Llegaste a mi vida en una noche de desvelo,
Y te posaste en la profundidad de mis sueños,
Tu esplendor dejó en mi mente un rastro de belleza,
Para recordarte una vez más al despertarme el frío viento.
Con el tiempo te fuiste esfumando,
Dejando en mí un enorme vacío,
Para hacerme sentir incompleta,
Y cual si fuese un hilo cortaste mi sentido.
Mis ojos desatendidos se han secado,
llorando sin consuelo tu amarga espera,
Mi mirar lentamente se ha entriztecido,
Por ya no sentir tan amena tu presencia.
Te siento ausente cuando junto a mí estás,
Me quedaré sentada
Mirando las sombras de muchos que por mi lado han de pasar,
En lugar de ser fuerte y continuar con mi larga travesía.
Dejaré mi alma viajar eternamente y sin rumbo fijo,
Porque seguiré rendida y sin alas para volar ante tu desepción,
Morí emprendiendo ciegamente el vuelo,
Y caí en la desgraciada agonía de tu adiós.
Me he quedado sin consuelo,
Reclamando día y noche el por qué me dejaste sola y sin amor,
Contestándome todas mis dudas sin lógica alguna,
Temblando de frío y pidiendo a gritos tu calor.
La soledad desalentadora me acompaña,
en medio de esta dolorosa locura,
Te confieso que tu frialdad me ha dejado encerrada,
En un mundo sin panorama ni protagonistas.
La historia de la perdición que causaste en mi vida,
Es y continuará siendo imborrable,
Mis pensamientos se tornan acciones hirientes,
Mostrando un falso orgullo al cual denomino detestable.
Desde entonces mi risa se ha mostrado sumamente fría,
Es una sonrisa cortante con intenciones pretenciosas,
Busco cautivar miradas de índole amorosa,
Para sentirme parte de un mundo que ya no es mío.
Que Dios me diga por qué eres mi más doloroso castigo,
Ya ni recuerdo el olor de ser querida o amada,
Mucho menos sé por qué nuestro amor está prohibido,
Dime por qué te has marchado echándome al olvido como cosa pasada.
Me rehuso a dejarte en manos de la distancia emocional,
Entregate a los brazos de nuestro amor inmortal,
No me destruyas más la vida,
Y ten valentía para aprender a amar.
Mis lágrimas saben a hiel y amargura,
Mi sangre se ha vuelto alcohol por el mucho vino que he tomado,
Cuántas copas más tomaré antes de que vuelvas a dirigirme la palabra,
Cuántas veces más tocaré en mi guitarra melodias con la sensación de que me desangro.
Sé que estás solo en tu mundo realista,
Mientras me quedo fantaseando en el tierra de las hadas agonizantes,
Rescátame de este mundo irreal,
Que siento morir sin tenerte en estos instantes.
Mis horas de sueño encontraron la forma de llegar al suicidio,
Mi cordura se perdió muy adentro en mi ser,
Tus recuerdos son constantes heridas,
Se cierran para abrirse una y otra vez.
Nadie comprende en realidad mis sentimientos,
Mi voz pide constantemente ser escuchada,
Mi alma pide ser profundamente palpada,
Y con un poco de compasión mis lágrimas necesitan ser secadas.
Soy débil aunque ante tí no lo demuestre,
Pero mi mundo no es el que me rodea sino el que me consume,
No le huiré al dolor porque en mí está incluido,
Si acaso no lo ves conoce mis adentros y aprende a amarme.
Esta noche me quedaré sentada en la que te comenté al principio,
Te espero para juntos adherir los trozos de aquel mundo perfecto en el cual vivimos,
Aunque me lo niegues estoy consciente de que igualmente me sigues amando,
Comencemos una vez más para hacer inmortal aquel amor que una vez nos negamos.
Y te posaste en la profundidad de mis sueños,
Tu esplendor dejó en mi mente un rastro de belleza,
Para recordarte una vez más al despertarme el frío viento.
Con el tiempo te fuiste esfumando,
Dejando en mí un enorme vacío,
Para hacerme sentir incompleta,
Y cual si fuese un hilo cortaste mi sentido.
Mis ojos desatendidos se han secado,
llorando sin consuelo tu amarga espera,
Mi mirar lentamente se ha entriztecido,
Por ya no sentir tan amena tu presencia.
Te siento ausente cuando junto a mí estás,
Me quedaré sentada
Mirando las sombras de muchos que por mi lado han de pasar,
En lugar de ser fuerte y continuar con mi larga travesía.
Dejaré mi alma viajar eternamente y sin rumbo fijo,
Porque seguiré rendida y sin alas para volar ante tu desepción,
Morí emprendiendo ciegamente el vuelo,
Y caí en la desgraciada agonía de tu adiós.
Me he quedado sin consuelo,
Reclamando día y noche el por qué me dejaste sola y sin amor,
Contestándome todas mis dudas sin lógica alguna,
Temblando de frío y pidiendo a gritos tu calor.
La soledad desalentadora me acompaña,
en medio de esta dolorosa locura,
Te confieso que tu frialdad me ha dejado encerrada,
En un mundo sin panorama ni protagonistas.
La historia de la perdición que causaste en mi vida,
Es y continuará siendo imborrable,
Mis pensamientos se tornan acciones hirientes,
Mostrando un falso orgullo al cual denomino detestable.
Desde entonces mi risa se ha mostrado sumamente fría,
Es una sonrisa cortante con intenciones pretenciosas,
Busco cautivar miradas de índole amorosa,
Para sentirme parte de un mundo que ya no es mío.
Que Dios me diga por qué eres mi más doloroso castigo,
Ya ni recuerdo el olor de ser querida o amada,
Mucho menos sé por qué nuestro amor está prohibido,
Dime por qué te has marchado echándome al olvido como cosa pasada.
Me rehuso a dejarte en manos de la distancia emocional,
Entregate a los brazos de nuestro amor inmortal,
No me destruyas más la vida,
Y ten valentía para aprender a amar.
Mis lágrimas saben a hiel y amargura,
Mi sangre se ha vuelto alcohol por el mucho vino que he tomado,
Cuántas copas más tomaré antes de que vuelvas a dirigirme la palabra,
Cuántas veces más tocaré en mi guitarra melodias con la sensación de que me desangro.
Sé que estás solo en tu mundo realista,
Mientras me quedo fantaseando en el tierra de las hadas agonizantes,
Rescátame de este mundo irreal,
Que siento morir sin tenerte en estos instantes.
Mis horas de sueño encontraron la forma de llegar al suicidio,
Mi cordura se perdió muy adentro en mi ser,
Tus recuerdos son constantes heridas,
Se cierran para abrirse una y otra vez.
Nadie comprende en realidad mis sentimientos,
Mi voz pide constantemente ser escuchada,
Mi alma pide ser profundamente palpada,
Y con un poco de compasión mis lágrimas necesitan ser secadas.
Soy débil aunque ante tí no lo demuestre,
Pero mi mundo no es el que me rodea sino el que me consume,
No le huiré al dolor porque en mí está incluido,
Si acaso no lo ves conoce mis adentros y aprende a amarme.
Esta noche me quedaré sentada en la que te comenté al principio,
Te espero para juntos adherir los trozos de aquel mundo perfecto en el cual vivimos,
Aunque me lo niegues estoy consciente de que igualmente me sigues amando,
Comencemos una vez más para hacer inmortal aquel amor que una vez nos negamos.
Entradas
