Milicianos del grupo Estado Islámico (EI) atacaron a las fuerzas iraquíes en un área considerada como principal centro de operaciones para reconquistar la provincia de Al Anbar, en manos de los yihadistas, indicaron fuentes de seguridad.
El grupo extremista empleó coches bomba para atacar al Gobierno y las fuerzas aliadas en Jaldiyah, una localidad en el valle del Éufrates que une Faluya y Ramadi, las dos principales ciudades de la provincia.
Un teniente coronel de la policía aseguró que los combatientes del EI entraron en el barrio de Al Madiq "tras enfrentamientos que obligaron al Ejército y a la policía federal a abandonar sus posiciones". "La policía local y miembros de las tribus se quedaron solos combatiendo a Daesh (acrónimo en árabe del Estado Islámico)", afirmó. "Después de entrar en Al Madiq, la organización desplegó a combatientes con chalecos bomba en casas y calles", indicó.
Un portavoz de las tribus de Anbar que combaten a los yihadistas junto al Gobierno dijo que las fuerzas de seguridad federales trataban de recuperar la iniciativa en la batalla.
"El objetivo de la operación es recuperar el control de Al Madiq y matar a los atacantes suicidas antes de que se inmolen y maten a personal de las fuerzas de seguridad y de las tribus", dijo Sheij Sufian al Ithawi.
En su emisión de radio diaria, el EI dijo que había lanzado tres ataques con coches bomba en el área de Jaldiyah. También aseguró, en un comunicado, que había matado a decenas de combatientes progubernamentales y capturado a un general de brigada, aunque los responsables iraquíes no lo confirmaron.
Según un agente, el EI disparó contra posiciones de las fuerzas iraquíes también en Habaniyah, donde se encuentra su principal base de operaciones.
El grupo controla Faluya desde 2014 y conquistó su capital, Ramadi, en mayo, tras durísimos combates.
El Gobierno iraquí, sobrepasado por la insuficiencia de sus fuerzas armadas, se vio obligado a acudir a las milicias chiíes, respaldadas por Irán, para contener la ofensiva yihadista.