"Ereskigal ha siempre tenido una atracción hacia lo que es sentir y experimentar lo desconocido. Ahora, ella decidió ir al lugar donde nadie ha estado antes, permanecer en el reino inexplorado del gran abajo, llenarlo con todo su ser. Su voz había entonces resonado tan fuerte y clara en todos los mundos de la creación, aunque por encima, en el centro del mundo, más allá de los límites de la Tierra y, por primera vez, su voz se sintió en las profundidades del abajo: Yo reivindico el reino de las profundidades, el mundo de abajo como mi dominio. Ella encontró allí la búsqueda de su vida. Sin mirar hacia atrás, Ereskigal cruzó los límites hacia el abajo, para no volver jamás"
Extracto de la tablilla sumeria "Cómo Ereskigal eligió el mundo de abajo"
Ha llegado el momento de hacer un balance sobre las hostilidades que nos arrancaron de Mulmul (las Pléyades). Las informaciones que he podido reunir a partir de las indicaciones de la comunidad Ama'argi, indican explícitamente que los aliados de la Fuente, por intermedio de varias familias Amasutum, han recuperado los territorios anteriormente en manos de mis Kuku (ancestros) o de sus aliados consanguíneos. La campaña militar realizada por Tiamata tuvo éxito en todas partes menos aquí, en Ti-ama-te (el sistema solar), donde mis Kuku se han convertido en los amos inmerecidos.
En Mulmul (las Pléyades), el Sistema Ubsu'ukkinna (Maia de las Pléyades) ha sido retomado por las Amasutum de Adala (Táigete de las Pléyades), por aquellas de Gisda (las Hyades) y por las Ameli de Bun (Aldebaran de Tauro ). Yo creo entender que nuestro sistema de Anduruna (Dubhe), mi lugar de nacimiento, ha sido también enteramente recuperado por nuestras hembras de Margíd'da (la Osa Mayor).
Qué parodia! Nosotros, aliados de la Fuente, que hemos contribuido a pesar de nosotros a la victoria de mis Kuku, no somos más bienvenidos en estos lugares fructíferos. A pesar de su sabiduría legendaria, la real autoridad de las Amasutum estableció en Gisda (las Hyades) condenar a la hija de Tiamata, Mamitu-Nammu - legítima soberana de los Gina'abul. Mi madre y yo somos exiliados aquí, así como las Nindigir (sacerdotisas) que nos siguieron en la batalla así como nuestros Nungal. Ahora nos vemos obligados a asociarnos con los Usumgal y sus Anunna - forzados a trabajar con los traidores Gina'abul con quienes no tenemos ninguna afinidad. La tecnología que utilizamos para sobrevivir cada Udh (día) es bastante rudimentaria. Nosotros dependemos de los únicos aparatos que han viajado con nosotros y de la buena voluntad de las Nindigir (sacerdotisas) del Abzu.
Ninmah, la Soberana de Kharsag, madre de los Anunna, sustituye ilegalmente a mi progenitora en sus funciones constitucionales. Es un insulto a los lazos monárquicos y consanguíneos. Nammu tiene aún sangre real por su madre y la sangre Kadistu por la contribución genética que ella ha adquirido de los Abgal de Gagsisá (Sirio). Las órdenes de An y de su Satam (administrador territorial) están por encima de las leyes universales ...
La antigua compañera de Enlil se introdujo desde ahora en mi casa de Kharsag sin ninguna invitación. Ella parece frotarse, sin mi consentimiento, sobre todo lo que yo poseo como lo haría un Su (animal), tanto que mis pertenencias personales están impregnadas de su emanación. Ninmah es la soberana, nadie la resiste. Si ella hubiera querido reconquistar el corazón de Enlil, le hubiera sido suficiente chasquear los dedos y mi Alagni (clon) volvería a ella como un Sahsug (lechón) a la misah (cerda). Sin embargo, Ninmah tiene un diferente objetivo. Su interés está definitivamente sobre mí ... y esto desde hace mucho tiempo. Yo no soy tan crédulo. El séquito de mi creador modificó poco a poco mi carácter. Me encuentro cada vez más endurecido y desconfiado.
Cuando Ninmah se encontraba en mi casa con su sonrisa torcida, era sólo para espiarme y rentarme sus virtudes terapéuticas. Hace poco, ella colocado orgullosamente sobre mi mesa de investigación una taza llena de su Ûzug (menstruación). Ella piensa que estoy enfermo, yo todavía estoy bastante bien en general. La soberana de Kharsag me encuentra a menudo con síntomas incómodos que no reflejan en absoluto mi estado. Nunca bebo las bebidas estimulantes que ella me ofrece y limpio siempre mis herramientas de trabajo después de su pasaje. Su comportamiento es a la vez enfático e irritante.
Mam, mi madre, me evita en este momento por alguna razón que no entiendo. Yo hice remontar a Zehuti (Thoth) del Abzu (mundo subterráneo) y le he encargado de reemplazarme en Edin. Él sabrá reemplazarme cerca de los míos. Yo he salido del Gigal, del Edin, de Kharsag y de su Eres (la reina). He abandonado a mis Nungal por un tiempo y huido de Enlil y su entusiasmo por cazar a los Ugubi (monos) y Ukubi (género Homo) - estoy desde ahora a la búsqueda de Sé'et! Ninmah no deja de requerir su retorno próximo sobre Uras, pero mi hermana es inencontrable ...
