ESTE ES UN RELATO DE UNA EX SATANISTA



DURANTE MIS Años en La Hermandad me adiestraron
cuidadosamente, y yo a mi vez adiestré a otros, en cuanto a cómo
infiltrar y destruir las diferentes iglesias cristianas. La meta de Satanás
es convertir toda iglesia cristiana en una iglesia como la de La odisea
que se describe en Apocalipsis 3:15-16:
"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o
caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré
de mi boca».Se nos enseñó un plan de ataque básico de ocho puntos que
podíamos adaptar a cualquier denominación de iglesia a que se nos
enviara. El hecho de que la mayoría de los satanistas de más alto
rango asisten regularmente a iglesias cristianas no debe sorprender a nadie
; es decir, a nadie que se moleste en leer la Palabra de Dios. A
los cristianos se nos ha advertido clara· mente que los ataques de
Satanás vienen desde dentro de las iglesias, especialmente en tiempos
de prosperidad.«Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que
desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres
impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y
niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo
».
Judas 4
Estos pasajes dicen con gran claridad que los ataques de Satanás
surgirán de dentro de las iglesias.
 No estamos tratando de iniciar una
cacería de brujas. Nuestro deseo más bien es dar a conocer las
principales tácticas de Satanás para que podamos frenarlas dentro de
nuestras propias iglesias. Cada individuo tiene la responsabilidad ante
Dios de estar vigilante, de leer la Palabra de Dios (la Biblia) y
estudiarla en oración, de escuchar atentamente lo que se enseña en la
iglesia. Cualquier enseñanza que no esté de acuerdo con la Palabra de
Dios hay que combatirla, no importa quién la esté presentando. Pero
hay que combatirlas en amor, suave pero firmemente.
Lo primero que un satanista debe hacer es hacer una «confesión de
fe». Debe fingir que es salvo para ganar credibilidad ante la gente de
la iglesia. En las iglesias que hacen llamados para que pasen al altar,
la persona pasa al frente, por lo general con lágrimas, y finge obtener
la salvación. Si es una iglesia carismática que pone gran énfasis en el
don de hablar en lenguas, e: satanista habla en lenguas. Esto no es
problema: los demonios pueden fácilmente hablar en lenguas.
Esto parece ser una de las cosas que causan gran confusión entre los
cristianos. Los satanistas pueden utilizar el nombre de Jesús, y lo
hacen. Pueden enseñar y predicar de Jesús, pueden usar el nombre de
Jesús en sus oraciones
, etc. Los pasajes de Lucas y Mateo que citamos
muestran claramente esto. Lo único que no pueden hacer es pasar la
prueba de 1 Juan 4. Ellos no pueden mirarnos a los ojos y decirnos:
«Jesucristo, que es Dios encarnado, murió en la cruz y al tercer día se
levantó de la tumba y ahora está sentado a la diestra de Dios el Padre.
Ese Jesús es mi Señor, mi Salvador y mi Dueño». Puede que digan:
«Jesús me salvó». Pero ¿de qué Jesús están hablando?
 Jesús mismo
dijo que mucho vendrían diciendo que eran El. Puede ser también que
lean o reciten alguna confesión de fe en Jesucristo. Ellos pueden leer
la Biblia y lo hacen. Si uno les pregunta si Jesucristo el que vino en
carne es su Salvador, puede que mientan y digan que sí. Pero no
pueden, con sus propios labios, hacer la declaración que expresamos
más arriba. Dios nos dio un modo de examinarlos, queridos hermanos
y hermanas en Cristo. Usemos la Palabra de Dios.
Los satanistas ganan credibilidad dentro de las iglesias cristianas de
muchas maneras, según la iglesia. Asisten regularmente. Siempre se
puede contar con ellos para que ayuden en cualquier proyecto
. No
solo ganan credibilidad de esta manera, sino que también así conocen a la iglesia y sus miembros. En poco tiempo saben quién es un
cristiano consagrado y quién no lo es.
El dinero es otro buen instrumento. Si la iglesia es grande y rica,
ofrendan regularmente y van aumentando gradualmente sus ofrendas
hasta convertirse en uno de los principales contribuyentes. En las
iglesias pequeñas donde casi todos los miembros son pobres, no
hacen alarde de tener mucho dinero, pero gradual y cuidadosamente
aumentan sus ofrendas hasta que muchos de los programas de la
iglesias dependen de sus ofrendas. Claro, La Hermandad les da el
dinero que ofrendan, y el dinero es dinero. Tristemente esto es cierto
aun en nuestras iglesias cristianas. Es raro encontrar pobres en la
directiva de la iglesia.
