Según el oficial, "esta información nunca fue confirmada o desmentida por la Policía Nacional de Filipinas, pero el hecho es, no obstante, que la información existió".
Se detalla que el artefacto explosivo fabricado por Marwan debía de colocarse en la calle de Kalaw, en el casco antiguo de Manila, por donde pasaría la caravana del papa. El asesor nacional de Seguridad de la Presidencia de Filipinas, César García, explicó que ante la falta de confirmación y de informes específicos, la amenaza fue clasificada de mínima.