He visitado Udu'idimsa (Marte) y su área de producción de alimentos escondida en su Abzu. Algunos Miminu ("gris"), casi demasiado corteses, me han servido de guía. No he encontrado ningún rastro de mi prometida. En lugar, le pregunté a los seres con cabeza de Kisi (hormigas) acerca de mi hermana, ellos me dijeron que ella se encontraba en el Abzu de Mulge.
Los campos de este Abzu se pierden de vista y parecen abandonados. Los silos de grano están vacíos. He encontrado a Setir, la sacerdotisa de los cereales, y Udu'us, la del ganado pequeño, las dos especialistas que habíamos clonado en el Duku. Ellas me informaron que Sé'et era desde ahora libre para moverse y que un grupo de Ama'argi de Mulge-Tab (satélite de Mulge) vino a buscarla hace un Iti (mes).
En medio del Abzu, mi creador hace fabricar una nueva nave nodriza. El rugido ensordecedor de una multitud de máquinas rodea el gigantesco aparato abierto en algunos lugares. La imponente nave de forma alargada parece casi completa. Los Miminu ("grises") trabajan duro para su amo. Sin duda este es el precio a pagar para aquellos que se ven obligados a vivir en el exilio? Su suerte no es francamente mejor que la nuestra. ... Dejando el mundo de abajo, vi extrañas estaciones para el procesamiento de mineral.
El exterior de Udu'idimsa (Marte) ha sido devastado por los combates. Sus ciudades no son más que ruinas. El crepitar de las armas ha cesado, pero el aire está siempre sobrecalentado por un constante sofoco. Un desierto arenoso se extiende hasta el horizonte. Este planeta tiene un reino astral sobrecargado por las atrocidades que ha sufrido. El Niama me permite percibir cosas de las que es mejor guardar silencio, ya que no pueden ser reveladas.
El horizonte de Udu'idimsa (Marte) está más cerca que en Uras (Tierra), porque este planeta es más pequeño. A pesar de su distancia al sol, la luz de Udu'idimsa es mucho más fuerte que la que hay disponible actualmente en Uras.
Me encontré con mi creador en medio de los escombros de las antiguas dependencias reales. Él se hizo confeccionar aquí un suntuoso palacio en algunos Udh (días) solamente. Es desde este lugar que parten todas sus soberanas reivindicaciones. An me dio la bienvenida con los brazos abiertos; la primera vez desde que llegamos a este agujero! Mi padre ha pasado su tiempo lejos de mí, pero ahora no podía hacer otra cosa. Probablemente quería quedar bien delante de sus esbirros abyectos y malolientes.
Yo no había sido muy cordial y de esto no ha escapado a nadie. An estaba tumbado en su enorme cama adornada con jaspe rojo y verde. Él estaba totalmente ridículo! Alrededor de él había dos Kingu-Babbar encadenados por el cuello y las dos manos atadas. Parecían simbolizar la victoria de mi creador sobre sus adversarios consanguíneos. Esta escena era deplorable.
Le pedí a mi padre que me notificara donde se encontraba Sé'et. Él me respondió que no lo sabía y que mi hermana había dejado Udu'idimsa (Marte) hace un Iti (meses) con las Amašutum de Mulge-Tab, el satélite del planeta de los Kadistu (planificadores).
- Sé'et ya no está más desde ahora bajo nuestra divina providencia, me dijo en un tono firme. Le dimos su libertad en reconocimiento por sus esfuerzos. Mulge y Mulge-Tab utilizan armas que escapan a nuestro control y entendimiento. Estos malditos planetas no están aún bajo nuestra autoridad. Tú eres el garante del Uga-Mus (Pueblo de la Serpiente), mi hijo. Si tú ignoras el comportamiento de las personas de las que tú eres responsable, ¿cómo podremos confiar en ti?
-¿Qué quieres decir padre?
-Las Amasutum que colaboran con los Kadistu (planificadores) y de las que eres imprudente soberano deben irse, sino la sangre de los traidores salpicará a tu persona. Tú te has hecho mucho mal por preservar la vida de tus Nungal. ¿Sabes tú que me alcanza con un chasquido de dedos para que recuperen la libertad? Danos Mulge y Mulge-Tab, hijo mío, y yo te voy a dar el lugar que te mereces en Uras. Tu excluirás a tu Alagni (clon) con mi apoyo ... Ninmah te sostendrá ...
- No te puedo ofrecer lo que no me pertenece!
El tono de mi creador se transformó luego para hacerse más áspero.
-¿Así que no tienes nada mejor que hacer en Edin que correr tras tu hermana Kadistu (planificadora)? Sólo la Fuente incierta de la que tú predicas la naturaleza sabe tal vez dónde ella se encuentra actualmente. Hace mucho tiempo que la hija de Nammu no forma más parte de tu existencia. Nosotros nos reconstruimos, Enki. Esa es la realidad! Ninmah necesita de tus servicios en Uras. Nos es necesario ser voluntarios y disciplinados para renovar estos lugares de infortunio.
-¿No eres tu el responsable de esta carnicería mi dulce padre? La paz regía estos lugares antes de la llegada de nosotros! Le repliqué.
