En Caracas, la capital venezolana, más de 120 intelectuales del país e invitados internacionales se reunieron para denunciar las agresiones que consideran que EE.UU. realiza contra la República Bolivariana.
La Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad alzó su voz para condenar las nuevas formas de agresión del gobierno de EE.UU. contra los pueblos del mundo, especialmente contra el decreto que firmó el presidente Barack Obama el pasado 9 de marzo, declarando a Venezuela como una "amenaza" para ese país.
El periodista y escritor Rubén Wisotzki, sostiene que "todo proceso de cambio, todo proceso humanista, se enfrenta a los imperios y los poderes fácticos, los poderes establecidos socialmente (...) El humanismo se enfrenta a todo tipo de poder, porque defendemos principalmente la humanidad por encima de todas las cosas".
El reconocido historiador y analista político venezolano, Vladímir Acosta, asegura que las recientes declaraciones de la subsecretaria del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, admitiendo estar decepcionada por la reacción solidaria de América Latina con Venezuela, evidencia dos cosas. Primero, el error que cometió el gobierno de Obama, y segundo, la falta de previsión. Acosta asegura que el gobierno norteamericano no midió las consecuencias de ese decreto. Según él, su proyecto no es solo contra Venezuela, sino que "es un proyecto para, en medio del contexto de la guerra fría que tiene como centro a China y a Rusia, enfrentar a los dos (…) y entra también Venezuela como país y potencia petrolera".
La analista internacional Yudith Valencia, alerta que uno de los objetivos del gobierno de EE.UU. es recolonizar América Latina y el Caribe, y por esa razón, el presidente Barack Obama ha decidido reunirse con los países del CARICOM, los países del Caribe, un día antes de realizarse la cumbre de las Américas, para así proponerles una alternativa energética que se contraponga a Petrocaribe y que, según ha denunciado el propio presidente de Cuba, sería para someter a los países del Caribe a las multinacionales petroleras.
Varios analistas internacionales alertan que el gobierno de EE.UU. se quiere vender como un gobierno que apuesta por la paz acercándose a Cuba y a Irán, mientras que tapa crímenes en otros países del mundo y fomenta desestabilizaciones como en Yemen y Venezuela