Desde pequeña tuve el presentimiento de la no pertenencia, acompañada de la dificultad propia de no poder adaptarme y con no adaptarme, me refiero a que no me adapté a nada en ninguna parte, hasta que comencé a escribir y mediante el apoderamiento de una visión exclusiva de la vida, me olvidé de encajar en los hangares y me refugié a escribir debajo de los árboles, en las plazas sucias y en las habitaciones húmedas. De esta forma he logrado desde la juventud una felicidad real y algo extrema, porque desde que me enamoré de los lápices y los papeles sueltos, puedo crear a través de los sueños, mundos parecidos a los que percibo en la tierra, debo ser sincera, en ocasiones creo que estoy un poco loca, algunos dicen ver celestes cuando yo en realidad veo amarillos, pero no me importa, porque la libertad literaria es infinita, es el pueblo sin ley de los humanistas extraterrestres.
ESCRITORA EXTRATERRESTRE
Desde pequeña tuve el presentimiento de la no pertenencia, acompañada de la dificultad propia de no poder adaptarme y con no adaptarme, me refiero a que no me adapté a nada en ninguna parte, hasta que comencé a escribir y mediante el apoderamiento de una visión exclusiva de la vida, me olvidé de encajar en los hangares y me refugié a escribir debajo de los árboles, en las plazas sucias y en las habitaciones húmedas. De esta forma he logrado desde la juventud una felicidad real y algo extrema, porque desde que me enamoré de los lápices y los papeles sueltos, puedo crear a través de los sueños, mundos parecidos a los que percibo en la tierra, debo ser sincera, en ocasiones creo que estoy un poco loca, algunos dicen ver celestes cuando yo en realidad veo amarillos, pero no me importa, porque la libertad literaria es infinita, es el pueblo sin ley de los humanistas extraterrestres.