An sin duda tomo muy mal este comentario, pero no dijo nada. Nuestras miradas se enfrentaron. La suya era dura y dominante. Mi creador ha ciertamente utilizado el Niama para sondearme, pero yo tengo como hábito cerrar todos mis Sagra (chakras). Sin duda hubiera él querido hacerme pagar esta afrenta en un futuro próximo. Pero yo soy el señor de los Abzu. La nave que él fabrica en el Abzu de Udu'idimsa (Marte) es realizada sin mi consentimiento. Nosotros tenemos un verdadero equilibrio de poder. No teníamos nada más que decirnos, y nos despedimos como dos extraños.
Me metí totalmente irritado en mi Gigirlah (nave). Su soplido caliente levantó una tormenta de arena y mi avión sobrevoló los caminos oscuros y calcinados. Al este, los ríos todavía hinchados por las lluvias recientes se vertían en el valle quemado durante algunas Danna (horas). Diferentes naves Gina'abul y Mìmínu estaban establecidas en todo el planeta. Ellas estaban allí sin duda desde el final de los combates.
Mi ordenador de a bordo se activó para localizar una Diranna (puerta estelar), pero yo estaba acostumbrado a detectarlas de forma natural gracias al Niama. Programé mi llegada sobre Mulge, "el astro oscuro" de los Kadistu (planificadores), el planeta de los desertores!! Yo sé que no debería decirlo así. Una profunda ira me asalta desde hace algunos Udh (días). Tengo un mal presentimiento, sin conocer la razón. Tengo mucha dificultad en reconocerme. Mis manos tiemblan de manera anormal. Me hace falta calmarme rápidamente, si no la caída será dura y yo corro el riesgo de causarme una buena crisis de Buluhur (espasmofilia).
Yo había evitado ir a Mulge; este planeta provoca en mí una extraña sensación de malestar que no me puedo explicar. En su Abzu se encuentran acuartelados muchos emisarios de la Fuente que han sobrevivido a la guerra. Mi intuición me ha más bien dirigido a Mulge-Tab, el satélite de Mulge. Pensé que se trataba de una luna de tamaño mediano. Ella lo es comparada con Mulge. Pero en comparación con Uras, estos dos planetas parecen poseer una dimensión similar.
Mulge-Tab es un astro a la vez acuático y forestal. Su entorno es muy diferente al de su planeta madre. Las armas del terror no parecen haberlo afectado.
Mi nave ha sido rápidamente encontrada y dirigida hacia una Diranna (puerta estelar) accesible. El tráfico de Mulge-Tab es filtrado minuciosamente. El satélite de Mulge posee un escudo térmico que sirve a la vez para protegerlo de las agresiones exteriores y le proporciona un calor constante en todo el planeta.
Cuando salí de mi Gigirlah, un silbido estridente resonó en mis oídos. He sido recibido por un grupo de Ama'argi. Sus cuerpos están ceñidos en un vestido blanco que se abre hasta la rodilla, del mismo tipo del que Nammu porta a veces. Tuve que respirar en calma y controlar mi ser. El cielo de Mulge-Tab es de un azul cegador y su suelo irradia un calor constante. Tuve la vaga impresión de reencontrarme sobre el planeta Duku.
Mi aparato había aterrizado cerca de un puerto. Un tono afectuoso emanaba del grupo que me invitó a seguir el cortejo a lo largo de los caminos y de los jardines fragantes de flores de un blanco inmaculado.
La magnolia es el árbol sagrado de este planeta. Su perfume es sin duda el que yo prefiero entre todos los que conozco. Es una delicia para los sentidos.
He seguido con la mirada las decenas de cordones dorados que encerraban la talla de las féminas de mi escolta. Ellas bailaron al ritmo de las pisadas sobre las baldosas blancas. El grupo me llevó a una tribuna de honor donde las Amasutum me esperaban pacientemente cerca de enormes incensarios donde quemaban una sustancia resinosa aromática. Los miembros del grupo ceremonial llevaban todos una vestimenta litúrgica profusamente decorada con bordados e hilos de Kùsig (en oro).
Después de haber celebrado mi llegada con alabanzas interminables, las hembras habían sellado la unidad con aquel que ellas habían denominado Asar (el único glorificado)? En pocos instantes, y sin alguna razón aparente, me vi otorgado de un nuevo nombre de significado pomposo. Las Ama'argi se volvieron luego hacia la gigantesca Unir (pirámide) que ocupa el paisaje oeste de la ciudad portuaria con fachadas de mármol blanco. La silueta del gigantesco edificio iluminaba la tierra. En su cima irradia un cristal de cuarzo desproporcionado que parece dividir el cielo en dos. Yo estaba preso de un estremecimiento. Las Nindigir (sacerdotisas) han exaltado la luz divina del sol por intermedio de la Unir (la pirámide) deslumbrante que refleja su luminiscencia.
