Ni intentes hachearnos politicos,religiones todo aquel que este en contra de este blog.
Imaginaos un mundo sin contraseñas, en el que todo el mundo pudiera hacer como Barack Obama y leer los correos electrónicos ajenos, o entrar en las cuentas corrientes de los demás y ver cómo lo hacen para ir a todos los festivales del año cobrando cuatro duros. Exacto, sería DIVERTIDÍSIMO. Pero sólo los dos primeros minutos. Después vendrían los enfados, las peleas, las denuncias ante la policía, los divorcios, quizás alguna historia de amor muy loca.
Pero me estoy desviando. El caso es que las contraseñas son necesarias y han de ser seguras. ¿Cómo escogerlas? Muy sencillo, sólo hay que seguir estas 51 fáciles instrucciones.
1. Usa al menos ocho caracteres. A corto plazo, el cerebro es capaz de procesar entre 5 y 9 elementos a la vez. Por eso, cuantos más caracteres usemos, más difícil se lo pondremos a quien esté mirando por encima del hombro.
2. Aunque yo llamaría a la policía: hay un intruso en tu casa. Esta detrás de ti, mirando la pantalla por encima del hombro.
3. Jejeje... Has mirado.
4. La contraseña no ha de ser inteligible. No uses el nombre de tu gato, por ejemplo.
5. No utilices sólo números o letras.
6. No uses el nombre de tu gato escrito en l33t.
7. Consejos de estilo: escribir en l33t te hace parecer más gordo y más como si vivieras con tu madre.
8. Volviendo a las contraseñas, añade también algún carácter chino o árabe.
9. Y el símbolo de Batman. Eso confundirá a los hackers.
10. ¿Por qué te limitas al teclado? Usa también la biometría: tu huella dactilar, el iris de los ojos, tu forma única de bailar la lambada, el sonido de tu voz cuando telefoneas a alguien sólo para jadear...
11. Dato curioso: si te matan para entrar en tu correo electrónico, sólo podrían usar tu iris durante unos pocos minutos, ya que el tejido se degrada en seguida. En cambio, tu contraseña la podrían usar SIEMPRE.
12. No ha de ser la misma contraseña para todo. Deberías tener una cada cuenta de correo, para la del banco, para Dropbox, para cada red social, etcétera.
13. Es más, recomiendo tener un ojo para cada cuenta.
14. No sé, la ciencia avanza que es una barbaridad.
15. Es imposible memorizar todas las contraseñas. De hecho, es imposible memorizar una sola de ellas. Anótalas.
16. ¿¡Pero qué haces anotándolas!? Como te pillen la libreta, verás.Quema la libreta.
17. Anótalas en un documento de texto.
18. Espera, ahora me explico.
19. No seas impaciente, no llevamos ni la mitad de los pasos.
20. Demuéstrale tu amor a tu novia enviándole el documento.Dile que no tienes secretos para ella.
21. ¿¡PERO QUÉ HACES, INSENSATO!? ¿¡Y SI TE DEJA POR UN DELINCUENTE QUE SE APROPIA DE TUS CLAVES PARA ROBARTE LOS 7,20 EUROS QUE TIENES EN TU CUENTA DE PAYPAL!?¡CAMBIA AHORA MISMO TODAS LAS CONTRASEÑAS! (Vuelve al punto 1).
22. Protege el documento con una contraseña (vuelve al punto 1).
23. Ahora viene lo interesante: guarda este documento en la nube y en un pen.
24. Borra el documento del ordenador. Imagina que te roban el portátil y el ladrón encuentra el archivo con todas tus contraseñas. ¡Podría subir a tu Facebook una frase de Paulo Coelho!
25. Eso le pasó a un conocido: una frase de Coelho sobre una foto de un atardecer en la playa. ¡Hay mucha maldad en el mundo!
26. No dejes sesiones abiertas. Cada vez que entres en tu correo, por ejemplo, deberás consultar el pen drive que llevas contigo o echarle un vistazo al documento que tienes guardado en la nube.
27. Si te consideras incapaz de recordar la contraseña del documento, anótala en un nuevo documento que has de subir a la nube y guardar en otro pen diferente.
28. Deberías usar otra contraseña para proteger ese nuevo documento en el que guardas la contraseña del documento de las contraseñas. Vuelve al punto 1.
