Una niña de 13 años admitió haber matado a su esposo de 35 años y a tres amigos con veneno para ratas en Nigeria. La chica, que confesó el hecho, fue sometida a un proceso por homicidio y permaneció encarcelada durante varios meses mientras esperaba la resolución de un magistrado.
La abogada de la menor, Hussaina Aliyu Ibrahim, convenció a un fiscal de que retirase su petición de pena de muerte y un juez de Gezawa ordenó el martes la liberación de Wasila Tasi'u.
La letrada dijo temer por la seguridad de su cliente en una comunidad que cree que se le está liberando tras cometer un asesinato. Devolver a la joven a su familia musulmana conservadora solo la condenaría a otro matrimonio forzoso, advirtió.
Los fiscales trataron de condenar a Tasi'u en base a una confesión a la policía escrita en inglés —aunque la niña solo habla hausa— y firmada con la impresión de su pulgar.
Activistas por los derechos humanos que colmaron el tribunal el martes vivaron ruidosamente cuando el juez anunció que el estado levantaba el caso contra la niña. Sin embargo, arrecian las preocupaciones por la reacción de quienes la consideran una asesina.
"Murieron cuatro personas. La gente está furiosa. Podría reaccionar", dijo su abogada Ibrahim, quien también se siente amenazada. Durante 27 años luchó por los derechos de las niñas y defendió a Tasi'u sin cobrar honorarios.