Me hicieron atravesar el largo camino silencioso que lleva a la Unir (la pirámide). El sonido estridente persistía en mis oídos. Yo seguí el susurro del paso ligero de cuatro Nindigir (sacerdotisas). Ellas me hicieron descender hacia un pasadizo subterráneo y me dejaron allí, solo. Las formas se alejaron. Mis ojos perforaban la oscuridad y una voz me invitó a avanzar. Al final del pasadizo recto se encontraba una piscina con reflejos verdosos. Cuando vi a los seres que estaban allí, mi corazón dio un vuelco. Tres Abgal - tres Kadistu (planificadores) de Gagsisá (Sirius) - estaban allí frente a mí. Los Abgal son como los Urmah, es decir que forman parte de los pocos Kadistu que pueden evolucionar en Ki (tercera dimensión). Los Abgal tienen una mirada deliciosa cargada de compasión. Un ligero halo energético se liberaba de sus cuerpos.
Uno de ellos me invitó a unirme a ellos en el elemento líquido. Yo estaba a la vez intimidado y conmovido. Me desnudé y me uní a ellos en la piscina alimentada por una fuente desconocida. Los Abgal son más pequeños que yo, pero nos parecemos. Emana de ellos una paz indescriptible que, en ese momento, me recordó a Sé'et. Sus rostros me habían dolorosamente evocado la ausencia de mi prometida. Uno de ellos se acercó, me tomó en sus brazos y me habló con la ayuda del Kinsag (telepatía): "Mi hermano Ea (de la casa del agua), todos esperábamos tu venida. Hubiéramos querido conocerte en mejores condiciones. Tienes que escuchar la verdad acerca de nuestra hermana Se'et". El Abgal me abrazó aún más fuerte. "La hija de Nammu no está más en este mundo. Su nave ha explotado antes de llegar a Mulge-Tab. Tu madre es consciente de la situación, pero ella no se atrevía a hablar, a sabiendas de tu apego por tu hermana”.
El ensueño súbitamente se transformó en miedo. Salí fuera del agua precipitadamente, como para liberarme de las garras de esta pesadilla. La ira me cegó. Fui presa de sollozos convulsivos. Un Abgal me rogó calmarme diciéndome que "el pasado y el futuro pueden ser aprehendidos por la mente" y que tenía que mirar más allá de las apariencias. "Sé'et ha elegido partir y experimentar la muerte." Según sus dichos, mi hermana habría abierto un camino de sabiduría para los Gina'abul que temen a la muerte ...
Yo no lo entendía, o no lo quería entender. La cólera era más fuerte que todo. Ella era el camino más rápido hacia una forma de consuelo artificial. Agarré mis cosas y me despedí de mis huéspedes divinos a toda prisa. En ese momento, no había percibido más que el complot de mis Kuku (ancestros) y la manipulación de mi padre. Tuve siniestros pensamientos sobre ellos! Ellos resuenan todavía en mi cabeza ...
Dejé el complejo subterráneo para escaparme de la odiosa verdad. Con el cuerpo tenso e inestable, me dirigí hacia el exterior. El sol declinaba poco a poco. Yo sabía que estaba mal reaccionar de esta manera, pero era más fuerte que yo. Cuando la ira me extravía así, estoy a pesar de todo lúcido acerca de mi comportamiento y estoy al mismo tiempo muy enojado contra mí mismo. A pesar de tener sangre Abgal, "la animalidad" genética de mi padre toma el control y me vuelve ciego sistemáticamente. Pero aquí estoy, muy consciente de la situación: mi madre y yo hemos sido traicionados por mis Kuku (ancestros). El mundo de las Amasutum está en duelo; aquella destinada a ocupar el trono de Uras y prometida a destituir a Ninmah - en el nombre de Tiamata y Nammu - ya no existe!
Las Amasutum me preguntaron si no quería recoger los restos ficticios de mi hermana. Al no haber podido recuperar su cuerpo después de la explosión de su aparato, las Nindigir (sacerdotisas) han fabricado una réplica que ellas han colocado en la Duat de Mulge-Tab, en algún lugar debajo de la Unir (la pirámide). El Caos primordial es el mejor lugar para albergar el cuerpo de una Gir, una partera de Kiristi. Yo no fui a admirar esta farsa. Notifiqué a las mujeres de guardar silencio sobre todo este asunto y me fui de Mulge-Tab, el remanso de paz donde los días parecen sucederse idénticamente.
Todo parecía tan claro súbitamente! La propuesta de Ninmah, a primera vista fuera de lugar, es lógica si se tiene en cuenta que ella era consciente del atentado ... Estoy seguro de que se trata de un complot! Tenía los nervios retorcidos. Un cansancio fulgurante me asalta. El piloto automático ha sido encendido. Mi destino estaba programado hacia la Diranna (puerta estelar), que se ubicaba a los pies del Dukug, la montaña sagrada.
Yo no voy a decir nada. Tengo que pretender que no sé nada ... ya se trate de un accidente o de un crimen, voy a esconder la desaparición de Sé'et a los miembros de Edin y de Kharsag. Ya veremos sus reacciones frente a la prolongada ausencia de mi hermana ... He retornado a Uras. Tengo una crisis severa de Buluhur (espasmofilia). Mi cabeza me da vueltas, debo quedarme dormido rápidamente. Te dejo aquí Ugur, mi fiel Gírkù.