29. Quizás necesites anotar esa nueva contraseña en un tercer documento.
30. Sí, yo también me he perdido un poco.
31. Voy a parar antes de que acabemos como en 'Primer'.
32. Ya casi no usas internet porque da mucho trabajo.
33. Ventajas de no usar internet: has pisado una cosa que llaman “calle” (dura, pero con mucho aire libre), has ido al cine (caro, pero con mucho aire acondicionado) y has recordado qué era eso que llaman “chica” (agradable, pero con novio).
34. Eso sí, vas con los pen drives a todas partes porque los llevas en el llavero.
35. Pierdes las llaves una o dos veces al año.
36. Efectivamente, has perdido las dos memorias usb.
37. No pasa nada. Todavía tienes otra copia en la nube.
38. Pero hay un problema: para entrar en la nube, necesitas, como mínimo, la contraseña de la cuenta de la nube, que ya sólo tienes en el documento que has guardado allí.
39. Dos meses después, duermes entre cartones, en un cajero, pero no de tu banco. Porque tu banco era online. Y perdiste las contraseñas (por si lo habías olvidado).
40. No eres el único. Los millones de lectores de GQ que han leído este artículo han acabado igual y han dejado de consumir, de pagar facturas, de hacer transferencias... Lo que ha llevado a que cierren empresas, a que más gente se quede sin trabajo, a que haya menos consumo y a que cierren aún más empresas, en lo que se ha llamado la Crisis de las Contraseñas.
41. Durante esta crisis se origina la Guerra de las Contraseñas, que dura los catorce años siguientes. Masas de población indignada y hambrienta de naciones pobres aprovechan el caos para levantarse en armas contra los países ricos, buscando, finalmente, justicia y equidad.
42. Esto lo iba a arreglar un americano con unos cuantos aviones sin piloto de éstos, pero es que van con contraseña, también, y el pobre no recuerda cuál de las letras iba en mayúscula y dónde colocar ese 1 que había añadido para despistar.
43. Tras firmar la paz, un mundo en ruinas, devastado, intenta resurgir de sus cenizas.
44. Poco a poco vuelve el agua corriente a los hogares. Y la electricidad. Y el gas. Y el teléfono.
45. Gracias a unos viejos routers, un grupo de nostálgicos vuelve a conectar algunos ordenadores. Esa rudimentaria red se llamará NOVANET.
46. En sólo unos años, la mayoría de los hogares europeos están conectados a NOVANET.
47. También los teléfonos móviles.
48. Apple lanza su nuevo nPhone.
49. Apple lanza su nuevo nPhone 2. En el primer modelo olvidaron una función que poca gente utiliza, pero que tiene su importancia: lasllamadas telefónicas.
50. Casi todo el mundo tiene correo electrónico y los bancos online vuelven a funcionar.
51. Pero hombre, no vas a utilizar “1234” como contraseña. No, ni tu fecha de nacimiento. Ni el nombre de tu gato en l33t. Vuelve al punto número 1.
2. Aunque yo llamaría a la policía: hay un intruso en tu casa. Esta detrás de ti, mirando la pantalla por encima del hombro.
3. Jejeje... Has mirado.
4. La contraseña no ha de ser inteligible. No uses el nombre de tu gato, por ejemplo.
5. No utilices sólo números o letras.
6. No uses el nombre de tu gato escrito en l33t.
7. Consejos de estilo: escribir en l33t te hace parecer más gordo y más como si vivieras con tu madre.
8. Volviendo a las contraseñas, añade también algún carácter chino o árabe.
9. Y el símbolo de Batman. Eso confundirá a los hackers.
10. ¿Por qué te limitas al teclado? Usa también la biometría: tu huella dactilar, el iris de los ojos, tu forma única de bailar la lambada, el sonido de tu voz cuando telefoneas a alguien sólo para jadear...
11. Dato curioso: si te matan para entrar en tu correo electrónico, sólo podrían usar tu iris durante unos pocos minutos, ya que el tejido se degrada en seguida. En cambio, tu contraseña la podrían usar SIEMPRE.
12. No ha de ser la misma contraseña para todo. Deberías tener una cada cuenta de correo, para la del banco, para Dropbox, para cada red social, etcétera.
13. Es más, recomiendo tener un ojo para cada cuenta.
14. No sé, la ciencia avanza que es una barbaridad.
15. Es imposible memorizar todas las contraseñas. De hecho, es imposible memorizar una sola de ellas. Anótalas.
16. ¿¡Pero qué haces anotándolas!? Como te pillen la libreta, verás.Quema la libreta.