Destruir la costumbre de orar«
La meta más importante de los satanistas es destruir la oración en la
iglesia. Hay tantos pasajes sobre la oración que ni siquiera pudiéramos
intentar mencionarlos todos. Una iglesia fuerte es una iglesia que ora.
La oración requiere autodisciplina, y tristemente la mayoría de los
cristianos pasan muy poco tiempo en oración. Permítame contarle la
historia de cómo un satanista destruyó el poder precisamente de la
iglesia en la que yo fui liberada. A Rebecca y a mí nos parte el alma recordar lo que pasó, pero no logramos que los líderes de la iglesia
nos escucharan.
Poco después de quedar yo completamente liberada, nos horrorizamos
al ver que el sumo sacerdote del inmenso y poderoso capítulo
satanista de la ciudad en que nuestra iglesia estaba situada comenzó a
asistir a nuestra iglesia. Yo conocía personalmente a aquel hombre y a
su familia desde que yo estaba en el satanismo, y él personalmente
nos amenazó a Rebecca y a mí en más de una ocasión. En menos de
dos años aquel hombre y sus colaboradores destruyeron
completamente aquella maravillosa y poderosa iglesia. Muchas veces
Rebecca y yo suplicamos con lágrimas al pastor y a algunos de los
ancianos que frenaran lo que estaba pasando en la iglesia, pero no
nos hicieron caso. No podíamos acusar a Roy (no es su verdadero
nombre) de ser satanista porque, claro está, no teníamos pruebas.
Hubiera sido su palabra contra la nuestra. Pero en más de una ocasión
tratamos de mostrarle al pastor y a un par de ancianos que el fruto de
aquella vida no se conformaba a las Escrituras. Esto fue lo que hizo.
Roy era muy rico. Se hizo miembro de la iglesia poco después de
comenzar a asistir. Afirmaba estar bien cimentado en su conocimiento
de la Biblia, lo cual era cierto. Ofrendaba grandes sumas de dinero,
asistía a todas las reuniones y actividades, y se unió al coro
. En aquel
tiempo nuestra iglesia tenía cultos de oración en extremo poderosos
todos los miércoles en la noche. Todas las semanas de 200 a 300
personas asistían y oraban como un cuerpo unificado. Teníamos cultos
de oración tan potentes que el poder del Espíritu Santo literalmente
sacudía el edificio. Aquella gente tomaba en serio la oración.
Como era de esperarse, la iglesia comenzó a crecer enormemente. Su
membrecía subió de 300 a más de mil en menos de un año. Es un
momento sumamente peligroso para cualquier iglesia. El pastor y los
ancianos ya no podían conocer personalmente a todos los miembros.
En vez de dividir la iglesia para formar una iglesia hermana y reducir el
número de miembros a una cantidad manejable, ampliaron el edificio,
y la iglesia siguió creciendo con rapidez. Todos pensaban que estaban
siendo muy bendecidos por Dios, y era cierto. Pero muchos de los
recién llegados eran satanistas que se hacían pasar por cristianos
.
No habían pasado seis meses de haberse unido a la iglesia cuando Roy
pasó al frente y le dijo a la iglesia que Dios había puesto en su
corazón una gran carga por los Estados Unidos. Dijo que Dios quería
que los hombres de la iglesia vinieran un mediodía a la semana a
pasar una hora en oración por el país. Estaba dispuesto a dirigir tal
grupo. Todos pensaron que era maravilloso, y Roy adquirió relevancia
en la iglesia. Un par de meses más y 10 hicieron anciano, y poco
después lo eligieron miembro de la junta de directores.
A los cuatro meses de fundar el grupo «Oremos por la patria», lanzó la
segunda parte 'de su ataque. Junto con su esposa y otros veinte
miembros del coro le dijeron en medio de lágrimas al director del coro
que no podían seguir en el coro porque «les estaba robando
demasiado tiempo del que tenían que pasar con sus familias».