Extracto de la tablilla sumeria "Cómo Ereskigal eligió el mundo de abajo"
Gírkù-Tila Nudimmud / Min-ME-Min
Entrada Udu'idimsa 1 - Udu'idimsa / Mulge
Ugur, encuentro un momento para insertar mis noticias en tu corazón. Siempre es un placer usar el Niama para otra razón que la de manipular mi entorno o influenciar a los elementos. Con un pensamiento enfocado en tu esencia luminosa y con un gesto firme, paso tres veces mi mano sobre tu extremo. Tu registro de control aparece de repente en el aire. Yo escribo mis informaciones en tus teclas virtuales. Mis datos se inscriben sigilosamente sobre la pantalla translúcida que se despliega a tu alrededor. Este gesto es tranquilizador. Estoy actualmente en mi Gigirlah (nave) en dirección hacia Mulge, el planeta de los Kadistu (planificadores).Ha llegado el momento de hacer un balance sobre las hostilidades que nos arrancaron de Mulmul (las Pléyades). Las informaciones que he podido reunir a partir de las indicaciones de la comunidad Ama'argi, indican explícitamente que los aliados de la Fuente, por intermedio de varias familias Amasutum, han recuperado los territorios anteriormente en manos de mis Kuku (ancestros) o de sus aliados consanguíneos. La campaña militar realizada por Tiamata tuvo éxito en todas partes menos aquí, en Ti-ama-te (el sistema solar), donde mis Kuku se han convertido en los amos inmerecidos.
En Mulmul (las Pléyades), el Sistema Ubsu'ukkinna (Maia de las Pléyades) ha sido retomado por las Amasutum de Adala (Táigete de las Pléyades), por aquellas de Gisda (las Hyades) y por las Ameli de Bun (Aldebaran de Tauro ). Yo creo entender que nuestro sistema de Anduruna (Dubhe), mi lugar de nacimiento, ha sido también enteramente recuperado por nuestras hembras de Margíd'da (la Osa Mayor).
Qué parodia! Nosotros, aliados de la Fuente, que hemos contribuido a pesar de nosotros a la victoria de mis Kuku, no somos más bienvenidos en estos lugares fructíferos. A pesar de su sabiduría legendaria, la real autoridad de las Amasutum estableció en Gisda (las Hyades) condenar a la hija de Tiamata, Mamitu-Nammu - legítima soberana de los Gina'abul. Mi madre y yo somos exiliados aquí, así como las Nindigir (sacerdotisas) que nos siguieron en la batalla así como nuestros Nungal. Ahora nos vemos obligados a asociarnos con los Usumgal y sus Anunna - forzados a trabajar con los traidores Gina'abul con quienes no tenemos ninguna afinidad. La tecnología que utilizamos para sobrevivir cada Udh (día) es bastante rudimentaria. Nosotros dependemos de los únicos aparatos que han viajado con nosotros y de la buena voluntad de las Nindigir (sacerdotisas) del Abzu.
Ninmah, la Soberana de Kharsag, madre de los Anunna, sustituye ilegalmente a mi progenitora en sus funciones constitucionales. Es un insulto a los lazos monárquicos y consanguíneos. Nammu tiene aún sangre real por su madre y la sangre Kadistu por la contribución genética que ella ha adquirido de los Abgal de Gagsisá (Sirio). Las órdenes de An y de su Satam (administrador territorial) están por encima de las leyes universales ...
La antigua compañera de Enlil se introdujo desde ahora en mi casa de Kharsag sin ninguna invitación. Ella parece frotarse, sin mi consentimiento, sobre todo lo que yo poseo como lo haría un Su (animal), tanto que mis pertenencias personales están impregnadas de su emanación. Ninmah es la soberana, nadie la resiste. Si ella hubiera querido reconquistar el corazón de Enlil, le hubiera sido suficiente chasquear los dedos y mi Alagni (clon) volvería a ella como un Sahsug (lechón) a la misah (cerda). Sin embargo, Ninmah tiene un diferente objetivo. Su interés está definitivamente sobre mí ... y esto desde hace mucho tiempo. Yo no soy tan crédulo. El séquito de mi creador modificó poco a poco mi carácter. Me encuentro cada vez más endurecido y desconfiado.
Cuando Ninmah se encontraba en mi casa con su sonrisa torcida, era sólo para espiarme y rentarme sus virtudes terapéuticas. Hace poco, ella colocado orgullosamente sobre mi mesa de investigación una taza llena de su Ûzug (menstruación). Ella piensa que estoy enfermo, yo todavía estoy bastante bien en general. La soberana de Kharsag me encuentra a menudo con síntomas incómodos que no reflejan en absoluto mi estado. Nunca bebo las bebidas estimulantes que ella me ofrece y limpio siempre mis herramientas de trabajo después de su pasaje. Su comportamiento es a la vez enfático e irritante.
Mam, mi madre, me evita en este momento por alguna razón que no entiendo. Yo hice remontar a Zehuti (Thoth) del Abzu (mundo subterráneo) y le he encargado de reemplazarme en Edin. Él sabrá reemplazarme cerca de los míos. Yo he salido del Gigal, del Edin, de Kharsag y de su Eres (la reina). He abandonado a mis Nungal por un tiempo y huido de Enlil y su entusiasmo por cazar a los Ugubi (monos) y Ukubi (género Homo) - estoy desde ahora a la búsqueda de Sé'et! Ninmah no deja de requerir su retorno próximo sobre Uras, pero mi hermana es inencontrable ...
