Una oficina de alta tecnología en Suecia está implantando chips bajo la piel a sus trabajadores con el fin de que puedan acceder al edificio.
El edificio Epicenter de Estocolmo, que alberga empresas de tecnología de nueva creación, utiliza la tecnología de los microchips implantados para que el personal pueda abrir puertas, interactuar con los smartphones o operar con los equipos informáticos.
El chip también será eventualmente utilizado para pagar la comida en la cantina y reemplazar las contraseñas de los ordenadores de acceso.
Hannes Sjoblad, uno de los directivos de la empresa afirma que llevar implantado un chip hace la vida “más fácil” a sus trabajadores y advierte de que los gobiernos y las empresas, algún día exigirán a las personas a que lleven implantado un microchip similar.
Los mal llamados “conspiranoicos” llevan años advirtiendo de la llegada de este futuro de control infernal y nadie les ha hecho caso…ahora empieza a materializarse ante nuestros ojos.