ALALU: 1er Dios en llegar a LA TIERRA


Un largo y bien conservado relato épico hitita titulado «La Realeza del Cielo» trata de este tema, el del origen celeste de los dioses. El narrador de aquellos sucesos anteriores a los mortales invoca en primer lugar a los doce «poderosos dioses de antaño», para que escuchen su relato y sean testigos de su veracidad:
¡Que escuchen los dioses que están en el Cielo,
y aquellos que están sobre la oscura Tierra!
Que escuchen los poderosos dioses de antaño.
Quedando establecido así que los dioses de antaño eran tanto del Cielo como de la Tierra, la epopeya hace una lista de los doce «poderosos de antaño», los antepasados de los dioses; y, una vez asegurada su atención, el narrador procede a relatar los sucesos que llevaron a que el dios que era «rey del Cielo» viniera a «la oscura Tierra»: Antes, en los días antiguos, Alalu era rey del Cielo;
Él, Alalu, estaba sentado en el trono.
El poderoso Anu, el primero entre los dioses, de pie ante él,
se inclinaba ante sus pies, y ponía la copa en su mano.
Durante un total de nueve períodos, Alalu fue rey en el Cielo.
En el noveno período, Anu le dio batalla a Alalu.
Alalu fue derrotado, huyó ante Anu.
Descendió a la oscura Tierra.
Abajo, a la oscura Tierra fue;
en el trono se sentó Anu.
Así pues, la epopeya atribuye a la usurpación del trono la llegada de un «rey del Cielo» a la Tierra. Un dios llamado Alalu fue obligado a abandonar su trono (en algún lugar de los cielos), y a huir para salvar su vida,
«descendió a la oscura Tierra». Pero ése no fue el final. El texto sigue relatando cómo Anu, a su vez, fue destronado por un dios llamado Kumarbi (hermano de Anu, según algunas interpretaciones).
No cabe duda de que esta epopeya, escrita mil años antes de que se crearan las leyendas griegas, fue la precursora del relato del destronamiento de Urano a manos de Crono, y del destronamiento de Crono a manos de Zeus. Incluso el detalle de la castración de Crono por parte de Zeus se encuentra en el texto hitita, pues eso es exactamente lo que Kumarbi le hizo a Anu.

Finalmente ALALU es desterrado a MARTE donde fallece y es enterrado en la cueva de una montaña, en la cual despues tallaran su rostro.

Extraido del libro perdido de ENKI:
En la gran roca encontré una cueva, dentro de ella oculté el cadáver de Alalu, cubrí su entrada con piedras.
Así les dijo Anzu. Ellos lo siguieron hasta la roca, quitaron las piedras, entraron en la cueva.
Dentro encontraron lo que quedaba de Alalu;
¡El que una vez fuera rey de Nibiru yacía ahora en una cueva, era una pila
de huesos! ¡Por vez primera en nuestros anales, un rey no ha muerto en Nibiru, no ha
sido enterrado en Nibiru! Así dijo Ninmah. ¡Que descanse en paz por toda la eternidad!, dijo.
Volvieron a cubrir la entrada de la cueva con piedras;
sobre la gran montaña rocosa, tallaron con rayos la imagen de Alalu.
Le mostraban llevando un casco de águila; dejaron el rostro descubierto.
¡Que la imagen de Alalu mire para siempre hacia el Nibiru que gobernó,
hacia la Tierra cuyo oro descubrió!

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