He visitado Udu'idimsa (Marte) y su área de producción de alimentos escondida en su Abzu. Algunos Miminu ("gris"), casi demasiado corteses, me han servido de guía. No he encontrado ningún rastro de mi prometida. En lugar, le pregunté a los seres con cabeza de Kisi (hormigas) acerca de mi hermana, ellos me dijeron que ella se encontraba en el Abzu de Mulge.
Los campos de este Abzu se pierden de vista y parecen abandonados. Los silos de grano están vacíos. He encontrado a Setir, la sacerdotisa de los cereales, y Udu'us, la del ganado pequeño, las dos especialistas que habíamos clonado en el Duku. Ellas me informaron que Sé'et era desde ahora libre para moverse y que un grupo de Ama'argi de Mulge-Tab (satélite de Mulge) vino a buscarla hace un Iti (mes).
En medio del Abzu, mi creador hace fabricar una nueva nave nodriza. El rugido ensordecedor de una multitud de máquinas rodea el gigantesco aparato abierto en algunos lugares. La imponente nave de forma alargada parece casi completa. Los Miminu ("grises") trabajan duro para su amo. Sin duda este es el precio a pagar para aquellos que se ven obligados a vivir en el exilio? Su suerte no es francamente mejor que la nuestra. ... Dejando el mundo de abajo, vi extrañas estaciones para el procesamiento de mineral.
El exterior de Udu'idimsa (Marte) ha sido devastado por los combates. Sus ciudades no son más que ruinas. El crepitar de las armas ha cesado, pero el aire está siempre sobrecalentado por un constante sofoco. Un desierto arenoso se extiende hasta el horizonte. Este planeta tiene un reino astral sobrecargado por las atrocidades que ha sufrido. El Niama me permite percibir cosas de las que es mejor guardar silencio, ya que no pueden ser reveladas.
El horizonte de Udu'idimsa (Marte) está más cerca que en Uras (Tierra), porque este planeta es más pequeño. A pesar de su distancia al sol, la luz de Udu'idimsa es mucho más fuerte que la que hay disponible actualmente en Uras.
Me encontré con mi creador en medio de los escombros de las antiguas dependencias reales. Él se hizo confeccionar aquí un suntuoso palacio en algunos Udh (días) solamente. Es desde este lugar que parten todas sus soberanas reivindicaciones. An me dio la bienvenida con los brazos abiertos; la primera vez desde que llegamos a este agujero! Mi padre ha pasado su tiempo lejos de mí, pero ahora no podía hacer otra cosa. Probablemente quería quedar bien delante de sus esbirros abyectos y malolientes.
Yo no había sido muy cordial y de esto no ha escapado a nadie. An estaba tumbado en su enorme cama adornada con jaspe rojo y verde. Él estaba totalmente ridículo! Alrededor de él había dos Kingu-Babbar encadenados por el cuello y las dos manos atadas. Parecían simbolizar la victoria de mi creador sobre sus adversarios consanguíneos. Esta escena era deplorable.
Le pedí a mi padre que me notificara donde se encontraba Sé'et. Él me respondió que no lo sabía y que mi hermana había dejado Udu'idimsa (Marte) hace un Iti (meses) con las Amašutum de Mulge-Tab, el satélite del planeta de los Kadistu (planificadores).
- Sé'et ya no está más desde ahora bajo nuestra divina providencia, me dijo en un tono firme. Le dimos su libertad en reconocimiento por sus esfuerzos. Mulge y Mulge-Tab utilizan armas que escapan a nuestro control y entendimiento. Estos malditos planetas no están aún bajo nuestra autoridad. Tú eres el garante del Uga-Mus (Pueblo de la Serpiente), mi hijo. Si tú ignoras el comportamiento de las personas de las que tú eres responsable, ¿cómo podremos confiar en ti?
-¿Qué quieres decir padre?
-Las Amasutum que colaboran con los Kadistu (planificadores) y de las que eres imprudente soberano deben irse, sino la sangre de los traidores salpicará a tu persona. Tú te has hecho mucho mal por preservar la vida de tus Nungal. ¿Sabes tú que me alcanza con un chasquido de dedos para que recuperen la libertad? Danos Mulge y Mulge-Tab, hijo mío, y yo te voy a dar el lugar que te mereces en Uras. Tu excluirás a tu Alagni (clon) con mi apoyo ... Ninmah te sostendrá ...
- No te puedo ofrecer lo que no me pertenece!
El tono de mi creador se transformó luego para hacerse más áspero.
-¿Así que no tienes nada mejor que hacer en Edin que correr tras tu hermana Kadistu (planificadora)? Sólo la Fuente incierta de la que tú predicas la naturaleza sabe tal vez dónde ella se encuentra actualmente. Hace mucho tiempo que la hija de Nammu no forma más parte de tu existencia. Nosotros nos reconstruimos, Enki. Esa es la realidad! Ninmah necesita de tus servicios en Uras. Nos es necesario ser voluntarios y disciplinados para renovar estos lugares de infortunio.
-¿No eres tu el responsable de esta carnicería mi dulce padre? La paz regía estos lugares antes de la llegada de nosotros! Le repliqué.
