dema, en el este de Libia, escribe el periódico 'Daily Mail'.