Otra vez, la vilipendiada Sorcha Faal: el apagón que sufrió Holanda la semana pasada se debió otro ensayo de defensa de un hipotético ataque nuclear ruso con el rayo láser de la OTAN (HELLADS), el tercero que realizan en los últimos dos años y que ha resultado, además del siniestro del avión de Germanwings de hace una semana, otro conato de uno similar de un avión de Lufthansa en mayo del 2013, cuando la OTAN jugaba a responder de la base aérea Vanderberg, de California.
Corroborando estos datos, cuatro días después del ejercicio de la OTAN que derribó el avión de Germanwings Barcelona-Dusseldorf, la misma organización militar lanzó un misil desde la mencionada base californiana cuya acción de respuesta mediante láser provocó el apagón del norte de Holanda del día 27 de marzo.
Las fuentes rusas que informan a Sorcha Faal describen minuciosamente el mecanismo de estos ejercicios militares de simulación: la base norteamericana de lanzamiento de misiles intercontinentales LGM-30 lanza el proyectil a una altitud de 1120 metros, a una velocidad Mach 24 (15.000 millas por hora), después de lo cual despliega un “vehículo avanzado de reentrada maniobrable” (AMaRV) en órbita polar para que el cuerpo del aparato acabe cayendo en el Océano Pacífico.
El vehículo AMaRV simula tener varias cabezas nucleares es seguidamente disparado por el rayo láser de alta energía en un intento por destruirlo cuando trata de regresar de su órbita para impactar su objetivo.
Al parecer, el HELLADS funciona sobre un plataforma de bombardeo B-1 que está fallando, provocando apagones eléctricos. Eso fue lo que sucedió con el avión de Germanwings, como demuestra la grabación liberada de los últimos segundos.
En ella se escuchan al principio unos gritos de los pasajeros, seguidamente se quedan en silencio, acto seguido se escucha “crujido de metal”, alarmas y una indescifrable conversación por radio, antes de que se quede en silencio.
Según los informadores rusos, ello indica que el avión sufrió el impacto del rayo láser que mató a todos los pasajeros y que posteriormente hizo que el avión explotara en el aire, como prueban los restos de la aeronave. [Previamente se supone que el avión había perdido el rumbo por el apagón provocado].
El militar de la OTAN que provocó el apagón holandés ocurrió en respuesta al ensayo ruso del misil balístico RS-26 Ruzbeh.
Más abajo, el sonido de esos últimos segundos de la aeronave.