An sin duda tomo muy mal este comentario, pero no dijo nada. Nuestras miradas se enfrentaron. La suya era dura y dominante. Mi creador ha ciertamente utilizado el Niama para sondearme, pero yo tengo como hábito cerrar todos mis Sagra (chakras). Sin duda hubiera él querido hacerme pagar esta afrenta en un futuro próximo. Pero yo soy el señor de los Abzu. La nave que él fabrica en el Abzu de Udu'idimsa (Marte) es realizada sin mi consentimiento. Nosotros tenemos un verdadero equilibrio de poder. No teníamos nada más que decirnos, y nos despedimos como dos extraños.
Me metí totalmente irritado en mi Gigirlah (nave). Su soplido caliente levantó una tormenta de arena y mi avión sobrevoló los caminos oscuros y calcinados. Al este, los ríos todavía hinchados por las lluvias recientes se vertían en el valle quemado durante algunas Danna (horas). Diferentes naves Gina'abul y Mìmínu estaban establecidas en todo el planeta. Ellas estaban allí sin duda desde el final de los combates.
Mi ordenador de a bordo se activó para localizar una Diranna (puerta estelar), pero yo estaba acostumbrado a detectarlas de forma natural gracias al Niama. Programé mi llegada sobre Mulge, "el astro oscuro" de los Kadistu (planificadores), el planeta de los desertores!! Yo sé que no debería decirlo así. Una profunda ira me asalta desde hace algunos Udh (días). Tengo un mal presentimiento, sin conocer la razón. Tengo mucha dificultad en reconocerme. Mis manos tiemblan de manera anormal. Me hace falta calmarme rápidamente, si no la caída será dura y yo corro el riesgo de causarme una buena crisis de Buluhur (espasmofilia).
Entrada Mulge-Tab 1 - Mulge-Tab / Sé'et
Mi avión ha sobrevolado Mulge (el astro Negro). Un gas frío y niebla rodean el planeta. Grandes tormentas atraviesan su superficie; sus rayos son capaces de alterar los aparatos de a bordo, así que no me retrasé aquí. Yo no he estado antes en su Abzu, donde la vida es posible en KIGAL (las primeras 3 dimensiones). Es también en el corazón de este Abzu que una copia de ese detestable Mardukù debía ser presentada.Yo había evitado ir a Mulge; este planeta provoca en mí una extraña sensación de malestar que no me puedo explicar. En su Abzu se encuentran acuartelados muchos emisarios de la Fuente que han sobrevivido a la guerra. Mi intuición me ha más bien dirigido a Mulge-Tab, el satélite de Mulge. Pensé que se trataba de una luna de tamaño mediano. Ella lo es comparada con Mulge. Pero en comparación con Uras, estos dos planetas parecen poseer una dimensión similar.
Mulge-Tab es un astro a la vez acuático y forestal. Su entorno es muy diferente al de su planeta madre. Las armas del terror no parecen haberlo afectado.
Mi nave ha sido rápidamente encontrada y dirigida hacia una Diranna (puerta estelar) accesible. El tráfico de Mulge-Tab es filtrado minuciosamente. El satélite de Mulge posee un escudo térmico que sirve a la vez para protegerlo de las agresiones exteriores y le proporciona un calor constante en todo el planeta.
Cuando salí de mi Gigirlah, un silbido estridente resonó en mis oídos. He sido recibido por un grupo de Ama'argi. Sus cuerpos están ceñidos en un vestido blanco que se abre hasta la rodilla, del mismo tipo del que Nammu porta a veces. Tuve que respirar en calma y controlar mi ser. El cielo de Mulge-Tab es de un azul cegador y su suelo irradia un calor constante. Tuve la vaga impresión de reencontrarme sobre el planeta Duku.
Mi aparato había aterrizado cerca de un puerto. Un tono afectuoso emanaba del grupo que me invitó a seguir el cortejo a lo largo de los caminos y de los jardines fragantes de flores de un blanco inmaculado.
La magnolia es el árbol sagrado de este planeta. Su perfume es sin duda el que yo prefiero entre todos los que conozco. Es una delicia para los sentidos.
He seguido con la mirada las decenas de cordones dorados que encerraban la talla de las féminas de mi escolta. Ellas bailaron al ritmo de las pisadas sobre las baldosas blancas. El grupo me llevó a una tribuna de honor donde las Amasutum me esperaban pacientemente cerca de enormes incensarios donde quemaban una sustancia resinosa aromática. Los miembros del grupo ceremonial llevaban todos una vestimenta litúrgica profusamente decorada con bordados e hilos de Kùsig (en oro).
Después de haber celebrado mi llegada con alabanzas interminables, las hembras habían sellado la unidad con aquel que ellas habían denominado Asar (el único glorificado)? En pocos instantes, y sin alguna razón aparente, me vi otorgado de un nuevo nombre de significado pomposo. Las Ama'argi se volvieron luego hacia la gigantesca Unir (pirámide) que ocupa el paisaje oeste de la ciudad portuaria con fachadas de mármol blanco. La silueta del gigantesco edificio iluminaba la tierra. En su cima irradia un cristal de cuarzo desproporcionado que parece dividir el cielo en dos. Yo estaba preso de un estremecimiento. Las Nindigir (sacerdotisas) han exaltado la luz divina del sol por intermedio de la Unir (la pirámide) deslumbrante que refleja su luminiscencia.