Afirmaron que les era demasiado asistir al culto de oración nocturno
de los miércoles y luego ir a los ensayos del coro. No tengo ni qué
decir que al poco tiempo el director del coro pidió permiso a los
ancianos para tener los ensayos durante el culto de oración. Claro,
orarían por su cuenta antes del ensayo. Los ancianos estuvieron de
acuerdo, y los veinte miembros volvieron al coro. El primer ataque
había sido un éxito. Como el coro era grande, una buena parte de los miembros de la iglesia dejaron de orar y de beneficiarse de aquellos
poderosos cultos de oración. La mayoría de los miembros de la iglesia
comenzaron a preguntarse si el culto de oración de veras era de tanta
importancia.
Como al mes de la victoria con el coro, Roy lanzó otro ataque en una
reunión de ancianos y miembros de la directiva. Les dijo que dado el
rápido crecimiento de la iglesia, no se estaba dedicando suficiente
tiempo en enseñar a la gente a crecer en el Señor y hablar del
evangelio. Dijo que la escuela dominical no podía hacer ese trabajo.
Señaló también que la gente ya no se conocía entre sí como cuando la
iglesia era pequeña. Todo lo que decía era válido. Pero su solución al
problema era suspender el culto de oración grande y dividirse en
pequeños (,grupos de discipulado» donde pudieran ser «enseñados
individualmente» a crecer y evangelizar, y donde a la vez se
conocerían mejor. El pastor, los ancianos y la junta de directores se
tragaron el anzuelo, el hilo y la plomada.
La reunión de oración fue desmantelada y se formaron pequeños
grupos de discipulado. Por supuesto, encargaron a Roy la formación
de los grupos. Las personas que escogió para que los dirigieran eran
casi todas satanistas. ¡La oración y el poder de la iglesia fue destruido!
Rebecca y yo fuimos llorando a hablar con el pastor y algunos de los
ancianos. Quisimos mostrarles Biblia en mano que aquellos poderosos
cultos de oración eran la espina dorsal de la iglesia. No quisieron
escucharnos. De todos escuchamos la misma excusa: «Nadie mejor que Roy conoce la importancia de la oración. Vean cómo comenzó el
grupo 'Oremos por la patria'».
Muchos de los mejores cristianos de la iglesia pronto se fueron a otras
iglesias. Como al año, la iglesia estaba en ruinas. El pastor se
desalentó y renunció, los más antiguos y más fieles miembros de la
iglesia se fueron, y el poder también abandonó a la iglesia.
¿Ve qué fácil es? ¿Ha pasado o está pasando esto en su iglesia? No se
vaya de la iglesia. Póngase de pie y luche contra Satanás. ¡Restituya la
oración en su iglesia!
Una vez que la base de la oración ha sido destruida, los satanistas
pueden hacer lo que se les antoje. Una de las cosas más fáciles es
echar a correr rumores. El chisme es un instrumento de primera para
Satanás.
 Poca gente tiene fortaleza para pasar por alto un rumor que
ha escuchado. Los satanistas pueden destruir con facilidad la
credibilidad del pastor y de los verdaderos cristianos en una iglesia
valiéndose de rumores.
Exhortamos a todos los líderes de iglesia a que tengan mucho cuidado.
Nu.nca vayan solos a la casa de un miembro del sexo opuesto a
ayudar o a aconsejar. Pueden enredarlo fácilmente
. Aun cuando uno
no haga nada indigno o incorrecto, ¿quién puede demostrarlo? Muchos
pastores han sido destruidos por esas trampas. 1 Tesalonicenses 5:22
dice: «Apartaos de toda especie de mal». Los cristianos harían bien en
seguir fielmente lo que dice ese pasaje.Como maestros pueden hacer un tremendo daño. ¿Sabe usted
realmente cómo anda con el Señor su maestro de Escuela Dominical?
¿Sabe bien lo que están enseñando a sus hijos o a los demás? Durante
varios años fui maestra de Escuela Dominical en una iglesia bíblica
carismática de mi pueblo, y dirigía e instruía al coro de jóvenes, al
mismo tiempo que servía a Satanás. Sufro al pensar en las muchas
vidas jóvenes que destruí reclutándolas para el satanismo en esas
clases, y los muchos otros cuyo tiempo malgasté al no enseñarles el
verdadero evangelio de Jesucristo.
No se deje engañar. Muchos pastores de iglesias grandes y ricas de
nuestro país son satanistas.
