Romance Vampírico

Cuando pueda sostener la eternidad
sobre la palma muerta de mis manos,
tendré tiempo para escribir y expresar
todo lo que siento cuando estoy a tu lado…





Era un vampiro, por el amor acongojado,
viviendo entre criaturas atadas a su cruz.
Ni en mil años él se había enamorado,
mas una bella mortal lo atrajo con su luz.
Su amor se alimentó de forma desenfrenada
y transformó sus torpes palabras en poesía.
Logrando así, conquistar su alma sosegada,
mas ella nunca supo por qué la melancolía.
Y es que cayó en amor, que de la luz emana,
siendo por naturaleza solitario, lóbrego y fugaz.
Tuvo así, que abandonar a aquella joven dama,
cuya inocencia corrompida jamás podría olvidar.

Bella Mortal

Bella mortal que me has seducido
con tu delicadeza y fragilidad humana.
Mis sentidos y pensamientos has invadido,
completamente mi soledad preciada.
En las tinieblas yace insomne mi destino,
que flagela mi mente incapaz de luchar.
Mi condena es soñar que soy tu abrigo,
cada vez que mis ojos se deban cerrar.
Y gritar… ¡Gritar al cielo tu nombre!
Desgarrando mi piel de desesperación,
con el corazón hecho cenizas por amor.
Bella mortal que te has convertido
en la única luz que puedo contemplar,
desde la penumbra fúnebre de mi hogar.

Seducción

Puedo sentir el ámbar brotar de tu cuerpo,
sentir tu corazón latiendo para mí.
Puedo sentir tu sangre fluir como fuego,
quiero alimentarme y beber de ti.
Ven conmigo, mis noches son eternas,
juntos saciaremos nuestro apetito carnal.
Dejaré que tus labios prueben el néctar
que hicieron de mí un inmortal.
Siente el placer de ser mi alimento,
de ser toda mi necesidad y deseo.
Mis ojos te verán cual manjar suculento,
desnudando tu cuerpo que aún no poseo.
Sabré encontrar los íntimos deseos,
que junto a mi serán palpables y más.
Succionaré tu vida y beberás mi sangre,
y compartirás conmigo la eternidad.

Luz Eterna

Y vi mi inerte corazón sobre tus delicadas manos,
cuando tus húmedos labios bebieron de mí.
Y sentí cual ángel me hubiera tocado,
derramando su tibia sangre color carmín.
Eres la tenue brisa que respira mi agonía,
la carne que devoran mis deseos impuros.
Eres todo el sentido de mi esencia umbría,
amada musa mía no abandones mi mundo.
Porque mi alma necesita de tu luz eterna
y mis arcanos ojos de tu mirada etérea,
para no perderme en la bruma infernal.

Porque mientras más brilla tu luz a mi lado,
más oscura es la sombra que has salvado
del tétrico páramo de la congoja y el pesar.

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