Me hicieron atravesar el largo camino silencioso que lleva a la Unir (la pirámide). El sonido estridente persistía en mis oídos. Yo seguí el susurro del paso ligero de cuatro Nindigir (sacerdotisas). Ellas me hicieron descender hacia un pasadizo subterráneo y me dejaron allí, solo. Las formas se alejaron. Mis ojos perforaban la oscuridad y una voz me invitó a avanzar. Al final del pasadizo recto se encontraba una piscina con reflejos verdosos. Cuando vi a los seres que estaban allí, mi corazón dio un vuelco. Tres Abgal - tres Kadistu (planificadores) de Gagsisá (Sirius) - estaban allí frente a mí. Los Abgal son como los Urmah, es decir que forman parte de los pocos Kadistu que pueden evolucionar en Ki (tercera dimensión). Los Abgal tienen una mirada deliciosa cargada de compasión. Un ligero halo energético se liberaba de sus cuerpos.
Uno de ellos me invitó a unirme a ellos en el elemento líquido. Yo estaba a la vez intimidado y conmovido. Me desnudé y me uní a ellos en la piscina alimentada por una fuente desconocida. Los Abgal son más pequeños que yo, pero nos parecemos. Emana de ellos una paz indescriptible que, en ese momento, me recordó a Sé'et. Sus rostros me habían dolorosamente evocado la ausencia de mi prometida. Uno de ellos se acercó, me tomó en sus brazos y me habló con la ayuda del Kinsag (telepatía): "Mi hermano Ea (de la casa del agua), todos esperábamos tu venida. Hubiéramos querido conocerte en mejores condiciones. Tienes que escuchar la verdad acerca de nuestra hermana Se'et". El Abgal me abrazó aún más fuerte. "La hija de Nammu no está más en este mundo. Su nave ha explotado antes de llegar a Mulge-Tab. Tu madre es consciente de la situación, pero ella no se atrevía a hablar, a sabiendas de tu apego por tu hermana”.
El ensueño súbitamente se transformó en miedo. Salí fuera del agua precipitadamente, como para liberarme de las garras de esta pesadilla. La ira me cegó. Fui presa de sollozos convulsivos. Un Abgal me rogó calmarme diciéndome que "el pasado y el futuro pueden ser aprehendidos por la mente" y que tenía que mirar más allá de las apariencias. "Sé'et ha elegido partir y experimentar la muerte." Según sus dichos, mi hermana habría abierto un camino de sabiduría para los Gina'abul que temen a la muerte ...
Yo no lo entendía, o no lo quería entender. La cólera era más fuerte que todo. Ella era el camino más rápido hacia una forma de consuelo artificial. Agarré mis cosas y me despedí de mis huéspedes divinos a toda prisa. En ese momento, no había percibido más que el complot de mis Kuku (ancestros) y la manipulación de mi padre. Tuve siniestros pensamientos sobre ellos! Ellos resuenan todavía en mi cabeza ...
Dejé el complejo subterráneo para escaparme de la odiosa verdad. Con el cuerpo tenso e inestable, me dirigí hacia el exterior. El sol declinaba poco a poco. Yo sabía que estaba mal reaccionar de esta manera, pero era más fuerte que yo. Cuando la ira me extravía así, estoy a pesar de todo lúcido acerca de mi comportamiento y estoy al mismo tiempo muy enojado contra mí mismo. A pesar de tener sangre Abgal, "la animalidad" genética de mi padre toma el control y me vuelve ciego sistemáticamente. Pero aquí estoy, muy consciente de la situación: mi madre y yo hemos sido traicionados por mis Kuku (ancestros). El mundo de las Amasutum está en duelo; aquella destinada a ocupar el trono de Uras y prometida a destituir a Ninmah - en el nombre de Tiamata y Nammu - ya no existe!
Las Amasutum me preguntaron si no quería recoger los restos ficticios de mi hermana. Al no haber podido recuperar su cuerpo después de la explosión de su aparato, las Nindigir (sacerdotisas) han fabricado una réplica que ellas han colocado en la Duat de Mulge-Tab, en algún lugar debajo de la Unir (la pirámide). El Caos primordial es el mejor lugar para albergar el cuerpo de una Gir, una partera de Kiristi. Yo no fui a admirar esta farsa. Notifiqué a las mujeres de guardar silencio sobre todo este asunto y me fui de Mulge-Tab, el remanso de paz donde los días parecen sucederse idénticamente.
Todo parecía tan claro súbitamente! La propuesta de Ninmah, a primera vista fuera de lugar, es lógica si se tiene en cuenta que ella era consciente del atentado ... Estoy seguro de que se trata de un complot! Tenía los nervios retorcidos. Un cansancio fulgurante me asalta. El piloto automático ha sido encendido. Mi destino estaba programado hacia la Diranna (puerta estelar), que se ubicaba a los pies del Dukug, la montaña sagrada.
Yo no voy a decir nada. Tengo que pretender que no sé nada ... ya se trate de un accidente o de un crimen, voy a esconder la desaparición de Sé'et a los miembros de Edin y de Kharsag. Ya veremos sus reacciones frente a la prolongada ausencia de mi hermana ... He retornado a Uras. Tengo una crisis severa de Buluhur (espasmofilia). Mi cabeza me da vueltas, debo quedarme dormido rápidamente. Te dejo aquí Ugur, mi fiel Gírkù.