 Su influencia es grande, y se salen con la
suya porque los cristianos son demasiado perezosos para estudiar la
Biblia y comprobar lo que les están enseñando. Estas son las tres
áreas básicas que los satanistas más enseñan.
(a) La oración. Hacen de la oración algo sumamente complicado. A
veces enseñan que hay varios pasos que el creyente debe dar para
asegurarse de que está en la «correcta» relación con Dios antes de
poder tener poder en la oración, y antes de que Dios pueda oírlos.
Citan y tuercen muchos pasajes para que su falsa doctrina parezca
legítima. Innumerables personas dejan de orar porque la forma de
orar que les han enseñado es pesada y compleja. Exhortamos a que
estudien hebreos 4:14416:
Destruir la unidad familiar
Satanás sabe que si logra romper la unidad de las familias, rompe
también la unidad de la iglesia y, añadiría yo, de nuestra nación. Los
satanistas que están en las iglesias luchan por separar las familias
.
Comienzan todo tipo de programas para adolescentes, intermedios y
preescolares. Desarrollan programas separados para mujeres y
hombres, para así mantener también a los padres lo más separados
posible.
Los muchachos necesitan escuchar sermones y parrticipar en las
reuniones de oración tanto como sus padres. A través de la Biblia
vemos el principio de aprender unidos a los padres. Los muchachos
aprenden a respetar a Dios y a la iglesia aprendiendo a sentarse
quietamente en la iglesia a escuchar al pastor. Inmediatamente
después de que se crean programas separados para la juventud, le
pierden respeto al pastor y a la iglesia. No tienen que sentarse a
escuchar al pastor, que es demasiado aburrido. Esta es la actitud que
pronto desarrollan.
¿Qué mejor manera de que los hijos aprendan a orar que hacerlo con
sus padres? Los esposos y esposas están constantemente bajo
ataques de Satanás. En estos días de divorcios fáciles, las parejas
necesitan pasar tiempo juntos para permanecer unidos. Separarlos en
la iglesia, así como retiros, etc., es un gran paso para crear separación
entre esposos y esposas.
Una de las principales metas de Satanás y sus siervos es evitar
cualquier enseñanza sobre sus actividades. Mientras la gente
permanezca ignorante en cuanto a Satanás, éste relativamente no
tiene problemas en cuanto a hacer lo que le plazca. A los satanistas se
les ordena siempre impedir cualquier enseñanza sobre Satanás en las
iglesias a que asisten.
Las excusas son muchas. Dicen que cualquier enseñanza sobre
Satanás lo glorifica, que aparta del Señor la mente de la gente, que
tienta a la gente a volverse a Satanás, etc., etc. ad infinitum. La
Palabra de Dios enseña con gran claridad mucho sobre Satanás, y nos
advierte que si no nos percatamos de nuestro enemigo, tomará
ventaja sobre nosotros.
Un simple conjuro de un satanista asigna un demonio a cada persona
que asiste a la iglesia en la que él participa. El propósito del demonio
es estar de guardia y en el momento en que alguien dice algo de
Satanás, pone en la mente de la persona el pensamiento que no
debería estar oyendo hablar de Satanás
. Cuidado. Los que más alto
hablan en contra de que se enseñe de Satanás y sus tácticas quizás
sean satanistas.Lanzar ataques de brujería contra los principales miembros de la
iglesia
Esta es otra razón por la que orar es tan importante.
Cualquier pastor, líder o miembro de iglesia que realmente esté
tomando una posición junto al Señor y en contra de Satanás va a ser
víctima de tremendos ataques de brujería.
Serán afligidos con toda suerte de enfermedades físicas, dificultad en
concentrarse, confusión, fatiga, dificultad al orar, etc. Los miembros
deben mantenerse continuamente en oración e intercesión por los
líderes de su iglesia. Cuando se pierde la base de la oración, el pastor y los líderes tienen que enfrentar solos estos ataques. A veces son
vencidos. Por eso en el final de casi todas sus cartas Pablo pide a sus
hermanos cristianos que oren por él.
El increíble número de iglesias sin poder y muertas en nuestro país
son un testimonio del éxito que está teniendo Satanás con sus bien
elaboradas tácticas. Oramos que cada cristiano que lea estas palabras
vaya al Señor en oración y le pida que los dirija en cuanto a cómo
luchar contra los ataques dentro de nuestras iglesias.

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