17. Anótalas en un documento de texto.
18. Espera, ahora me explico.
19. No seas impaciente, no llevamos ni la mitad de los pasos.
20. Demuéstrale tu amor a tu novia enviándole el documento.Dile que no tienes secretos para ella.
21. ¿¡PERO QUÉ HACES, INSENSATO!? ¿¡Y SI TE DEJA POR UN DELINCUENTE QUE SE APROPIA DE TUS CLAVES PARA ROBARTE LOS 7,20 EUROS QUE TIENES EN TU CUENTA DE PAYPAL!?¡CAMBIA AHORA MISMO TODAS LAS CONTRASEÑAS! (Vuelve al punto 1).
22. Protege el documento con una contraseña (vuelve al punto 1).
23. Ahora viene lo interesante: guarda este documento en la nube y en un pen.
24. Borra el documento del ordenador. Imagina que te roban el portátil y el ladrón encuentra el archivo con todas tus contraseñas. ¡Podría subir a tu Facebook una frase de Paulo Coelho!
25. Eso le pasó a un conocido: una frase de Coelho sobre una foto de un atardecer en la playa. ¡Hay mucha maldad en el mundo!
26. No dejes sesiones abiertas. Cada vez que entres en tu correo, por ejemplo, deberás consultar el pen drive que llevas contigo o echarle un vistazo al documento que tienes guardado en la nube.
27. Si te consideras incapaz de recordar la contraseña del documento, anótala en un nuevo documento que has de subir a la nube y guardar en otro pen diferente.
28. Deberías usar otra contraseña para proteger ese nuevo documento en el que guardas la contraseña del documento de las contraseñas. Vuelve al punto 1.
29. Quizás necesites anotar esa nueva contraseña en un tercer documento.
30. Sí, yo también me he perdido un poco.
31. Voy a parar antes de que acabemos como en 'Primer'.
32. Ya casi no usas internet porque da mucho trabajo.
33. Ventajas de no usar internet: has pisado una cosa que llaman “calle” (dura, pero con mucho aire libre), has ido al cine (caro, pero con mucho aire acondicionado) y has recordado qué era eso que llaman “chica” (agradable, pero con novio).
34. Eso sí, vas con los pen drives a todas partes porque los llevas en el llavero.
35. Pierdes las llaves una o dos veces al año.
36. Efectivamente, has perdido las dos memorias usb.
37. No pasa nada. Todavía tienes otra copia en la nube.
38. Pero hay un problema: para entrar en la nube, necesitas, como mínimo, la contraseña de la cuenta de la nube, que ya sólo tienes en el documento que has guardado allí.
39. Dos meses después, duermes entre cartones, en un cajero, pero no de tu banco. Porque tu banco era online. Y perdiste las contraseñas (por si lo habías olvidado).
40. No eres el único. Los millones de lectores de GQ que han leído este artículo han acabado igual y han dejado de consumir, de pagar facturas, de hacer transferencias... Lo que ha llevado a que cierren empresas, a que más gente se quede sin trabajo, a que haya menos consumo y a que cierren aún más empresas, en lo que se ha llamado la Crisis de las Contraseñas.
41. Durante esta crisis se origina la Guerra de las Contraseñas, que dura los catorce años siguientes. Masas de población indignada y hambrienta de naciones pobres aprovechan el caos para levantarse en armas contra los países ricos, buscando, finalmente, justicia y equidad.
42. Esto lo iba a arreglar un americano con unos cuantos aviones sin piloto de éstos, pero es que van con contraseña, también, y el pobre no recuerda cuál de las letras iba en mayúscula y dónde colocar ese 1 que había añadido para despistar.
43. Tras firmar la paz, un mundo en ruinas, devastado, intenta resurgir de sus cenizas.
44. Poco a poco vuelve el agua corriente a los hogares. Y la electricidad. Y el gas. Y el teléfono.
45. Gracias a unos viejos routers, un grupo de nostálgicos vuelve a conectar algunos ordenadores. Esa rudimentaria red se llamará NOVANET.
46. En sólo unos años, la mayoría de los hogares europeos están conectados a NOVANET.
47. También los teléfonos móviles.
48. Apple lanza su nuevo nPhone.
49. Apple lanza su nuevo nPhone 2. En el primer modelo olvidaron una función que poca gente utiliza, pero que tiene su importancia: lasllamadas telefónicas.
50. Casi todo el mundo tiene correo electrónico y los bancos online vuelven a funcionar.
51. Pero hombre, no vas a utilizar “1234” como contraseña. No, ni tu fecha de nacimiento. Ni el nombre de tu gato en l33t. Vuelve al punto número 1.