El Gobierno nipón informó hoy que, por primera vez, ha adquirido terrenos cercanos a la accidentada central de Fukushima para almacenar en ellos tierra contaminada con material radiactivoemitido por la planta.
Estas parcelas forman parte de la extensión de 16 kilómetros cuadrados en los pueblos de Okuma (donde se sitúa la central) y Futaba que ha sido delimitada para almacenar la tierra extraída durante las labores de descontaminación, detallaron funcionarios del Ejecutivo.
Sin embargo, las parcelas adquiridas hoy sólo constituyen una pequeña porción de dicha superficie, y muchos de sus 2.400 propietarios se niegan a vender porque no confían en que éste vaya a ser un depósito de almacenamiento temporal, como ha asegurado el Gobierno.
Todos los residentes de Okuma y Futaba tienen prohibido o restringido el acceso a sus casas desde el accidente provocado por el terremoto y tsunami de hace cuatro años y temen que, en su ausencia, sus localidades se conviertan en cementerios nucleares permanentes.
El Gobierno, en cambio, ve necesaria la creación de dicha zona de almacenamiento delimitada porque cree que los miles de sacos de tierra no incentivarán el regreso de los residentes de ambos pueblos cuando se levanten las prohibiciones para acceder y pernoctar en ellos.
El tsunami y terremoto que devastaron el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011 provocaron en la central de Fukushima Daiichi el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.