La crueldad de los terroristas del Estado Islámico no tiene fin y esta vez lo demuestran con un nuevo vídeo. Por si no fuera poco con las ejecuciones que llevan a cabo, ahora también obligan a los rehenes a cavar sus propias tumbas, antes de ser decapitados.
Las imágenes vuelven a poner de relieve lo salvajes que pueden llegar a ser estos terroristas. La víctima presenta la parte superior del cuerpo y la cabeza llena de golpes y moratones.
El cautivo, de nombre Ziad Abu Tarek Abdel'al, es grabado caminando descalzo con un mono naranja, un pico y una pala.